Lo habitual es que la fotoprotección se concentre en la cara y que descuidemos el cuello y el escote que pueden manifestar síntomas de envejecimiento. Hoy existen técnicas que ayudan a tratar estas zonas tan delicadas

El cuello y el escote también importan
  • 26 de septiembre, 2012
  • MADRID/EFE/ ÁNGELA ANDREA CASTRO

De cada diez pacientes que acuden a las consultas de algunas de la 700 clínicas asociadas a la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), ocho presentan signos de envejecimiento y alteraciones en la piel del cuello y del escote más graves en comparación con la dermis facial.

Según el doctor Alberto Morano, licenciado en Medicina y Cirugía y máster en Medicina Estética, los pacientes conocen la importancia de la protección solar adecuada en cuanto al rostro, pero “muchas veces no concuerda el estado de esa piel con la del cuello y el escote”. Por ello, insiste en la necesidad de hacer tratamientos preventivos en esas zonas para evitar futuras complicaciones.

Aunque los problemas se presentan tanto en hombres como en mujeres, lo cierto es que son ellas las que más sufren estas alteraciones dermatológicas por haber estado más expuestas al sol.

Morano explica que hoy en día las intervenciones en cuello y escote no necesitan de cirugía para su recuperación ya que hay técnicas como la luz pulsada, tratamiento con vitaminas y ácido hialurónico, entre otras, que tienen resultados efectivos. Estos tratamientos logran que desaparezcan las manchas y arrugas del cuello y el canal del escote ocasionadas tanto por el sol, como por las posturas adoptadas a lo largo de la vida.

La radiofrecuencia, por ejemplo, es un sistema no invasivo y sin dolor que consigue resultados en una sesión y logra ‘recolocar’ el rostro que ha perdido tersura, suavizar las marcas de expresión y mejorar la elasticidad. Asimismo estimula la producción de colágeno.

También existen en el mercado algunos componentes con ácido hialurónico de menor densidad que en combinación con algunas sustancias como aminoácidos, oligoelementos y vitaminas producen una mejoría, mayor nutrición de esa piel, un engrosamiento de la dermis, y un aumento de la producción de colágeno que tiene un efecto recuperador sobre toda esa zona.

“Estos tratamientos ahora son menos agresivos. Al ser de menor densidad producen menos daño y se combinan con algunos láseres de luz pulsada que le van dando uniformidad al color y a la textura de la piel”, añade Morano.

Cuidado con los perfumes

La poiquilodermia de civatte es un cambio de pigmentación en la piel que suele localizarse en las mejillas, los laterales del cuello y el pecho. Aunque es causada por la exposición solar también tiene que ver con la rutina de algunas personas de aplicarse perfumes y colonias en el cuello y detrás de las orejas y luego exponer estas zonas al sol.

Morano señala que hasta hace algún tiempo se trataba esta patología con cremas o peelings más o menos agresivos; sin embargo por primera vez se cuenta con un tratamiento específico para esta condición que consiste en la combinación de una luz pulsada de una longitud de onda determinada con un láser.  “Esto hace que en 3 ó 4 sesiones consigamos una mejoría evidente de la poiquilodermia de civatte”.

“Cualquier persona puede ser susceptible de tratarse con estas técnicas, exceptuando aquellas que tengan alguna infección localizada o las personas de piel morena que por su pigmentación de piel captan mucha energía”, indica Morano.

Con las técnicas actuales el tiempo de recuperación ha disminuido considerablemente. El primer día se produce un cierto enrojecimiento, mientras que en el segundo puede presentarse descamación y al tercero la recuperación es prácticamente completa con lo cual “no inhabilita social ni laboralmente”.

Prevenir para no lamentar

La SEME ha comenzado a diseñar un estudio para conseguir un filtro solar específico para la protección de cuello y escote. En este estudio, en fase de diseño, se involucrarán cien clínicas de medicina estética de toda la geografía española y la industria farmacéutica.

Adicionalmente, la SEME y el doctor Morano recomiendan seguir estos consejos para prevenir futuras afectaciones en esta zona:

  • Durante el invierno se debe iniciar la preparación de la piel del cuello y del escote, igual que se hace con el rostro .
  • Usar la cosmética adecuada al tipo de piel de cada uno, aplicando cremas nutritivas.
  •  Los peelings revitalizantes que engrosan la epidermis y la nutren, suponen la primera precaución y protección del envejecimiento de cuello y escote.
  • Aumentar la producción de antioxidantes que combatan los radicales libres que deterioran y envejecen la piel. Esto se consigue con una alimentación sana, abundante en vitaminas B,C y E, a base de frutas, verduras, pescados y legumbres, que ayudan a un bronceado natural.
  • Las cremas de protección solar no deben utilizarse solo en el rostro,  también en el cuello y escote. Incluso es bueno complementarlo con comprimidos de protección solar.
  • Se recomienda el uso de sombreros amplios, gorras, pamelas cuando estemos al aire libre.
  • Beber abundantes líquidos, agua, zumos. Evitar el alcohol. Rociar el cuello y escote con frecuentes vaporizaciones de agua termal.
  • Algunos medicamentos como antibióticos y anticonceptivos pueden pigmentar la piel.