Tras una mastectomía solo hay dos opciones: recurrir a la reconstrucción del pecho o a las prótesis externas. Las ortopedias ofrecen lencería y prendas de baño a la moda para la mujer mastectomizada

Después del cáncer de mama
Modelo de lencería especial para la mujer mastectomizada. Foto cedida por Ortopedia Grau Soler.
  • 17 de octubre, 2012
  • Madrid/EFE/ Verónica López

A Teresa Terrén le advirtieron desde el primer momento que tendrían que extirparle el pecho. En 2007, con 32 años, le diagnosticaron cáncer de mama y después de tratamiento con quimioterapia le realizaron una mastectomía radical de la mama derecha. “Lo asumí como prioritario para curarme y eliminar el cáncer”, afirma.

“Verse mastectomizada cuesta mucho, nunca te acostumbras pero se puede aprender a vivir con ello, mejor dicho, sin ello. Los familiares y amigos lo saben, unos te preguntan abiertamente, otros no te miran más abajo de la barbilla…depende de la normalidad que quiera darle la mujer afectada, y digo normalidad, no naturalidad, porque que te amputen el pecho no es natural”, cuenta Teresa.

El doctor Jacobo Cabañas, cirujano especialista en cáncer de mama y secretario de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ), explica que la mastectomía es la extirpación de toda la glándula mamaria, incluyendo parte de la piel que está sobre ella, la areola y el pezón. Además en ocasiones se ve añadido la eliminación de los ganglios linfáticos sobre la axila.

“La mastectomía es obligada en tumores muy grandes, de más de 5 centímetros y si es multicéntrico, es decir, cuando está en más de una zona y además de la mama implica al músculo y a la piel. Por otra parte aquellas pacientes que no pueden recibir radioterapia por sufrir otras enfermedades, la única opción es la extirpación”, añade Cabañas.

Algunas mujeres mastectomizadas pueden recurrir a la reconstrucción. Según el cirujano, muchas enfermas ven una merma en su calidad de vida tras la extirpación, no solo por la carga psicológica que supone padecer un cáncer si no también por la deformidad estética que provoca, aunque para muchas otras no lo es.

Cabañas aclara que “hay que hablar con cada enferma, explicarles las opciones y que sepan que pueden cambiar de opinión si en el primer momento no desean una reconstrucción, porque es posible hacerla más tarde. Muchas mujeres hasta que no se ven mastectomizadas no saben lo que verdaderamente significa”.

En el caso de Teresa no fue posible una reconstrucción inmediata hasta que,  en mayo de 2010, le extirparon profilácticamente la mama izquierda como prevención, porque empezaba a dar problemas, y en esa misma operación, finalmente le reconstruyeron ambos pechos.

 Soluciones a la mastectomía

Antes de la reconstrucción, durante tres largos años Teresa no se separó de las prótesis, pero además tuvo que adoptar su vestuario a su nueva silueta, utilizando prendas más holgadas y sin escotes y cubriéndose con fulares. “Había ropa que no me ponía como vestidos de tirantes o ropa ajustada, además en verano era incómodo ir en bañador”, cuenta.

El cirujano Cabañas explica que para aquellas enfermas que no es posible sustituir su pecho por un implante, la alternativa son las prótesis externas que favorecen el conseguir un aspecto más natural a pesar de estar mastectomizada. Pueden ser de silicona, algodón o personalizadas y se adquieren en ortopedias.

“La prótesis no es que sea una opción, es casi la única opción y sabes que existen pero no dónde comprarlas. Ayudan a la autoestima pero no hacen que se te olvide que te falta un pecho porque, literalmente, te pones el pecho todos los días al despertar, simplemente te ayuda a verte aceptable para salir a la calle, ir a la oficina o jugar con tus hijos”, añade Teresa.

Grau Soler es uno de estos lugares especializados en complementos para mujeres mastectomizadas. Beatriz Camós, directora técnica de esta ortopedia de Barcelona, asegura que disponen de todo tipo de prendas de calidad y con los últimos diseños, como sujetadores, bañadores, camisones, pañuelos o sombreros.

Desfile de moda post mastectomía organizado por la Asociación Española contra el Cáncer. EFE/ J. Casares
“En Grau Soler, personal técnico especializado aconseja y enseña a la paciente que sujetador o prótesis es más adecuado, además de mostrarte como se coloca un pañuelo para que quede más bonito”, afirma Camós.

Las posibilidades en prótesis y ropa íntima son amplias y adaptables a cada tipo de mujer, tanto para la deportista que requiere una prenda dinámica y ajustada, como para la mujer de más edad que prefiere algo más ligero.

Según Camós, estos sujetadores son más subidos con escotes más cerrados y por la parte de dentro llevan un bolsillo para que no se desplace la prótesis. Además tienen una banda inferior más ancha para ofrecer un poco de presión y favorecer el drenaje linfático y broches regulables en la espalda para garantizar la sujeción adecuada fabricados en algodón, lino o hilo.

“Contamos con un completo catálogo con líneas básicas a prendas más sofisticadas, con bordados y bañadores, biquinis y triquinis que cumple estas mismas funciones siguiendo totalmente las tendencias en moda e incluso camisones muy sexys para los momentos más íntimos”, especifica la ortopedista.

El doctor  Cabañas, aclara que las mujeres con cáncer de mama deber saber que además de la asistencia sanitaria hay muchas asociaciones de enfermos que ofrecen talleres para aconsejarles sobre como vestirse, además de dar soporte y ánimo para pasar por ese duro momento.

Con motivo del día Nacional contra el Cáncer de Mama, que se celebra el 19 de octubre,  son muchas las asociaciones autonómicas y locales que ofrecen actividades y eventos para sensibilizar a la población y apoyar a las afectadas.

“Nunca te olvidas de que no tienes pecho. Ni aunque estés reconstruida. La sensibilidad de tu pecho nunca será la misma y las cicatrices siempre te indican que te extirparon los pechos, que tuviste cáncer y que estás superándolo. Se aprende a vivir con ello, pero olvidarse, no se olvida. 

Este es mi caso, mi experiencia personal, pero puedo decir que la amputación de uno o los dos pechos es la amputación externa de la identidad femenina y, aunque la madurez de la vida te haya enseñado a reponerte de las caídas y creas que ya lo has superado, un día te encuentras que te cuesta reconocerte en el espejo, que lloras al darte crema o al mostrarte ante tu pareja. No siempre se tienen buenos días pero ojalá siempre todas podamos reponernos y levantarnos de esas caídas”. Son palabras de Teresa Terrén, responsable de la división de cáncer de mama del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC).