¿Estamos preparados para una segunda ola?, ¿Cómo se comporta el virus en playas y piscinas?, ¿Cómo compaginar el calor con el uso de mascarilla? Son las preguntas a las que da respuesta El Bisturí en el séptimo monográfico del año, dedicado al coronavirus en la época estival

Para tratar de resolver estos interrogantes sobre el coronavirus en verano el programa de radio ha contado con la participación del Consejo General de Colegios Médicos (CGCOM), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y SEMERGEN, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
¿Estamos preparados para una segunda ola?
Con una España salpicada por rebrotes, cabe preguntarse si estamos preparados para una segunda ola, en el caso de que esta llegara. ¿Hemos aprendido de los posibles errores cometidos durante estos meses? Lo explica la doctora Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General de Colegios Médicos (CGCOM).
Cuestiones a tener en cuenta de cara a una segunda ola
Para la doctora Arroyo, una de las primeras cosas en las que habría que trabajar es en la creación de un sistema de alerta global que nos permita hacer una respuesta precoz y una intervención inmediata. “De esta manera no solo protegeremos la salud, sino que minimizaremos el impacto social y económico”, asegura.
Por otra parte, “en este primer brote hubo un desabastecimiento de material de protección para los profesionales y de tests diagnósticos, saturamos las urgencias, las camas en planta, las UCIs, los ventiladores… Algo que se agudizó porque había una deslocalización de la producción y no se podía comprar ese material, aunque hubiera presupuesto para hacerlo”, destaca la doctora.
Otro de los aspectos que, bajo su punto de vista, habría que mejorar de cara a otra posible ola, es la coordinación del Ministerio de Sanidad con las autoridades sanitarias, así como la creación de una agencia nacional de salud pública, que sería la entidad independiente encargada de la distribución de los recursos y de comunicar los datos a la población.
“En cuanto a la institución que represento, diré que todos los Colegios de Médicos habían hecho un registro de médicos voluntarios, recientemente jubilados, que conocían bien el sistema y podían aportar mucho -si no en la actividad asistencial directa, sí en la teleasistencia-, y la administración no contó con ellos. Quiero dejarlo patente para que no vuelva a suceder”, denuncia la vicesecretaria de CGCOM.
Sin embargo, además de las reservas estratégicas de material y el enorme trabajo que hay que hacer en i+d+I, subraya que lo más importante es la vigilancia epidemiológica y cortar la cadena de transmisión.
El papel de Atención Primaria en la prevención de una segunda ola
La Atención Primaria, en palabras de la vicesecretaria de CGCOM, “tiene que ser tremendamente reforzada, sobre todo en su aspecto comunitario”.
“En los hospitales, por ejemplo, tenemos que recuperar toda la actividad que no se ha realizado en áreas tan importantes como el cáncer o la cronicidad”, apunta la doctora Arroyo.
Además, destaca su papel clave a la hora de llevar a cabo la vigilancia epidemiológica y frenar el virus al principio de la cadena de transmisión.
“Hay que identificar los contagios, rastrear a los sospechosos y aislarlos. Para eso está la Atención Primaria, y hay que reforzarla y hacer que esté siempre en coordinación con los hospitales”, añade.

¿Es posible otro confinamiento?
A la hora de abordar la posibilidad de una segunda ola, y el consiguiente confinamiento, la doctora Arroyo explica que el Ministerio de Sanidad ha determinado tres escenarios posibles en relación con la COVID-19.
- Brotes controlados, que tienen una incidencia esporádica.
- Brotes complejos y comunitarios.
- La transmisión descontrolada. Este sería el escenario más grave y en el que si se contemplan medidas como el confinamiento.
Sin embargo, como apunta, llegar a ese tercer escenario podría evitarse con un plan de respuesta a tiempo, que ya está elaborándose.
“Lo que se tiene que garantizar es la actuación sobre las primeras fases. El comportamiento de la COVID-19 es multidependiente, no evoluciona sola, sino que la condicionamos nosotros. Por eso es fundamental implicar a la sociedad para que cumpla las normas”, advierte la vicesecretaria de CGCOM.
En este sentido, recuerda que hay que tomar las medidas que se requieren en cada etapa. Ahora mismo lo más importante son las tres emes: metros de distancia, mascarillas y manos lavadas.
Coronavirus en verano: ¿Cómo se comporta el virus en entornos acuáticos?
Con la llegada del verano, la piscina y la playa se convierten en los lugares más deseados, a pesar de que este año las vacaciones serán algo diferentes debido a la situación provocada por el coronavirus.
El pasado mes de mayo, distintos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) elaboraron un informe sobre las posibles vías de transmisión en espacios destinados al baño u otras actividades acuáticas.
El Bisturí habla de ello con Joan Grimalt, investigador del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua.
De entrada, el investigador asegura que los coronavirus se transmiten mal en el agua; “no son muy infectivos en este medio porque sobreviven en él poco tiempo”, destaca.
La transmisión del virus en piscinas o spas
Con respecto a las piscinas y spas, Grimalt explica que el agua en estos espacios debe tener un nivel de cloro de entre 0,5 y 2 mg/L. Esto va a contribuir a la eliminación del virus; es decir, podemos estar tranquilos porque no hay riesgo.

