Parece surrealista poder adentrarse en una cueva de sal en mitad de la ciudad. Más aún, con efectos beneficiosos para la salud destinados a mejorar algunas enfermedades respiratorias, dematológicas y también la alergia. Haloterapia: nunca respirar sal había traído tanto bienestar

La tenemos en el mar y en la cocina. Hay quienes la echan a todo, hay quienes no la pueden tomar. Estaba presente en la medicina egipcia, en la griega, en la romana, en la Edad Media… y ahora también en forma de haloterapia.
Hablamos de la sal, y de una terapia natural destinada a mejorar las alergias, los problemas crónicos respitatorios (asma, bronquitis, fiebre del heno y fibrosis quística) y afecciones dermatológicas (acné, dermatitis, psoriasis, celulitis). Además, también ayuda a la prevención y tratamiento del resfriado común, a la limpieza de las vías respiratorias con partículas nocivas a causa del tabaco, y tiene efectos beneficiosos sobre la fatiga crónica, el estrés, la depresión o el sobreesfuerzo.
Para todo esto podemos entrar en una cueva de sal en mitad de la ciudad, aunque sólo en Madrid y en Toledo, de momento. Los centros Saltium traen desde Austria kilos y kilos de sal (especial) para poder ofrecer esta terapia. Para saber más sobre ella, EFE Salud ha visitado uno de sus centros, el de Madrid.
La haloterapia está “reconocida clínicamente como terapia natural complementaria, eficaz y libre de medicamentos para enfermedades respiratorias y dermatológicas”, explica Claudia Arango, directora del centro de Saltium en Madrid. Ellos son los únicos que lo ofrecen en España además de llevar franquicias a numerosos rincones del mundo. En Rusia está incluida como terapia oficial en el sistema de salud y reconocida como terapia clínica en Inglaterra.
50 minutos respirando sal

La sal se impregna en la piel y en el fondo de los pulmones, se nota. Son 50 minutos en una hamaca rodeados de sal en el techo, en la pared y en el suelo, como arena de playa. Tenues luces que cambian de color completan la estética de un ambiente que consigue ser relajante. Se puede dormir, se puede leer (con unas pequeñas lámparas que facilitan), se pueden cerrar los ojos y pensar que estamos en cualquier cueva de cualquier rincón del mundo.
Pero, ¿se trata simplemente de sal amontonada?, ¿cómo conseguimos respirar la cantidad adecuada?, ¿cómo se mantiene en el aire?
Es una técnica “basada en respirar un ambiente saturado por micro-partículas de sal Roca 100% natural de origen mineral”, señala Arango.
Este ambiente se consigue gracias a una “combinación de temperatura, humedad ambiental y concentración de partículas de sal muy pequeñas y capaces de llegar a los alvéolos pulmonares y depositarse profundamente en la epidermis”. Algo que en el caso de los pulmones no se consigue con otras terapias en las que el vehículo no es el aire sino el agua, pues no puede llegar al fondo de los pulmones.
La terapia tiene, según la especialista, “beneficios destacables en la purificación de las vías respiratorias, el refuerzo del sistema inmunológico y la mejora de patologías de nuestra piel retrasando su envejecimiento”.

¿Cómo se consiguen estas micro-partículas? Gracias al halogenerador, un dispositivo de última generación que produce y libera las partículas de cloruro de sodio necesarias para crear el ambiente de las minas de sal. Así, se consigue un aire limpio y seco saturado de micro-partículas con un índice de granulidad idóneo para su penetración en las cavidades más profundas de los pulmones y de las capas superficiales de la piel.
Además, este halogenerador cuenta con un microprocesador que controla el nivel de concentración de cloruro de sodio que hay en la sala que, junto a medidas de humedad y temperatura concretas, hacen que aumente la efectividad del tratamiento, según explica la entrevistada.
Se puede entrar en tres tipos de sala diferentes: la primera está acondicionada para niños (con juguetes y espacio para padres y sesiones de 40 minutos), la segunda de uso individual para poder tratar en ropa interior problemas de la piel y la tercera y más espaciosa de uso compartido. Así mismo, cada sala cuenta con un sistema de ventilación para renovar el aire.
Las tres propiedades naturales de la sal
La sal tiene tres propiedades naturales que la hacen ser una excelente terapia para el asma, según explica Claudia Arango:
– Es antiséptica y antibacteriana, lo que reduce notablemente las opciones de contraer infecciones respiratorias.
– Es anti-inflamatoria, propiedad fundamental para su uso en enfermedades crónicas respiratorias, ya que reduce la inflamación de las vías respiratorias haciendo desaparecer así la dificultad para respirar. Así, permite una mejor oxigenación celular y ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Adicionalmente, su efecto osmótico sobre los fluidos de los tejidos del organismo ejerce una acción expectorante ayudando a limpiar las vías respiratorias, a eliminar las flemas y la mucosidad.
Arango subraya que “bajo la influencia de la haloterapia se consigue una disminución de la tos y de los ataques de disnea con una mejoría real del haz de luz bronquial, cuya obstrucción es característica del asma, EPOC, fibrosis quística y otras enfermedades respiratorias”.
¿Cómo funciona la sal en la piel?

Por ósmosis. Es decir, “las micro-partículas de sal se depositan sobre las capas superficiales de la piel atrayendo las moléculas de agua a los poros y consiguiendo así un equilibrio en la hidratación de la piel, ya que la resequedad es una de las principales manifestaciones de la dermatitis” señala la entrevistada.
Además, al ser antiseptico y antibacteriano natural, se deposita y actúa sobre todos los agentes patógenos en la superficie de la piel. Por otro lado, su capacidad anti-inflamatoria natural actúa sobre el picor, el enrojecimiento y las inflamaciones de la piel. Una terapia diferente, natural, con grandes dosis de sal y que poco a poco se va abriendo hueco en la sociedad.
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