La pandemia del coronavirus ha hecho más por el impulso de la salud digital en el sistema sanitario que las gestiones y acciones de los últimos años. Así lo constatan expertos en salud y medicina online en el debate telemático “E-Salud, cambio del modelo sanitario y COVID-19”, organizado por la Agencia EFE. La aceleración en dos meses y medio ha sido vertiginosa y ha contribuido a la lucha contra la epidemia
La pandemia COVID-19 impulsa y acelera la salud digital en el sistema sanitario
El enorme impacto de la pandemia de coronavirus ha disparado la implantación de la salud digital en el sistema sanitario y ha impulsado el uso de dispositivos móviles para videoconsultas y telemedicina.
Es una de las principales conclusiones del debate telemático “E-salud, cambio del modelo sanitario y COVID-19”, organizado por la Agencia EFE y EFEsalud, en colaboración con la Fundación Merck Salud, donde los expertos asistentes subrayan la necesidad de medir resultados en salud, a lo que también ayudan las tecnologías.
En el debate se ha presentado el informe “E-salud y cambio del modelo sanitario”, un trabajo en el que han participado 40 expertos en salud digital, un documento amplio y multidisciplinar que cobra valor añadido con la crisis del coronavirus.
En este Diálogo EFE en Vivo, han participado el coordinador del informe y director de Derecho Sanitario Asesores, Fernando Abellán; el director médico del hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, Julio Mayol; y la geriatra Salomé Martín, directora de Desarrollo Técnico de Eulen Sociosanitarios.
Con ellos han estado Domingo Marzal, director médico y de Innovación de Sanitas Hospitales y Nuevos Servicios; Ángel Blanco Rubio, director corporativo de Procesos, Sistemas y TICs de Quirónsalud; y María Gálvez, directora general de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), los seis coautores del informe.

El debate ha sido presentado por Carmen González Madrid, presidenta ejecutiva de la Fundación Merck Salud, entidad que ha impulsado este trabajo, quien ha subrayado la oportunidad de aprovechar el efecto que supone la pandemia y profundizar en el desarrollo de la salud digital.
Un informe de referencia en e-salud
Este documento analiza la situación y retos de la digitalización de la salud y su aplicación contra las enfermedades; examina herramientas como la Inteligencia Artificial, el Big Data, las videoconsultas, la teleasistencia y la telemedicina; estudia aspectos bioéticos y legales; y ofrece la visión de los pacientes.
Fernando Abellán, coordinador del documento, resalta que el informe es una fotografía de lo más innovador en e-salud y muestra el camino a seguir en los campos clínico, bioético y legal para generar consensos.

¿Cómo afecta la COVID-19 a la salud digital?, le preguntamos. “Hay razones para pensar que los procesos y ritmos se van a acelerar. El riesgo de contagio va a permanecer un tiempo y se va a prolongar la necesidad de utilizar tecnologías que reduzcan la presencia de los pacientes en los centros sanitarios”, valora.
“Haremos camino al andar, la perspectiva con el virus es de precaución, y la salud digital va a tener que dar una respuesta”, ha añadido Abellán, quien lamenta la “lenta respuesta” de la Administración sanitaria, y observa una brecha entre la sanidad pública y la privada, esta segunda “más ágil”, considera.
También pide más implicación de las sociedades científicas y los colegios profesionales para incorporar el uso de tecnologías en sus normas deontológicas.
Fernando Abellán añade que los avances en e-salud no deben dejar atrás a las personas de más edad ni tampoco a quienes tenga dificultades de acceso.
Se busca liderazgo
El doctor Julio Mayol relaciona la utilidad de la salud digital con el impulso de la medicina 5P, predictiva, preventiva, personalizada, poblacional y participativa; “todo esto, en el contexto de la situación actual y de esta crisis social, es todavía mucho más relevante”, añade.

El director médico del Clínico San Carlos plantea el reto de la sanidad tras la pandemia: “Con esta crisis, durante esta crisis y después de esta crisis, lo primero que hay que cambiar son los liderazgos y las culturas; hay que conseguir liderazgos transformadores en todos lo campos de la sociedad, que aporten visión de futuro”, defiende.
“Aquí es donde fallamos -prosigue- tenemos las piezas del puzzle, pero no tenemos grandes visionarios ni en organizaciones sociales, ni políticas ni científicas, que nos digan donde queremos ir; es el reto fundamental”.
Mayol añade: “Hay que reforzar el concepto de salud frente a enfermedad; lo que hemos visto es que cuando ha fallado la salud pública se ha saturado el sistema sanitario y parece que la crisis es de prestación de servicios sanitarios, y es una crisis de todo el ciclo salud-enfermedad de los ciudadanos”.
¿Cómo se articulará la salud digital para que sea útil en el escenario después del coronavirus? “Hay que empezar a medir resultados, indicadores de éxito, medir valor y la experiencia del paciente y la calidad que percibe de su propia salud”, destaca.
Proteger a los mayores
La geriatra Salomé Martín defiende la capacidad de los mayores para adaptarse a las tecnologías de la salud.

