Ambas organizaciones suscriben un convenio de colaboración que impulsará un programa de formación y que pretende conocer mejor el impacto sanitario del cáncer y las claves para su identificación y manejo, así como las aportaciones en genómica y terapias individualizadas

  • 30 de abril, 2014
  • MADRID/EFE

Con el objetivo de mejorar el conocimiento y la atención del cáncer hereditario en Atención Primaria (AP), el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Instituto Roche (que este año celebra su décimo aniversario) han suscrito un convenio específico de colaboración que servirá para implementar un ambicioso programa de formación.

El acuerdo se incluye dentro del amplio y arraigado marco de entendimiento entre ambas instituciones y, como señala el doctor Jaime del Barrio, Director General del Instituto Roche, “de ahí ha surgido el interés en desarrollar este convenio, que regula más estrechamente y oficialmente nuestra relación”.

En concreto, este Convenio Específico servirá para colaborar en el desarrollo de un programa formativo con el que se quiere facilitar al profesional sanitario de AP un conocimiento global y actual del cáncer hereditario y las bases moleculares de la susceptibilidad genética al cáncer, así como mejorar la formación sobre el impacto sanitario de esta enfermedad, las claves para su identificación y manejo, y las aportaciones que ofrece la información genómica y las terapias individualizadas.

Esta actividad estará dirigida principalmente a profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria y a otros profesionales de Primaria.

Aunque en los últimos años se han producido importantes progresos en España desde el punto de vista diagnóstico y de asesoramiento genético en los grandes centros, “la formación teórica en cáncer familiar no está regulada en el ámbito de la biomedicina”, recuerda el doctor Javier Benítez, Director del Programa de Genética del Cáncer Humano y Jefe de Grupo de Genética Humana del CNIO.

A través de cursos de postgrado es como se realiza la formación teórica y la actualización de los diferentes aspectos clínicos, diagnósticos e, incluso, de tratamiento.

En este contexto, “resulta fundamental la puesta en marcha de un plan formativo específico para médicos de AP”, subraya el doctor  Benítez.

En la mayoría de las ocasiones, el médico de Familia es la persona que va a ver y atender a personas candidatas a ser remitidas a los centros de referencia para su estudio en profundidad, bien por presentar antecedentes familiares de un determinado cáncer o bien porque tengan características clínicas que le hagan sospechar que puede tener un síndrome de susceptibilidad al cáncer.

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