La presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), María Victoria Mateos, aboga por una mayor visibilidad de los cánceres hematológicos. Tumores que, como ella misma relata, no tienen el nombre de “cáncer de algo” ni están ubicados en un órgano concreto sino que están en la sangre y por eso la gente tiene un mayor desconocimiento sobre ellos.

María Victoria Mateos, presidenta de la SEHH: Hay que concienciar de la existencia de los cánceres hematológicos
La presidenta de los hemátologos, María Victoria Mateos. Foto cedida por la SEHH

Con motivo del mes de los tumores de la sangre, que se conmemora en septiembre, Mateos apunta en una entrevista a EFEsalud que los cánceres hematológicos ocupan el puesto número cinco en el orden de frecuencia.

De hecho, se estima que en 2024 se diagnosticarán 28.657 casos en España, lo que representa una tasa de 55,9 casos por 100.000 habitantes y año.

La hematología goza de buena salud

Mateos, quien es referente internacional en mieloma múltiple, está convencida de que el campo de la hematología en España “goza de buena salud” porque hay más de 3.000 especialistas distribuidos por todos los hospitales. Y trabajan de una manera “coordinada y homogénea”, con protocolos comunes, a través de grupos cooperativos centrados en cada uno de los cánceres hematológicos.

Esto permite a los diferentes grupos cooperativos analizar los resultados de los tratamientos que aplican a los pacientes en todo el territorio nacional, asegura la experta.

“Eso da un valor añadido para ver cómo son nuestros resultados y encontrar puntos para mejorar, puntos para investigar”, agrega.

Cánceres desconocidos

Mateos opina que los cánceres hematológicos son aún desconocidos entre la población porque “simplemente no tienen el nombre de cáncer de algo” y no tienen una ubicación en un órgano concreto como puede ser el colon, hígado, páncreas o pulmón.

Mateos cánceres hematológicos.
Mateos en el acto de presentación sobre las estimaciones para 2024 del cáncer hematológico. Foto cedida por la SEHH.

“Muchas veces la gente asocia a cánceres hematológicos la leucemia, pero hay otros muchos y el objetivo fundamental en este mes es darlos a conocer y concienciar a la población de su existencia”, afirma la experta.

La revolución de las CAR-T

La hematóloga también destaca la “gran revolución” que ha supuesto el desembarco de la terapia celular con linfocitos CAR-T. Y es que es uno de los fármacos de última generación que está cambiando el curso de estos tumores al aumentar la supervivencia en los más frecuentes como los linfomas, leucemias y mielomas.

Consiste en modificar genéticamente los linfocitos T del paciente para que lleven en su superficie un receptor que les dirija hacia las células malignas y, una vez que se une a ellas, se active y consiga destruirlas.

Terapia que, además, apunta la experta, ya empieza a expandirse más allá de los cánceres hematológicos a los tumores sólidos e incluso a enfermedades autoinmunes.

“En la hematologia, en concreto, ha supuesto una oportunidad para practicar una medicina muy de precisión (…) Los resultados son estupendos y estamos hablando de estrategias curativas en algunos cánceres hematológicos, como pueden ser los linfomas, como la leucemia linfoblástica, con lo cual es una gran revolución”, insiste Mateos.

La experta destaca que en España “somos muy afortunados” en este sentido porque es un país prioritario para la investigación clínica promovida por la industria farmacéutica pero también por los grupos cooperativos de la SEHH.

De esta forma, los pacientes españoles tienen la oportunidad en el contexto de la investigación clínica de “ser, a veces, los primeros pacientes en el mundo en recibir esta innovación”.

Decalaje entre la innovación y la práctica clínica

No obstante, sí reconoce que en estos momentos “hay un poquito de decalaje o un poco de retraso entre la innovación en investigación clínica y la innovación en la práctica clínica”. A su juicio se debe a que los procesos regulatorios y los procesos de aprobación de las terapias “son complejos”.

“Al final, es una negociación entre el que compra y el que vende. Pedimos que esos procesos se aceleren cuanto más posible, básicamente que llegue la innovación a los pacientes, pero también solicitamos, y yo tengo que decir que creo que cada vez estamos más cerca de eso, participar en esas negociaciones”, recalca.

La hematóloga explica que los investigadores obviamente ni compran ni venden nada, pero sí han formado parte, en muchas ocasiones, del desarrollo clínico de esos fármacos, con lo cual tanto las compañías farmacéuticas como el Ministerio de Sanidad tienen que considerarles “interlocutores válidos para responder a algunas de las preguntas”.

“Yo creo que estamos en un proceso de cambio en el que los reguladores cada vez van a contar más con nosotros para simplemente tener nuestra opinión e incorporarla a ese modelo de evaluación”, sostiene Mateos.

Principales retos

También hace hincapié en que el principal reto que tienen los hematólogos por delante es seguir luchando e investigando en torno a la prevención. Encontrar factores que potencialmente pudieran favorecer el desarrollo de estas enfermedades y actuar sobre ellos.

“Y el gran reto es en el que estamos involucrados, que es curar el cáncer hematológico, ese es nuestro gran reto, ha sido nuestro gran reto desde el principio y hemos conseguido curar algunas neoplasias hematológicas. Por lo tanto, si nuestro reto es curar, pues todo lo demás viene condicionado con potenciar la investigación”, reflexiona.

Una investigación, añade la presidenta de la SEHH, para conocer cada vez mejor todos los cánceres hematológicos, así como los mecanismos de resistencia y “obviamente, generar innovación para ofrecérsela a los pacientes”.