“Pensábamos que los mayores no iban a ser capaces de utilizar una tablet o un móvil y en la pandemia han sabido, y les ha permitido comunicar con sus familiares; las personas solas han recibido apoyo social y psicológico. La brecha por edad existe, pero no es insalvable”, ha destacado.
Salomé Martín plantea medidas para mejorar las residencias de mayores, uno de los lugares más golpeados por el virus.
“Tenemos muchas residencias en edificios grandes, largos pasillos, habitaciones dobles, inadecuadas para cuidarles bien. Las residencias estaban fuera del sistema, que no se acordó de ellas. Hay que cambiar las estructuras y el modelo”, propone.
La geriatra defiende una coordinación mayor, impulso sociosanitario y de atención primaria, y “reflexionar para aprender y que esto no vuelva a ocurrir”.
¿Cuál es el reto? “Adaptar los sistemas tecnológicos a los más vulnerables, lo mayores, los enfermos mentales, para que puedan beneficiarse; y evitar el aislamiento y la soledad. Es un gran reto integrar a todos estos sectores en los avances de la e-salud”, subraya.
La consulta médica en el móvil
Domingo Marzal asegura que “la consulta del médico ya la tenemos en el móvil” y destaca que la COVID-19 ha disparado en su compañía el uso de dispositivos móviles, ya que si en todo 2019 hubo 42.000 videoconsultas, solo en este mes de abril se han hecho 65.000.
“La pandemia ha sido una prueba de fuego para saber si la estrategia digital por la que apostamos tenía sentido o no”, añade, y resalta la importancia que la e-salud ha tenido en el abordaje de las urgencias y la atención psicológica y de salud mental.

¿Ha sido útil la e-salud? Como ejemplo, Marzal indica que han atendido en urgencias a casi 5.000 pacientes de COVID-19, y de ellos, el 70 % han ido de las urgencias a su casa gracias a la medicina digital, y allí se les ha seguido y controlado a diario, lo que ha permitido “no saturar la capacidad hospitalaria”.
También ha contado que la suspensión presencial de 120.000 consultas programadas por el virus, se ha podido solucionar gracias a las videoconsultas con sus especialistas. Y ha apostado por el hospital digital como reto frente a los actuales hospitales de presencia física.
Relación paciente-médico, no médico-paciente
Para Ángel Blanco, “con la salud digital nos enfrentamos al mayor cambio de la medicina”, y asegura que “el gran cambio de la transformación digital es el protagonismo del paciente. Hay que pasar de la relación médico-paciente, a paciente-médico. La medicina humanística no es incompatible con el uso de la tecnología”.
Hasta ahora, hemos actuado desde el paternalismo con los pacientes, “y esto se ha acabado con la e-salud. Estamos ante un paciente activo que quiere decidir, y no es solo un cambio tecnológico, es un cambio en los procedimientos y los procesos”, añade.

“La pandemia -prosigue- ha hecho más por la transformación digital que lo hecho por instituciones, médicos, políticos y directivos de centros; nos ha acelerado en dos meses”, y señala que en las instituciones sanitarias las consultas online han pasado de 0 a un 75 por ciento en estos meses.
¿El reto? “El gran reto es hacer las cosas donde está el paciente, salir de los muros donde estábamos acostumbrados a trabajar y hacerlo utilizando las tecnologías del paciente. Y el segundo gran reto es pasar de medicina de actos a procesos y resultados en salud; contar el número de visitas y camas es un debate del siglo pasado”, valora.
Doble temor de los pacientes
María Gálvez destaca que el uso del teléfono para llamar y hablar con los pacientes, la tecnología más básica, “ha aportado tranquilidad, evitado posibles contagios y consultas presenciales; para los enfermos crónicos, la salud digital favorece la continuidad asistencial y permite avanzar en la medicina personalizada”.

¿Qué temen ahora los pacientes con la COVID-19? Gálvez responde: “Ahora viven con un doble temor, a contagiarse y a que empeore su patología; tienen miedo a no ser atendidos como antes en su seguimiento y control, que haya retrasos en los diagnósticos y empeoren los pronósticos; y miedo a no acceder a sus medicinas”.
La directora general de la POP extrae varias lecciones de la pandemia: trabajar de manera colaborativa y cooperativa; medir resultados en salud; perder el miedo a la comunicación no presencial; y la ayuda que la tecnología aporta para tener datos asociados a evidencias.
“El reto principal es no dejar a nadie atrás y que la tecnología sea accesible para todos y mejore la atención sanitaria desde una perspectiva holística”, concluye.
Debe estar conectado para enviar un comentario.