El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha destacado que en la pandemia se han aprendido muchas cosas, se pasó de detectar el 10 % de casos covid al 80 %, con una edad media de 65 años en la primera ola a 27 en la quinta. “Ya no matamos moscas a cañonazos”, ha dicho expresivamente

Simón ha hecho estas reflexiones en el congreso de la Sociedad Española de Epidemiología, que se celebra en la Universidad de León.
Su presencia en este evento con sus compañeros epidemiólogos ha supuesto su reaparición en un acto público tras dos meses sin comparecer ante los medios para informar de la pandemia, una presencia que ha suscitado un gran revuelo entre los participantes del congreso, más de 600 científicos, y los periodistas.
A su llegada al congreso, el director del CCAES ha vaticinado que no ve probable una gran ola pandémica en España y que poco a poco todo volverá a la normalidad.
“Puede haber sexta, séptima, octava y novena ola pero no serán como las anteriores”, ha dicho Simón en un mensaje optimista ante la evolución de la pandemia y la exitosa campaña de vacunación.
Diferencias entre las oleadas de la covid
En su intervención, en la mesa “Evolución de la gestión de la pandemia del covid-19. Lo que se esperaba y lo que pasó”, Simón ha comparado la foto de la primera ola con la quinta y si la edad media de los hospitalizados en la primera fue de 70 años, en la segunda fue entre 55 y 60 y en la quinta, de menos de 49. Edades que también ha extrapolado a los ingresados en las ucis.
Y sobre los fallecidos, ha considerado que es “igual en todas las olas, porque prácticamente todos las víctimas mortales de la covid son mayores de 80 años” aunque, ha reconocido que “también se mueren jóvenes”.
Respecto a los menores de 12 años que no están vacunados “ni lo van a estar por el momento”, Simón ha informado de que en la quinta ola los hospitalizados en UCI en esta franja de edad suponen el 0,3 por mil y los fallecidos el 0,003 por mil.
Por ello, ha subrayado que “el grupo origen de los casos a partir de ahora va a ser un grupo en el que el impacto de la epidemia es muy bajo” lo que hace reflexionar sobre qué medidas hay que implementar porque la situación “no tiene nada que ver” y hay que empezar a “normalizar” esta enfermedad.
Mejor estrategia de vigilancia
En opinión de Simón, otra enseñanza de esta pandemia es que “de la primera a la quinta ola, nos dimos cuenta de que necesitábamos una estrategia de vigilancia mucho mejor y que hacía falta un plan de respuesta temprana para reaccionar en caso de nuevas olas”.
“Y nos encontramos con unas medidas para reducir los contagios que tenían un impacto socioeconómico importante y cualquier medida con ese impacto se convierte en una herramienta política de alto nivel”, ha añadido.
En marzo de 2020, “sabíamos que el coronavirus era una enfermedad muy grave pero no teníamos información. Había dudas sobre el mecanismo de transmisión y sobre el diagnóstico, se hacían pruebas de anticuerpos y no sabíamos qué significaban” ha explicitado Simón.
Y el resultado fue el estado de alarma, que ha justificado por que había que tomar medidas drásticas para que “el sistema sanitario no se fuese al garate”.
El punto de inflexión de las vacunas

Simón se ha referido también al punto de inflexión que supuso la vacunación.
“Estamos terminando de vacunar a los más jóvenes. Los de 20 a 29 están con coberturas de vacunación del 67 por ciento y los de 12 a 19, alrededor del 50 por ciento con pauta completa y más del 75 por ciento con una sola dosis. Y con una ventaja, la efectividad es mayor en los más jóvenes”, ha informado.
Y su juicio, para conseguir el umbral de inmunidad de rebaño “a los más jóvenes les podemos vacunar un poquito menos que a los más mayores, y obtener el mismo resultado”.
Como colofón de su ponencia, el director del CCAES ha apelado a una agencia de salud pública “sólida que coordine acciones en tiempos de crisis”.
Simón ha rematado su intervención con una llamada a la coordinación:”El mundo no es una selección de países, el mundo es uno y la salud tienen que incluir a todos los sectores, todos los niveles administrativos y a todos los responsable de más alto nivel político”.
“Y si no entendemos que hay que trabajar todos con todos, en la siguiente pandemia mejoraremos, pero no tanto como podríamos”, ha concluido en su intervención ante el Congreso de la Sociedad Española de Epidemiología.
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