Una resolución aprobada por la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial (AMM), celebrada en Fortaleza (Brasil) con la participación de representantes de corporaciones médicas de más de 100 países, subraya que la homosexualidad no es una enfermedad y condena su discriminación

  • 21 de octubre, 2013
  • MADRID/EFE

“La homosexualidad no es una enfermedad; es más bien una estigmatización y discriminación para personas con una orientación bisexual u homosexual, que puede ser peligrosa para la salud”, por lo que las llamadas terapias de “conversión” son “prácticas injustificables, contrarias a la ética, que deben ser denunciadas y sancionadas”.

Así se recoge en la resolución aprobada por la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial (AMM), celebrada en Fortaleza (Brasil) en la que participan representantes de las corporaciones médicas de más de 100 países, entre ellas la Organización Médica Colegial, representada por su presidente, Juan José Rodríguez Sendín; el coordinador del área Internacional, José Ramón Huerta, y el vocal nacional de Médicos con Empleo Precario, Fernando Rivas.

“Esta Declaración es un éxito de los Derechos Humanos y de la razón que evitará, sin duda, muchos sufrimientos”. Así lo ha expresado el doctor Rodríguez Sendín quien ha celebrado “el gran consenso alcanzado por los representantes de la organizaciones médicas de tan distintas procedencias” a la hora de aprobar esta declaración, informa la web de la Organización Médica Colegial medicosypacientes.com.

La AMM ha condenado esta estigmatización y discriminación de la homosexualidad por los peligros que representa para la salud y han expresado su preocupación sobre la persistencia en clasificar a la homosexualidad como una enfermedad y las intenciones de tratarla con procedimientos llamados de “conversión” o “reparación”.

En esta Declaración sobre “Las variaciones de la Sexualidad humana” se pone de manifiesto, en primer lugar, que la investigación científica ha demostrado que la homosexualidad no es una enfermedad, sino una variación normal en la sexualidad humana.

Por ello y en base a estas revisiones científicas, la homosexualidad fue eliminada del manual oficial de diagnóstico de la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos en 1973 y la OMS la eliminó de la ICD en 1990. También la Organización Panamericana de la Salud estipula que “en ninguna de sus manifestaciones individuales, la homosexualidad constituye un trastorno o una enfermedad, por lo que no necesita ninguna cura.”

La resolución deja claro que es responsabilidad de las asociaciones médicas nacionales crear conciencia en la comunidad médica y en la opinión pública que “la homosexualidad es una variación natural, no patológica de la sexualidad humana”.

Tras poner de manifiesto que los profesionales de la salud, se ven enfrentados a muchos aspectos de la diversidad humana cuando prestan atención médica, incluidas las diferentes variaciones de la sexualidad humana, la resolución de la AMM recoge que “se debe comunicar claramente que todo tratamiento de personas con orientación bisexual u homosexual no debe enfocarse en la homosexualidad, sino en los efectos que tiene para la salud la estigmatización y discriminación”.

Y añade que “las terapias que aseguran convertir la homosexualidad en una conducta asexual o heterosexual no tienen indicación médica, incluyen métodos cuestionables y deben ser denunciadas como contrarias a la ética”.