Hongos en las uñas, pié de atleta, tiña o candidiasis. Infecciones comunes y localizadas causadas por hongos que pueden producir infecciones invasivas mortales en personas con sistemas inmunitarios debilitados por trasplantes, enfermedades o tratamientos agresivos. Son patógenos oportunistas que cada año causan más de un millón de muertes

Los hongos se encuentran en el ambiente, el aire, el agua, la materia orgánica en descomposición, pero también forman parte de la flora normal del cuerpo humano.
Se han descrito más de doscientas especies de hongos que pueden ser patógenas para los humanos. Las más comunes son las distintas especies de cándidas y aspergillus que pueden producir tanto infecciones localizadas como invasivas y que normalmente cursan con sintomalogía similar a la de una infección bacteriana o vírica y por tanto son difíciles de diagnosticar sin las herramientas adecuadas.
Resistencia a los antifúngicos
La científica Ana Alastruey, desde el Servicio de Micología del Centro Nacional de Microbiología adscrito al Instituto de Salud Carlos III de Madrid, trabaja en diferentes proyectos de investigación que persiguen, además de identificar nuevas especies patógenas y elaborar herramientas de diagnóstico más precisas, detectar las cepas resistentes a los tratamientos.

Los antifúngicos más usados en infecciones humanas son los azoles, que se utilizan también como plaguicidas en explotaciones agrícolas, parques y jardines. En los últimos años se ha descrito un aumento de hongos resistentes a los azoles en varios países europeos, entre ellos Holanda donde se han aislado cepas resistentes en cultivos agrícolas.
“En España están empezando a aparecer cepas con el mismo mecanismo de resistencia que las cepas de Holanda” es importante vigilar la aparición de estas resistencias en nuestro país ya que podrían causar un problema de salud pública, explica la investigadora.
Se está realizando un estudio de vigilancia epidemiológica con los hospitales públicos españoles de la resistencia a los antifúngicos. “La tasa de resistencia a los antifúngicos está entre un 5 y un 10% en España” pero hay países europeos que están observando un aumento importante de las cepas resistentes, al igual que ocurre en bacterias, explica la doctora en Biología por la Universidad Complutense y máster en Bioinformática y Biología Computacional.
Con los datos y cepas obtenidos en los estudios y la colección de hongos que posee el Servicio de Micología se va a crear una base de datos y se va a secuenciar el genoma de unas 400 cepas de hongos patógenos, lo que permitirá un mayor conocimiento de los mecanismos responsables de las resistencias así como para el desarrollo de nuevas herramientas para su detección.
La importancia radica en conocer las distintas especies de hongos patógenos para dar un diagnóstico rápido y un tratamiento adecuado, además de la aparición de cepas resistentes ya que esto está directamente relacionado con la supervivencia del paciente. “Es difícil encontrar nuevas dianas terapéuticas y desarrollar nuevos compuestos con actividad frente a los hongos, en la actualidad existen muy pocos antifúngicos de uso clínico”, destaca la científica.
En el diagnóstico, el cultivo sigue siendo la prueba estándar, pero también se trabaja ahora en técnicas de diagnóstico directo: “En vez de cultivar la muestra, se detecta el ADN del hongo a partir de la muestra del humano”, señala Ana Alastruey.
Las alergias a los hongos

Igual que la inmunidad baja permite al hongo crecer en nuestro organismo, también puede suceder lo contrario, que el sistema inmune reaccione exageradamente produciendo alergias con complicaciones graves como el asma severo.
“No hay herramientas de diagnóstico estandarizadas, ni estudios de prevalencia en España, por lo que la alergia a hongos es un tema aún poco estudiado en nuestro país”, indica la especialista
El alcance de las infecciones fúngicas
Más de 300 millones de personas en el mundo están afectadas por una infección fúngica grave. Sin los medicamentos adecuados, los hongos matan al año a 1.350.000 personas con sida, cáncer, tuberculosis y asma, según datos de la Fundación Global Action Fund for Fungal Infections (GAFFI).
En España las infecciones fúngicas invasoras afectan cada año a entre 5.000 y 8.000 personas con enfermedades inmunodepresoras. Se calcula que hay 11.000 casos anuales de candidiasis orofaríngeas y 800.000 mujeres sufren candidiasis vaginal recurrente (más de cuatro episodios al año), un desequilibrio en la propia flora causado por diferentes factores, como la medicación con antibióticos.
Estos datos son aportados por GAFFI, entidad que intenta llamar la atención a gobiernos e instituciones sobre el alcance de las infecciones fúngicas, proporcionar el acceso universal a los antifúngicos y promover nuevas herramientas de diagnóstico.
Ana Alastruey, que colabora con la Fundación GAFFI, explica que la lucha contra estas infecciones fúngicas todavía es más complicada en países en vías de desarrollo: “En África mueren unas 600.000 personas al año por criptococosis, un tipo de infección fúngica para la que existe tratamiento”.
“Es importante -añade- el acceso al tratamiento y al diagnóstico en todos los países, sobre todo en países tropicales y subtropicales de América Latina, África, India…zonas de calor y humedad donde los hongos son mucho más prevalentes”.
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