Dormir es una parte fundamental para optimizar la salud y el bienestar. Una correcta higiene del sueño incluye la elección de una postura adecuada para dormir. Esto garantizará no solo un mayor descanso, sino el mantenimiento de algunas funciones vitales de forma natural. Además, evita el molesto despertar con dolores musculares y articulares

Dormir bien con una postura adecuada
Miguelín, el bebé gigante concebido por la directora de cine Isabel Coixet para el pabellón de España de la Expo 2010 EFE/José Álvarez Díaz
  • 13 de febrero, 2018
  • MADRID/EFE/H.FERNÁNDEZ/A.MARCOS

La higiene postural es determinante tanto en la salud como en la enfermedad. “A muchos enfermos se les cambia su postura habitual de dormir por otra más beneficiosa para su patología”, destaca la doctora África López-Illescas, colaboradora de “El Bisturí” y especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte.

En líneas generales, para lograr una posición saludable que permita un descanso adecuado es necesario utilizar un colchón o soporte que permita mantener las curvaturas fisiológicas y seguir la posición más natural para la persona.

Una de estas posiciones naturales es dormir de lado. Esto mejora los dolores cervicales, de espalda, disminuye los ronquidos, mejora la respiración y reduce el reflujo gastroesofágico, como explica la experta. En esta posición la almohada debe ser alta, e incluso es recomendable colocar una pequeña almohada entre las rodillas.

La posición boca arriba también es adecuada para gran parte de la población dado que previene el dolor de cuello y espalda gracias a que la columna reposa recta, sin presión.

“Recomiendo una almohada no muy alta en la cabeza y el cuello, incluso colocar una almohada pequeña bajo las rodillas”, advierte. No obstante, es necesario tener en cuenta que esta postura está contraindicada en la apnea del sueño.

La posición boca-abajo es la menos recomendada, entre otros motivos porque produce estrés en la zona del cuello y la espalda y, en general, la respiración es dificultosa. Además, las vísceras abdominales están presionadas por el peso. “Esta postura está absolutamente contraindicada en recién nacidos”, añade la doctora López-Illescas, quien trabaja en el Consejo Superior de Deportes.