Para Diego Fructuoso, patrón de la expedición, este reto es ilusión, y para Iago López, regatista profesional, es todo un desafío. Son los dos profesionales de la vela que acompañarán y guiarán a las cinco mujeres, durante toda travesía de cruzar el Atlántico para luchar contra el cáncer de mama. Explican cuál es su función y cómo ha sido la preparación previa

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Ellos también cruzan el Atlántico: Profesionales de la vela contra el cáncer de mama
Las chicas en el velero atentas a las indicaciones de los profesionales a bordo: el capitán Diego Fructuoso y el navegante Iago López
  • 10 de noviembre, 2016
  • MADRID/EFE/ROSA GALLARDO

Las cinco mujeres del #RetoPelayoVida16 ya han comenzado su andadura. El pasado domingo zarparon hacia Málaga y ahora están rumbo a Tenerife, donde tienen previsto llegar el domingo 13.

El viaje hacia La Martinica comenzará el próximo miércoles, 16 de noviembre; las cinco aventureras cruzarán el Atlántico para recaudar fondos con destino a la investigación del cáncer de mama y no lo harán solas, siempre estarán a su lado dos grandes profesionales de la vela, Diego Fructuoso, el capitán de la expedición, y Iago López-Marra, el segundo navegante a bordo.

Los profesionales a bordo

Diego Fructuoso: director de la travesía

Diego Fructuoso, jefe de la expedición. Foto cedida por Pelayo Vida
Diego Fructuoso, jefe de la expedición. Foto cedida por Pelayo Vida

Tiene 35 años, está casado, vive en Madrid pero viaja mucho por su profesión. “Me dedico a la vela de alta competición, entrenando a equipos olímpicos y compitiendo en barcos de regatas”, cuenta a EFEsalud.

Navegante con experiencia, ha dado la vuelta al mundo y ya ha cruzado el Atlántico; además, este año, ha quedado tercero en el campeonato de Europa de J70.

Le ofrecieron este proyecto y dijo sí al instante. “Miramos las posibilidades, vimos que era un reto muy bonito; llevamos mucho tiempo trabajando. Espero que todo salga bien. Sé a lo que nos enfrentamos y hay mucha responsabilidad, para mí lo importante es que sea un éxito y que nadie se haga daño”, asegura.

Iago López-Marra: navegante

Tiene 26 años, gallego, regatista profesional, ha estado en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y obtuvo un sexto puesto.

Iago López-Marra, regatista profesional. Foto cedida por Pelayo Vida.
Iago López-Marra, regatista profesional. Foto cedida por Pelayo Vida.

Cuenta que se embarcó en esta aventura porque cuando se lo ofrecieron, le hizo mucha “ilusión” y que tras los Juegos Olímpicos disponía de tiempo libre, y añade que para él “es toda un experiencia el cruzar el Atlántico”.

“Vivo este reto con muchas ganas porque para mí es un desafío diferente, me dedico a competir y a regatear, pero esta vez el desafío es que las chicas se lo pasen bien, que disfruten y que aprendan para que vuelvan a navegar cuando acabe esto”, resalta.

Labores en el barco

Diego es el patrón de la expedición, el que toma las decisiones. “Hay un skipper (capitán), que sería yo y luego un coskipper, que sería Iago”, comenta.

Iago expone el objetivo: “Llegar  en menos de 14 días al Caribe, a La Martinica,  con el velero en las mejores condiciones posibles”.

La preparación de las chicas

El capitán cuenta que “ha sido un proceso de selección muy largo” y que han elegido a las mujeres “que podían ser capaces de aguantar más” y para ello tuvieron que hacer una “especie de casting”.

Iago
Iago López-Marra con las chicas. Foto cedida por Pelayo Vida.

Fructuoso: “Las estuvimos entrenando de la mejor manera posible, pero era difícil, porque estaba cada una en un sitio diferente. Busqué lo que yo creía que necesitaba cada una, por ejemplo Patricia tenía experiencia en barco pero no en vela, y le buscamos una escuela de vela”.

Iago explica que han intentado “enseñarles todo a contrarreloj, para que lo mecanicen y sea algo fácil para ellas”.

Ambos coinciden al asegurar que ven a las chicas preparadas para este reto, “ellas solas no podrían hacerlo pero con nuestra ayuda sí que no habrá ningún problema en cruzar el Atlántico”, afirma el skipper.

Y añade: “Ya hicimos una prueba de entrenamiento de navegación 40 horas seguidas donde ellas llevaron el barco todo ese tiempo, exceptuando una hora”.

A qué os enfrentáis

Diego Fructuoso destaca aspectos como la convivencia, y afirma: “Es difícil vivir en un espacio tan pequeño con 12 personas, hay roces y estás solo”; también menciona la incomunicación con el exterior, el frío, la humedad o incluso la comida porque asegura: “No es como la de tu casa, está lo máximo preparada posible”.

Susana Laguarda y detrás el capitán Diego Fructuoso llevando el velero. Foto cedida por Pelayo Vida
Susana Laguarda y detrás el capitán Diego Fructuoso llevando el velero. Foto cedida por Pelayo Vida

A Iago López le preocupa “sobre todo el cansancio“; dice que tendrán que hacer frente “a los relevos, al cambio de vela, a que no se rompa nada y a que todos estemos animados“.

Situación de peligro

Nunca se está preparado para una situación de peligro, pero vamos a intentar dejar el barco lo más seguro posible”, enuncia Iago López.

El capitán de esta aventura certifica que llevan grandes “elementos de supervivencia en el barco” (como balsas salvavidas, arneses, chalecos con chalecos, etc) y que además la guardia civil ha enseñado a las chicas “maniobras de hombre al agua y supervivencia”.