Médicos, gestores y pacientes han defendido un acuerdo global para mejorar el tratamiento del dolor crónico en España, una patología que afecta al 18 % de la población y que supone para el PIB un impacto económico de alrededor del 3,5 por ciento

Médicos y pacientes defienden un acuerdo global para mejorar el tratamiento del dolor crónico

Médicos y pacientes defienden un acuerdo global para mejorar el tratamiento del dolor crónico

Así lo han planteado en el curso de la Universidad Complutense “Sostenibilidad económica del abordaje del dolor crónico”, celebrado los días 5 y 6 de julio en San Lorenzo de El Escorial, organizado por la Sociedad Española del Dolor (SED), con la colaboración de la Fundación Grünenthal y el apoyo de Ferrer y Boston Scientific.

Por un abordaje del dolor crónico económicamente sostenible

El presidente de la SED, Víctor Mayoral, también jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de Bellvitge, ha señalado que el abordaje del dolor es económicamente sostenible siempre que se realicen cambios importantes en el modelo sanitario.

Cambios que pasan por un modelo de prevención con estrategias que posibiliten que los pacientes no cronifiquen su dolor, así como “rehacer y actualizar” el plan de dolor estatal, asignar los recursos eficientemente y conectar la atención primaria y la hospitalaria, ha enumerado.

Víctor Mayoral
El presidente de la Sociedad Española del Dolor (SED), Víctor Mayoral, en el curso “Sostenibilidad económica del abordaje del dolor crónico”/EFE/Javier Liaño

Mayoral ha remarcado la amplia participación que debe tener un acuerdo global: “Todos aportamos, desde la ciencia básica a la traslacional, el entorno asistencial y el empoderamiento de los pacientes. El dolor severo es una tragedia, en los pacientes y en sus familias, hay que hacer un esfuerzo, no nos rendiremos”.

El dolor, en  las agendas políticas

La consejera delegada de Globesalud, Paloma Alonso, ha reclamado: “Hay que poner el dolor en las agendas políticas de todos los gobiernos de la Unión Europea. No puede ser que un factor como el dolor, que en las encuestas de salud sale como el principal problema de la ciudadanía, no se esté abordando desde una perspectiva integrada”.

Paloma Alonso ha defendido una alianza estratégica contra el dolor crónico en la que estén las autoridades sanitarias, los gestores, los profesionales, las sociedades médicas y los pacientes y sus asociaciones, en sistemas público-privados, con la participación también de la industria y los proveedores.

Dolor crónico Paloma Alonso
La consejera delegada de Globesalud, Paloma Alonso, durante su intervención en el curso “Sostenibilidad económica del abordaje del dolor crónico”/EFE/Javier Liaño

Esta experta ha añadido que en un 20 por ciento de los enfermos con dolor crónico remite la enfermedad totalmente, en un 40 % lo hace parcialmente y en otro 40 por ciento no se observa que remita.

La pandemia ha empeorado el dolor crónico de los pacientes

La presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar, ha puesto el acento en la pérdida de calidad de vida de los pacientes con dolor crónico y ha expuesto los efectos que en ellos ha tenido la pandemia.

“La covid ha hecho que todos los males de los pacientes con dolor crónico hayan empeorado. Ahora son más frágiles que antes de la pandemia. Necesitamos una respuesta más sólida, ya que los afectados están mucho peor que en marzo de 2020, con más dolor y sufrimiento”, ha destacado.

Escobar ha defendido un pacto por la sanidad que incluya el tratamiento del dolor como uno de sus grandes aspectos, con un aumento de las inversiones en salud.

Carina Escobar
La presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar, en el curso de dolor crónico/EFE/Javier Liaño

Necesidad de un acuerdo global

La secretaria del curso, Luz Cánovas, ha resumido el objetivo de este encuentro: “Establecer entre todos los actores, clinicos, gestores y pacientes, un modelo para mejorar e implementar la sostenibilidad en el tratamiento del dolor crónico”.

Cánovas se ha hecho eco de uno de los datos ofrecidos en el curso: “En 40 o 50 años, el gasto económico del tratamiento del dolor se duplicará o triplicará”.