La motivación, una fuerza invisible que empuja al ser humano a emprender una acción. Nace de un estímulo que nos pone en movimiento y ayuda a definir hacia dónde ir, aspectos que favorecen la autorrealización. EFEsalud ha hablado con el psicólogo Lorenzo Mora, y los coaches Iván Ojanguren y Pilar Jericó, quienes examinan los fundamentos de esta palanca actitudinal y emocional

Desde un punto de vista académico y científico, el psicólogo y profesor de la UNED Lorenzo Mora define la motivación como “un proceso dinámico que activa, da energía y dirige al organismo hacia la consecución de su objetivo, sea este una meta, necesidad orgánica o necesidad psicológica”. Para entenderla es necesario conocer los fundamentos de la motivación y su funcionamiento
¿Cómo funciona la motivación?
El profesor Mora explica que nace de una carencia, de un estado de necesidad. Define:”La motivación nace de un estímulo externo o interno que nos pone en movimiento en la dirección que estimemos oportuna”.
Motivación y emociones: ligadas de manera estrecha
Según el psicólogo, diversos teóricos sostienen que la emoción es el primer sistema motivacional. Nos acercamos a lo que nos gusta, nos alejamos de los peligros… Es decir, nos acercamos a lo que nos produce emociones positivas y nos alejamos de lo que nos produce emociones negativas.
El profesor afirma que, al igual que la motivación, “la emoción también tiene un fin adaptativo”.
En cuanto a los impulsos, el profesor de la UNED los considera como un tipo de desencadenantes del proceso motivacional: a veces actuamos y nos movemos por impulsos o motivos internos.
Entre el psicólogo y el libro “Psicología de la motivación. Teoría prácticas experimentales”, editado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), conocemos la existencia de motivos primarios y secundarios.
Tipos de motivos
Motivos Primarios
Los motivos primarios son aquellos que, desde el nacimiento, están relacionados con la subsistencia. Los principales son hambre, sed, sueño y sexo.
- Hambre: Su finalidad es la regulación de de la ingesta de calorías para prevenir el déficit de energía para sobrevivir.
- Sed: Se da cuando disminuye el volumen o concentración de los fluidos corporales y también tiene por objetivo la supervivencia.
- Sueño: Desempeña funciones tanto de restauración fisiológica como de reestructuración psíquica.
- Sexo: A diferencia de los motivos primarios ya mencionados, este no es regulatorio. Mientras el hambre, la sed y el sueño son motivos para la supervivencia, el sexo es un motivo vital para la supervivencia de la especie.

Por el contrario, los motivos secundarios son aprendidos y no tienen base biológica. Se adquieren y están determinados por la cultura.
Los motivos secundarios es lo que conocemos por motivación.
Motivos secundarios: la motivación por el gusto, “movere”
Estos motivos juegan un importante papel en el desarrollo emocional. Pilar Jericó, coach, explica: “La motivación no deja de ser un hecho emocional, un resultado de emociones y pensamientos. Está relacionada con nuestra forma de ser, nuestros anhelos, con nuestra identidad y el aprendizaje desde pequeños”.
El objetivo ilusionante es clave, pues es la motivación te define hacia dónde quieres ir. Se apunta que la motivación es un motor interno y nos ayuda a tener una sensación de autorrealización.
Asimismo, María del Prado Rivero, coautora del libro “Psicología de la motivación”, expone en él que las tres principales motivaciones son:
- Motivación del logro: La motivación del logro es la tendencia a buscar el éxito en situaciones desafiantes que supongan un reto, con el fin de obtener la propia satisfacción y sin tener especialmente en cuenta la aprobación externa. Está ligada a la educación, según el estudio Winterbottom, del año 1959. En este estudio se concluyó que hay una relación entre la motivación de logro de los niños y cómo les educan sus madres. Esto se traduce en que se tendrá mayor motivación del logro si este recibe apoyo emocional y se le muestra cariño.
Desde la infancia el niño aprende a relacionar presencia de ciertas personas con la satisfacción de sus necesidades/EFE/Leo La Valle - Motivación del poder: La motivación de poder es la necesidad de tener un impacto externo, una influencia sobre las personas o el mundo en general. Tiene dos formas de expresión: el poder personal, que consiste en tener dominio sobre los demás; y el poder social, que consiste en contribuir al beneficio de los demás.
- Motivación de afiliación: Consiste en la voluntad de establecer, mantener o recuperar una relación afectiva con otras personas. Desde la infancia, el niño aprende a relacionar presencia de ciertas personas con la satisfacción de sus necesidades.
¿Cómo afecta la personalidad a la motivación?
El profesor Mora es claro: los motivos secundarios son adquiridos según los estilos educativos a los que uno se ha sometido durante la infancia pasan a formar parte de la estructura de personalidad.
¿Cómo se pueden solucionar problemas motivacionales?
Ivan Ojanguren, coach, explica que la desmotivación puede tener dos causas: “La primera es porque por la mañana uno se despierta y no tiene nada que hacer. La segunda, que los objetivos que uno tenga no sean realmente motivadores”.
Para este coach es clara la solución, pues “al final la técnica consiste en que la persona sea consciente de lo que hace, lo que quiere y no tiene, y qué objetivos se puede poner”.
Realmente no existe, para Ojanguren, una estrategia concreta para motivar. Lo que siempre funciona suele ser la generación de un contexto para que la persona desmotivada descubra qué le puede mover. La persona tiene que pensar en qué es importante para ella.
Ámbito laboral: un ejemplo de la motivación como motor
¿Qué motiva a un trabajador?
Hay diferencias sustanciales en función de en qué parte de la pirámide se encuentre un trabajador
Según Pilar Jericó, hay diferentes motivaciones en función del escalafón laboral y la edad:
- En la parte baja importa el ambiente.
- En la parte superior importa el proyecto de la empresa y su cultura.
- En las generaciones más jóvenes gana peso la motivación trascendente.
Trabajos creativos y trabajos mecánicos. ¿Qué motivaciones tienen?

El trabajo creativo es motivador y necesita mucha libertad. Además, si se reconoce la labor del trabajador, ese trabajo terminará por fascinar al empleado.
Pero la cosa cambia cuando el trabajo es mecánico. Jericó apunta: “Hay que hacer sentir importantes y útiles a los trabajadores además de escucharles. A un operario puede resultarle más difícil que su trabajo le fascine. Además, como no suele tener capacidad de escoger trabajo aguantan más en sus puestos”.
El perfil de un motivador
Un buen motivador, según Mora, tiene que ilusionar y emocionar, ser empático a la vez que asertivo.
El psicólogo apunta: “Tiene que conocer las características personales de aquel a quien quiere motivar. A quién le motivan las recompensas materiales o quienes se mueven por recompensas de tipo afectivo, reconocimiento social o aumento de responsabilidad”.
No hay que olvidar la importancia que tiene saber establecer metas y objetivos adecuados a cada persona. Estos son establecidos de tal forma que sean un incentivo para intentar mejorar. Se tiene que conseguir un equilibrio: los objetivos han de requerir esfuerzo pero a su vez hemos de poder asegurar el éxito, añade.
Debe estar conectado para enviar un comentario.