Balnearios y saunas
En balnearios y saunas el nivel de cloro es el mismo que en piscinas y spas, pero la temperatura del agua es mayor, algo que también hace que el virus pierda infectividad, por lo que tampoco habría problema.
Ahora bien, destaca Grimalt, “en los balnearios en los que las aguas sean sulfurosas no tengo tan claro que sea posible mantener este nivel de cloro; en esos casos habría que hacer un estudio más preciso”, matiza.
Pozas y ríos
En pozas y ríos, sin embargo, la cosa cambia. Al ser de medios de agua dulce, el nivel de supervivencia del virus es mayor.
“Es el medio en el que hay más incertidumbre. Quizá en un río con mucha corriente el riesgo de contagio es menor, pero también se va a bañar menos gente porque es más peligroso. Normalmente en los ríos se va a zonas con poca corriente, que es donde el virus sobrevive mejor”, apunta el investigador.
Como explica, en el informe no hablan de prohibir el baño, pero sí recomiendan no bañarse este año en este tipo de aguas y recurrir a otras alternativas como playas o piscinas.
El agua del mar y los entornos de playa
Por otra parte está el agua de mar, que tiene sal en cantidades elevadas. El virus también se destruye en presencia de este mineral, por lo que, de nuevo, la capacidad del virus de infectar dentro del agua es mínima.
Sin embargo, no podemos olvidar otros elementos que interfieren en este entorno, como la arena o la brisa marina.
Con respecto a la primera, Grimalt afirma que, por su alto contenido en sal, las altas temperaturas que alcanza por la exposición al sol y su superficie, que no es lisa -el virus sobrevive en superficies que sí lo son-, la arena no es un medio que favorezca la supervivencia del virus.
En cuanto al aire que circula por la orilla de la playa, el aerosol marino, destaca que, aunque contiene un alto porcentaje de cloruro sódico, la precaución que tenemos que tener es la misma que en la calle.
“Aunque el aerosol marino no sea infectivo, si estamos en la playa y nos ponemos hablar sin mascarilla con un conocido, podemos infectarnos. Debemos mantener siempre la distancia de seguridad”, advierte el investigador del CSIC.
Consejos para un verano atípico
Por último, El Bisturí ha contado con la participación del doctor José Ignacio Peis, coordinador del grupo de Trabajo de Actividades Preventivas y Salud Pública de SEMERGEN, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
Estos son los consejos que ha lanzado para disfrutar de las vacaciones manteniéndonos seguros, en un verano marcado por el coronavirus y el uso de mascarillas:
- Aunque haga calor, debemos usar la mascarilla siempre, salvo en el domicilio y con la unidad familiar.
- La mascarilla puede producir sensación de agobio, sobre todo con el calor. Es preferible usar una quirúrgica o higiénica, más suaves, ya que las FFP2 producen mucho calor y no proporcionan una mayor protección a la población general.
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Debemos elegir la mascarilla que nos permita transpirar con el calor del verano. EFE/Toni Albir Para evitar irritaciones en la cara por el uso de mascarillas, es fundamental mantener la piel seca e hidratada, además de no usarla en la unidad familiar y usar, si es necesario, una crema hidratante.
- La mascarilla quirúrgica ofrece protección durante cuatro o cinco horas, por lo que debemos cambiarla a menudo.
- El gel hidroalcohólico no debe usarse si nos vamos a exponer al sol. Debido a su gran graduación de alcohol -70º-, reseca la piel y multiplica por 10 o por 15 el efecto nocivo de la radiación ultravioleta.
- Aunque no debemos bañarnos en la playa o la piscina con la mascarilla, sí debemos entrar a estos recintos con ella puesta y utilizarla también si vamos a pasear por ellos.
- Algo similar ocurre en las terrazas. Debemos permanecer con la mascarilla puesta y retirárnosla, únicamente, en el momento de comer o beber. A continuación, se debe colocar inmediatamente.
- Como siempre, las altas temperaturas implican una mayor deshidratación, sobre todo en el caso de las personas mayores, que deben evitar las horas centrales del día e hidratarse incluso cuando no tengan sed, ya que la deshidratación es mal acompañante para las patologías crónicas.
- Además de evitar la exposición directa al sol, sobre todo en las horas centrales del día, debemos usar en la cara un factor de protección 30, como mínimo, y aplicarlo antes de exponernos, ya que las mascarillas no protegen de las radiaciones solares.
- En cuanto a los aires acondicionados, debemos evitar estar en espacios cerrados donde esté activado. Si lo ponemos en casa, sobre todo si es centralizado, debemos asegurarnos de que los filtros estén muy limpios y tener las ventanas abiertas para que circule el aire y se ventilen las habitaciones.
“Lo importante es no relajarse con las medidas de seguridad. Este verano es diferente y tenemos que tenerlo muy en cuenta”, concluye el doctor Peis.
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