“Ahora tengo expectativas de vida como cualquier persona”, explica Mario Cortés, uno de los cuatro pacientes de hepatitis C usuarios del nuevo medicamento que han contado a EFE su historia de lucha y superación. El renacer de los enfermos de Hepatitis C, protagonistas en 2015 de un hito histórico en la ciencia que ha cambiado el rumbo de una enfermedad que celebra mañana su Día Mundial

La vuelta a la vida de cuatro pacientes de hepatitis C
  • 27 de julio, 2015
  • MADRID/EFE/ROCÍO GALÁN

Desde el pasado 1 de abril, fecha en la que empezó a aplicarse el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, muchos pacientes de esta enfermedad han visto factible el camino a la curación. EFE ha hablado con cuatro de los enfermos de este tipo de hepatitis que ya han tenido acceso al tratamiento de nueva generación, todos ellos con unos resultados que demuestran la efectividad de un medicamento que marca un antes y un después en la historia de la enfermedad.

Mario Cortés: “Ahora tengo expectativas de vida como cualquier persona”

Vigilante de una urbanización y con 48 años, es uno de los fundadores de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, gran protagonista en la batalla por conquistar el nuevo fármaco que salvaría vidas.

Imagen de Mario Cortés
Mario Cortés./ Imagen cedida por él mismo

En fase 2 de la enfermedad con una fibrosis moderada en el hígado, cuenta que después de tres meses de tratamiento “el resultado ha sido increíble”. Salvo algunos efectos secundarios como dolor de cabeza al principio del tratamiento, algo en lo que coinciden los cuatro protagonistas, “al primer mes el virus ya estaba indetectable y no me he enterado del tratamiento”.

Ahora Mario puede comer sin vigilar, gramo a gramo, su alimentación. También sale a caminar y no se cansa. Y su hígado ya no está inflamado. Pero, “si el cambio físico es tremendo, el psicológico es espectacular“, señala.

“La losa que tenía sabiendo que iba hacia la muerte se ha convertido en tener expectativas de vida como cualquier persona”, subraya Cortés.

Después de 25 años con el virus en el cuerpo se puede decir que estoy curado”, dice Mario orgulloso de su lucha pero también de crear el movimiento de la plataforma, considerando que “el paciente tiene el papel de revelarse y exigir sus derechos”, pues de no ser por la lucha “nosotros seguiríamos muriendo en silencio”.

Cristóbal Cristóbal: “Tenía una esperanza de vida de 3 a 4 años”

Tiene 50 años y es gruista de obra. Doce semanas con los nuevo fármacos y la analítica del mes le ha dado negativa. Estaba en fase 4 de la enfermedad, “con una esperanza de vida de 3 a 4 años”. Ahora se da cuenta de que ha vivido cansado los 33 años que ha cargado con la enfermedad a sus espaldas, “es como si vivieras en una neblina y de repente se te aclarara la vista”, explica Cristóbal Cristóbal. Para la cirrosis del hígado que aún tiene, tiempo y paciencia para que el órgano se regenere.

Imagen de Cristóbal Cristóbal
Cristóbal Cristóbal./ Imagen cedida por él mismo

“Tengo energía en el cuerpo, el virus ya no me está maltratando. He pasado de morir en unos años a morir de cualquier cosa como cualquier persona”, apunta.

Pero señala que es una alegría contenida, porque para él, como para el resto de usuarios del medicamento (que ya son más de 7.000 y llegarán a casi 52.000), la lucha no ha terminado. “Dentro de la amargura de sentirte impotente -explica-, luchamos porque el medicamento sea para todos. Hemos conseguido mucho pero todavía falta, porque no se puede jugar con la salud de las personas teniendo un medicamento guardado de una enfermedad que perfectamente se puede erradicar”.

Ana López, una de los pacientes con Hepatitis C

Ana es teleoperadora y tiene 46 años. En fase 2, hace menos de una semana se tomó la última pastilla del medicamento después de doce semanas de tratamiento. En este caso también el resultado ha sido virus no detectable.

Ella también se ha dado cuenta con su curación de que ha estado viviendo 25 años cansada. Comenta que vivía en un estado de apatía, algo que se convirtió en una rutina porque “uno de los síntomas es el cansancio continuo, y el hígado es un órgano que pide reposo”, señala.

“Ahora mismo tengo energía, siento volver a nacer, siento volver a la vida”, apunta.

Ana y Carlos abrazados
Ana López y Carlos Sánchez,/ Imagen cedida por Ana

Señala que, tras el triunfo del medicamento, “el problema ahora está en que los enfermos en fase 0 y 1 no están en el plan”. Además, subraya que es fundamental la prevención, para lo que “se están haciendo campañas porque hay gente que no sabe que tiene hepatitis C”.

Y es que, “se estima que en España alrededor de 481.000 personas tienen hepatitis C crónica y hasta el 80% lo desconocen”, afirma Antonio Bernal, presidente de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH).

Carlos Manuel Sánchez, la satisfacción de la curación

Carlos Sánchez, marido de Ana, 51 años y pensionista a consecuencia de la enfermedad, también tomó el mismo medicamento que su mujer durante doce semanas. Estaba en fase 3 y hoy siente la alegría de olvidarse de una enfermedad que le acompañaba desde hace 25 años y que ahora se muestra no detectable en su cuerpo.

“El cambio es brutal. Es como estar toda la vida en una habitación encerrado y de repente ver que hay una puerta que abres y puedes salir”, cuenta este afectado.

Carlos tenía una cirrosis micronodular y le quitaron la vesícula. Ahora queda la recuperación física de las secuelas de la enfermedad, ya que las psíquicas le cohibieron durante muchos años porque, según explica, cuando salía porque siempre creía que podía ser una carga para los demás a causa de su permanente estado de cansancio. Ahora tiene la vida por delante.

Afortunadamente, la pesadilla ha terminado para estos pacientes de una enfermedad, la hepatitis C que, según la Organización Mundial de la Salud, se lleva entre 300.000 y 500.000 vidas al año también por otras enfermedades hepáticas relacionadas.