Con la llegada de las vacunas a las residencias "no podemos bajar la guardia, y debemos seguir firmes con las tres reglas de oro (distancia, higiene de manos y mascarilla)... y es muy difícil contener la emoción en estos momentos, Así lo expresa en este artículo para EFEsalud Jesús Cubero, secretario general de AESTE, Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia

Residencias libres de Covid y el ejemplo de los mayores
Jesús Cubero, secretario general de AESTE
  • 5 de enero, 2021
  • OPINIÓN/JESÚS CUBERO/SECRETARIO GENERAL DE AESTE
  • Fuente:

Si nos hubieran dicho, ahora hace un año, que estaríamos inmersos en una pandemia mundial y que nuestro día a día estaría lleno de mascarillas, videollamadas, geles higiénicos y distancias de seguridad, no nos lo creeríamos.

Si nos hubieran contado que esta enfermedad afectaría especialmente al baluarte de nuestra sociedad, a nuestros mayores, hubiéramos pasado de la incredulidad al enfado… Y nos hubiéramos rebelado contra esta hipotética realidad.

Afortunadamente, lo que hoy estamos viviendo es la rebelión contra esta enfermedad en forma de ciencia, talento y tecnología.

Y es que, el descubrimiento de la Covid-19, y, en menos de un año, de la vacuna que puede combatirla es un verdadero regalo anticipado de Reyes.

Las residencias han sido los primeros segmentos poblacionales escogidos para vacunarse.

Y no es para menos. En ellas residen dos de los colectivos clave de nuestra sociedad (y no solamente por ser fisiológicamente vulnerables).

Nuestros mayores, sabios y guardianes de nuestros orígenes, historia y principios; pero también nuestro personal sociosanitario, profesionales con verdadera vocación de atención y cuidado.

Con este hito histórico, vuelve la ilusión a los centros residenciales. La llegada de la vacuna significa la vuelta a la libertad, a la recuperación de las actividades, ejercicios y rutinas tan necesarias en nuestro día a día.

Por supuesto, acompañadas de las tan ansiadas visitas de familiares y allegados.

Residencias libres de COVID

Así, las residencias se convierten en los primeros espacios sociales libres de coronavirus; verdaderas burbujas sociales seguras para nuestros mayores, incluso más que los domicilios particulares.

Y es que, pese a que no podemos bajar la guardia, y debemos seguir firmes con las tres reglas de oro (distancia, higiene de manos y mascarilla), es muy difícil contener la emoción en estos momentos.

Resulta muy estimulante ver a personas de edad avanzada, convencidas y valientes ante la vacunación.

Son numerosos los que preguntan, una vez suministrada la primera dosis: ¿y cuándo llega la segunda? ¿cuándo me la pongo?

Es increíble observar que, a menudo, tenemos más miedo nosotros que ellos, generación que, forjada a través de muchos retos y dificultades, tiende a mirar más hacia adelante que hacia el presente o el pasado.

Al ritmo de 50.000 dosis a la semana, las residencias estaremos experimentando nuevas rutinas.

Ahora, de martes a sábado, y hasta el mes de febrero, la mayor parte de nuestras horas están dedicadas a vacunar a mayores y profesionales sociosanitarios.

De la “vieja normalidad” a las jornadas de vacunación, pasando por jornadas interminables de lucha incansable camuflada entre EPIs, mascarillas y guantes.

residencias libres covid
Araceli, de de 96 años, la primera en recibir la dosis de la vacuna en España/EFE/Pepe Zamora POOL

Un nuevo modelo para las residencias

Un camino que, estamos seguros, culminará con la reflexión de un nuevo modelo para la dependencia, en el que las residencias serán 100 % seguras y 100 % calidad asistencial.

Como suele decirse, esta vacunación es el principio del fin. El principio del fin de la pandemia.

Sin embargo, también en las residencias es el principio del fin de un modelo asistencial mejorable.

Aprovechémoslo todos, trabajadores, residencias, autoridades, entidades, asociaciones, familiares, mayores: es el momento de unirnos para repensar un modelo de excelencia, autorregulado, que prime la calidad por delante de todo.

Si nuestros mayores son eternos, hagamos que la transformación social del modelo de la dependencia también lo sea. Ha llegado el momento.

(La Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), agrupa el 20 % de todas las plazas de iniciativa privada de España (Ballesol, Caser, Orpea, Sanitas…) con  58.000 camas residenciales en 400 centros, y  70.000 profesionales).

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