La fase de desescalada del confinamiento que este domingo ha tratado el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, con los presidentes de las comunidades autónomas pasa por el cumplimiento de una serie de marcadores, como la óptima capacidad asistencial del sistema sanitario en cada territorio. Además, en el plano económico, la vuelta a la normalidad se hará con un plan gradual que establecerá prioridades por sectores

La desescalada, prioridades por sectores económicos y capacidad sanitaria
La vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la rueda de prensa tras la reunión con las CC.AA sobre el plan de desescalada. EFE/EPA/MONCLOA

Sánchez ha reiterado este domingo a los presidentes de las comunidades autónomas, en su séptima reunión tras el decreto de estado de alarma, que el plan de desescalada que aprobará el Consejo de Ministros el próximo martes será gradual, asimétrico en función del nivel epidemiológico en cada territorio y coordinado, aunque será el Gobierno el que fijará un marco común.

Así lo ha explicado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una conferencia de prensa en el Palacio de la Moncloa al término de la reunión telemática con las comunidades autónomas, junto a la vicepresidenta cuarta y ministra de Transción Ecológica, Teresa Ribera, encargada de coordinar este plan de desescalada.

Illa ha asegurado que se han recibido las propuestas de desescaladamiento de cada comunidad autónoma pero ha reiterado que es el Gobierno el que tiene el mando.

Según la propuesta de los expertos, las comunidades autónomas deben cumplir los siguientes marcadores: fortaleza de la asistencia sanitaria, de la atención primaria, y de las UCI (doblando el número de camas); capacidad de vigilancia epidemiológica; la identificación y detección precoz de contagios y su aislamiento; y el cumplimiento de las medidas de protección individual.

El ministro ha señalado que mañana lunes habrá una nueva reunión técnica para hacer una análisis “cualitativo y cuantitativo” para saber la situación de cada comunidad autónoma respecto a los marcadores citados y así poder decidir cuáles podrán iniciar la fase de desescalada.

Y preguntado si la desescalada puede empezar mañana en Canarias, como desea esa comunidad autónoma dado su bajo índice de contagios, el ministro ha dicho que no puede hacerlo.

“Hasta que no aparezca un nuevo tratamiento o vacuna contra el virus, tenemos que adaptar nuestra vida social y profesional a una nueva normalidad, no a la de antes, a una nueva”, ha insistido.

La desescalada por sectores económicos

La desescalada hacia la “nueva normalidad” se hará con un plan gradual para la recuperación de la economía en el que el Gobierno trabaja desde hace semanas y que establecerá prioridades por sectores sin precisar cuáles.

Para ello, el Gobierno trabaja con empresarios, sectores, sindicatos y organizaciones del tercer sector para construir entre todos el proceso hacia la normalización de la actividad.

Ha afirmado que el Ejecutivo “sigue con preocupación” el turismo, sector que le consta que ya trabaja en el concepto “turismo seguro”, tanto para los que vienen a España como para los nacionales, de modo que la llegada no suponga aumentos del riesgo.

En el ámbito de las aerolíneas, Ribera ha recordado que las empresas están analizando cómo abordar esta crisis, aunque la solución es compleja y debería ser concertada al menos en el ámbito europeo.

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Zona de salidas de la terminal T1 del aeropuerto de El Barcelona-El Prat . EFE/ Quique García

En las próximas semanas habrá un proceso “gradual” de recuperación de la economía para preparar la reapertura a medida que se confirme la “solvencia sanitaria” en los sectores que quedaron cerrados, o teniendo en cuenta cuáles son tractores y cuáles tienen más dificultad para recuperarse.

El Gobierno analizará también la capacidad de recuperación de cada sector, consciente de que algunos tienen una mayor posibilidad de respuesta y otros, que no ha concretado, más ligados a la temporalidad o las pymes requerirán tiempos distintos.

La vicepresidenta cuarta ha explicado que el Ejecutivo ha identificado tres ámbitos prioritarios: la incidencia social de la crisis, la recuperación de la actividad en condiciones seguras -“perder el miedo a la recuperación sin perder el miedo al virus”- y cómo consolidar el aprendizaje en estas semanas de confinamiento para trabajar en entornos seguros.

Además, ha expresado su confianza en que la progresiva recuperación económica no suponga un debilitamiento o detrimento de otros aspectos de la salud pública, como la calidad del aire a causa de la contaminación.

