Si en el 2014 la calvicie empezó su cuenta atrás final con la aparición de Artas, el robot que trasplanta pelo, el cierre del 2015 nos ha traído cuatro innovaciones del humanoide más capilar y más estético: previsualización del resultado final, mayor rapidez en las extracciones en la zona dadora, selección exclusiva de los bulbos con dos o más folículos y realización de las incisiones precisas en la zona calva, el paso previo a la automatización total de los trasplantes capilares

Llega la nueva versión anticalvicie del robot Artas
El doctor López Bran controla al robot Artas con la ayuda de su equipo de especialistas en trasplante capilar. EFE / GRB
  • 14 de octubre, 2015
  • MADRID / EFE / GREGORIO DEL ROSARIO

Todos estos avances de la Clínica IMEMA mejoran la experiencia del paciente y los resultados de la intervención, trasplante que es indetectable a la vista. Y lo que es mejor, esta fusión de la tecnología robótica con un equipo de especialistas eficaces, liderados por el doctor Eduardo López Bran, garantiza el 95% de crecimiento de los pelos trasplantados.

A más y mejor pelo, más felicidad

El equipo médico comienza la operación realizando cinco fotografías de la cabeza desde distintos ángulos y, a partir de las imágenes, se desarrolla un prototipo en tres dimensiones de la cabeza con el pelo ya crecido, un diseño a la medida del paciente, quien comprueba in situ el resultado del trasplante antes de la cirugía.

Los beneficios del ‘Artas Hair Studio‘, que así se llama esta fase, son indudables: “Se reduce la inquietud, cuando no la ansiedad, que provoca el hecho de que el paciente no sepa cómo va a quedar después del trasplante“, señala el dermatólogo.

Detalle de la aguja computerizada de Artas, con la que el robot extrae los folículos capilares.
Detalle de la aguja computerizada de Artas, con la que el robot extrae los folículos capilares. EFE / GRB

Una vez realizado el diseño, el prototipo se transfiere al robot Artas, el cual realiza las incisiones en la zona dadora (nuca) de acuerdo a los parámetros más convenientes para la extracción: dirección, ángulo e intensidad; garantizando, en una única sesión, miles de unidades foliculares viables.

Esta segunda generación de Artas incrementa las revoluciones en la extracción de unidades foliculares, llega a las 3.000; con lo que se consigue una mayor calidad de las unidades foliculares extraídas y una cicatrización más rápida, sin cicatrices.

Se incorpora, también, la posibilidad de seleccionar las unidades foliculares a extraer en función del número de pelos que tiene cada bulbo. Se extraen solo las unidades foliculares que contienen dos o más pelos y así se obtienen un mayor número de cabellos, con un menor número de incisiones y un mejor resultado estético.

Además, se utilliza un ‘Site Making‘ o software para la realización de las incisiones en la zona receptora o zona calva. Se basa en los parámetros del diseño realizado previamente con el ‘Artas Hair Studio’.

El robot Artas marca dónde hay que hacer la incisión para el trasplante folicular en el cuero cabelludo-efe
Zona con alopecia. EFE / GRB

El robot realiza las incisiones a un ritmo de 2.000 a la hora, uniformes en su profundidad,  minimizando el daño en la zona con alopecia. Al mismo tiempo respeta el pelo preexistente, si lo hubiera, en esta misma receptora.

Con estas cuatro mejoras, el humanoide Artas entra en la antesala de los cirujanos de trasplante capilar, a la espera de una oportunidad, no muy lejana, de llevar a cabo de principio a fin toda la intervención del trasplante, zona a zona y pelo a pelo… pero será con una tercera generación.

López Bran y Artas, juntos y de la mano

La empresa americana “Restoration Robotics“, fabricante del Robot Artas para el trasplante de pelo, acaba de anunciar la formación de un Consejo Asesor Médico a nivel mundial del que “forman parte un selecto grupo de doctores, expertos en trasplante de pelo y con una amplia trayectoria y reconocimiento internacional”, afirma en un comunicado.

Y el cirujano y dermatólogo Eduardo López Bran se encuentra entre los elegidos junto a los doctores Robert Bernstein, de Nueva York; David Berman, de Palo Alto, California; Paul Rose, de Coral Gables, Florida; y Joao Carlos Pereira, de Sao Jose Do Rio Preto, Brasil.

La aguja extractora del robot anticalvicie Artas se posiciona sobre la zona dadora de la nuca del paciente para efectuar un trasplante capilar
Artas extrae folículos capilares de la nuca de un paciente. EFE / GRB

La Clínica Imema, que es centro de formación europeo de los doctores y cirujanos que quieren aprender a manejar el robot Artas, refuerza así su posicionamiento médico y empresarial en el trasplante capilar robotizado, una técnica no invasiva que da un nuevo aspecto a la vida.

López Bran
Artas, un humanoide anticalvicie