En plena expansión de los casos de coronavirus, que nos obliga a permanecer en casa tras decretarse el estado de alarma, el blog “Salud y prevención” informa de cómo actuar en casa ante un caso de esta enfermedad con síntomas leves

Hay que tener claro que el coronavirus SARS-CoV-2 y la enfermedad que produce, COVID-19, la paramos entre todos. Es muy contagiosa, hasta límites insospechados, y la mejor forma de proteger a los demás empieza por protegernos a nosotros mismos.
Por eso, ante el más mínimo síntoma es nuestra obligación seguir al pie de la letra con las recomendaciones sanitarias oficiales, y a las que se suma Quirónsalud en estos días.
¿Cuáles son esos síntomas que pueden surgir si nos hemos contagiado? Los más comunes incluyen fiebre, tos, y una sensación de falta de aire. En algunos casos también puede haber síntomas digestivos como diarrea y dolor abdominal, según señala el Ministerio de Sanidad.
Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de los casos presentan síntomas leves, por lo que hay que ser especialmente cauteloso, más si tenemos a personas de riesgo cerca de nosotros (mayores de 60 años, y aquellas personas diagnosticadas de hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodeficiencias, y el embarazo por el principio de precaución).
Así, y en caso de sospechar de síntomas leves de COVID-19 lo primero que hay que hacer es ‘aislar’ dentro de la casa al enfermo, con el objetivo de que ningún miembro más se infecte.
Desde la Comunidad de Madrid aconsejan en este sentido que, siempre que se pueda, se instale al paciente en una habitación de uso exclusivo para él, e incluso con cuarto de baño de uso individual si fuera posible. Si esto no es posible, se debe ubicar al paciente en una habitación donde se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros con el resto de ‘compañeros de piso’.
A su vez, es conveniente que la habitación mantenga en todo momento una buena ventilación con ventana, evitando las posibles corrientes de aire hacia el resto de la casa.
“La estancia permanecerá con la puerta cerrada en todo momento para evitar el contacto con el resto de habitaciones. Dispondrá de un cubo de basura con tapa automática, y bolsa en su interior con cierre hermético, para alojar cualquier desecho del paciente”, sostiene la Comunidad de Madrid.
Asimismo, y ante un caso leve de COVID-19, el Ministerio de Sanidad recomienda que el enfermo disponga de teléfono móvil en la habitación, evite salir de la misma, utilice su propio baño y, en caso de compartirlo, desinfectarlo antes de que lo usen otros, además de tener en su cuarto productos de higiene de manos.
Prevenir el contagio del resto de convivientes
A la hora de evitar el contagio del resto de convivientes de la casa, la Comunidad de Madrid estipula que se debe emplear un intercomunicador, como el que se utiliza con los bebés, o bien emplear el teléfono móvil. En la medida de lo posible, reclama limitar la circulación del paciente para minimizar el contacto con el resto de convivientes, y en caso de que la situación lo requiera, el paciente podrá circular por el entorno domiciliario haciendo un uso correcto de la mascarilla.
“Siempre se tendrá presente la higiene de manos. No se deben compartir con el paciente alimentos, bebidas, utensilios, ni otros objetos personales. Se deberá restringir cualquier visita domiciliaria que no sea imprescindible”, destaca.
Desde el Ministerio de Sanidad insisten en que, ante esta situación, es fundamental seguir las medidas establecidas a la hora de prevenir contagios, tales como taparse al toser o estornudar con un pañuelo de papel desechable que deberá tirarse a la papelera directamente, a la par que insiste en el lavado de manos con agua y jabón, principal herramienta para frenar los contagios. “Póngase la mascarilla si sale a espacios comunes o entra alguien en la habitación, y lávese las manos al salir”, resalta.
En concreto, la Comunidad de Madrid precisa que hay que lavarse las manos: Antes y después de cada contacto que se tenga con el paciente; antes de que el enfermo salga de su habitación; después de toser o estornudar y tras manipular pañuelos; así como antes de comer; o bien después de realizar la limpieza de cualquier útil o superficie.
Consejo de limpieza
De hecho, a la hora de limpiar la casa, fundamental también para evitar la propagación del coronavirus entre los habitantes de la casa, Sanidad aconseja limpiar a diario las superficies que se tocan a menudo, como el baño e inodoro con bayetas desechables y lejía (1 parte de lejía al 5 % por 99 de agua), aparte de lavarse las manos al terminar.
“Use lavavajillas o friegue con agua caliente. No sacudir la ropa, meterla en bolsa hermética. Lavarse siempre las manos después de tocar la ropa. Lave la ropa a 60-90 grados y séquela bien”, sostiene.
Desde la Comunidad de Madrid puntualizan que la toalla tendrá un único uso y se desechará a un cubo específico para el posterior lavado; después de cada uso del baño se procederá a la limpieza con lejía de uso doméstico; la ropa del paciente (también la ropa de cama) se trasladará en una bolsa hermética cerrada. Asimismo, sugiere que las superficies que se tocan con frecuencia deberán lavarse con una solución de lejía en una proporción de 1:50 y preparada recientemente.
Por otro lado, y para la persona que cuida del enfermo, el departamento que dirige Salvador Illa ve conveniente que emplee en todo momento guantes frente a cualquier contacto con las secreciones del enfermo, además de que use mascarilla cuando compartan espacio, o se lave las manos si entra en contacto, aunque haya usado guantes.
Es muy importante aquí, según concluye, que la persona cuidadora no tenga factores de riesgo de complicaciones, y debe realizar autovigilancia de los síntomas.
Si nota el empeoramiento de los síntomas, Sanidad recalca que hay que comunicarlo a su profesional de referencia, al 112, o llamar al teléfono habilitado por su comunidad autónoma.