Ribera ha valorado el esfuerzo que se ha realizado para potenciar el teletrabajo y ha señalado en ese sentido que se ha conseguido en pocas semanas lo que hubiera tardado al menos cinco años.

“Se han dado pasos de gigante” en ese sentido, según Ribera, quien se ha referido también a la importancia de recuperar progresivamente espacios urbanos pero de hacerlo cumpliendo las medidas de distanciamiento e higiene aconsejadas.

Ha citado como ejemplo las ideas que ya se han puesto encima de la mesa en algunas zonas de Italia para incrementar el ancho de las aceras y facilitar así el distanciamiento de las personas, y a la posibilidad de agrandar las zonas peatonales o los carriles para las bicis para favorecer la movilidad de los ciudadanos sin necesidad de volver a recurrir al vehículo privado.

Las CCAA insisten en desescaladas diferenciadas

Los presidentes autonómicos han insistido este domingo en su reunión con Pedro Sánchez en la defensa de sus respectivos planes territoriales de desconfinamiento.

El gallego Alberto Núñez Feijóo ha apostado por un modelo de desescalada basado en el mando único del Gobierno, con una aplicación simétrica en los distintos territorios, aunque con cierto margen de actuación.

Por contra, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha vuelto a reclamar la gestión del desconfinamiento puesto que la “centralización” en la fase de confinamiento “no ha funcionado” y “cuanto más cerca de los ciudadanos se tomen las decisiones, mejor”.

Por ello, Torra ha planteado tres opciones a Sánchez: que levante el estado de alarma general, que mantenga esta situación solo en algunos territorios o que se permita a la Generalitat ser la autoridad competente.

Desde la Comunidad de Madrid, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha reclamado a Sánchez que el trabajo que se está desarrollando en las videoconferencias de presidentes autonómicos para abordar la evolución de la COVID-19 se traslade al Senado.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha solicitado la apertura progresiva de la actividad comercial con las mismas limitaciones que los comercios de alimentación y compartir criterio para las cuestiones de mayor incidencia social de cara al verano como la actividad cultural, eventos populares; actividad física y deporte; o la gestión de playas y piscinas.

Andalucía remitirá al Gobierno un plan en el que plantea retomar parte de la actividad económica en mayo, con la apertura de comercios, peluquerías bares y restaurantes, además de permitir también funerales sin velatorio y celebraciones religiosas.

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, considera fundamental elaborar un plan nacional de rescate del turismo y ha solicitado que el desconfinamiento en la región se inicie por comarcas.

El jefe del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras, pedirá que no se permita la movilidad humana desde otras comunidades si en esta región se levanta antes el aislamiento por tener, ha defendido, mejores datos de la epidemia.

El presidente de Asturias, Adrián Barbón, ha pedido que se contemplen, además de las salidas para hacer deporte o caminar, la pesca deportiva, la celebración de mercados al aire libre o el cultivo de huertos. Para ello ha reclamado la “flexibilidad debida” en función de la realidad de cada territorio y que las comunidades tengan un “papel clave” en la definición de la operación.

El líder de Aragón, Javier Lambán, se ha mostrado partidario de que los municipios de menos de 5.000 habitantes sean los primeros en beneficiarse del plan de desescalada, mientras que el de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha instado a dar prioridad al sector turístico, hostelero y comercial para reactivar “antes del verano” la actividad económica.

En este sentido, su homólogo en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha subrayado también la necesidad de conjugar provincia y área de salud, y ha planteado también que en este proceso de desescalada tengan voz los ayuntamientos.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, considera que no se puede diseñar la desescalada desde Madrid dejando “al margen” a las autonomías y ha solicitado también ir abriendo más actividades económicas y otras como la pesca deportiva, atender las huertas, recoger setas, practicar surf o que se abra una parte del comercio como librerías o tiendas de ropa.

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, cree necesario un “acuerdo de país”, un mensaje de unidad en el que ha coincidido con la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, que ha calificado de fundamental la “unidad y coordinación” de todos.

La responsable del Gobierno balear, Francina Armengol, considera crucial para las Islas la apertura segura de puertos y aeropuertos con criterios sanitarios concretos y ha defendido la toma de decisiones según las circunstancias de Baleares.

El titular del Ejecutivo canario, Ángel Víctor Torres, se ha declarado preparado para acometer de forma “coordinada, asimétrica y gradual” su plan singularizado de desconfinamiento, que pasa por tratar de reactivar el turismo, un sector vital en todo el archipiélago, y la reapertura de puertos y aeropuertos.