En una entrevista con EFE, el cardiólogo indica que, probablemente, "muy pronto" se identificará a grandes segmentos de población "que pueden tener la enfermedad y aún no lo saben" pero no cree que sirva para que cambien sus hábitos de vida

Fuster duda del cambio de hábitos, aunque sepamos que enfermaremos
Valentín Fuster, este verano, durante su participación en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander./EFE/Esteban Cobo
  • 23 de julio, 2012
  • Santander/Pilar Palazuelos

El director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) afirma que, gracias a la tecnología y a la investigación, se podrá saber si una persona va a desarrollar en el futuro una enfermedad cardiovascular.

"El problema está en si esto será suficiente para cambiar los hábitos de vida" de una sociedad donde la obesidad y sus consecuencias -hipertensión, diabetes o colesterol- suponen un auténtico "proceso epidémico".

Fuster, quien ocupará la Presidencia del futuro Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad en España, asegura que los estudios preliminares "no son halagüeños" en ese sentido.

"No nos gusta pensar que somos vulnerables. Preferimos ignorar y seguir nuestro estilo de vida", afirma en una entrevista con la Agencia EFE con motivo de su paso por los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.

En el estilo de vida es donde Fuster encuentra uno de los talones de Aquiles de la sociedad actual: en el tabaquismo, la falta de ejercicio, la mala dieta y la obesidad.

El también director del Instituto Cardiovascular del Hospital Monte Sinaí de Nueva York cree que uno de los principales problemas es "la falta de un sistema de educación o de instrucción" que sirva para hacer comprender desde la infancia el impacto de la obesidad y de las enfermedades cardiovasculares.

"Por aquí es donde tenemos que empezar, con un proceso educativo de mucha envergadura. Esto es lo más importante y creo que, una vez que se comprenda el problema, será mucho más fácil poder atajarlo", resalta.

El doctor Fuster ha elaborado y colaborado en informes científicos para el Gobierno de Estados Unidos, la Comisión Europea o la Organización Mundial de la Salud, entre otros.

Y en 2010 comenzó en España el programa de Salud Integral (SI), en el que en este curso han participado 11.000 niños de más de sesenta colegios de Madrid y Barcelona, y que está previsto, además, para Orense.

Valentín Fuster subraya que este programa "está funcionando bien" en sus dos objetivos: intentar que el niño se cuide y "moldear" su conducta e instruirlo para que, de adulto, tenga un estilo de vida adecuado.

A pesar de ese buen resultado del programa, su impulsor teme el riesgo que podría suponer que se expandiera "demasiado rápido", pues la calidad no puede fallar.

Según precisa, éste es un proyecto "muy a largo plazo", conformado por 60 horas de instrucción, con unidades didácticas y la serie infantil de Barrio Sésamo, con un 'doctor Ruster' inspirado en el propio Valentín Fuster que animará a cuidarse.

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