La enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Rosabel Molina Olías, matrona en el Hospital de El Escorial de Madrid, apunta los cambios físicos y psicológicos más significativos durante el segundo trimestre del embarazo, fase de la gestación conocida por la estabilidad y la felicidad de la mujer. “No solo disminuye el riesgo de aborto espontáneo, …

Segundo trimestre del embarazo: estabilidad y felicidad

Segundo trimestre del embarazo: estabilidad y felicidad

  • 20 de marzo, 2019
  • Gregorio Del Rosario

La enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Rosabel Molina Olías, matrona en el Hospital de El Escorial de Madrid, apunta los cambios físicos y psicológicos más significativos durante el segundo trimestre del embarazo, fase de la gestación conocida por la estabilidad y la felicidad de la mujer.

“No solo disminuye el riesgo de aborto espontáneo, generando tranquilidad a la madre, a la pareja y su entorno, sino que acontecen situaciones tan bellas como sentir por primera vez los movimientos fetales del futuro bebé”. 

“Se reducen, también, las ganas urgentes de orinar que agobiaban tanto a la mujer durante el primer trimestre: cambia la disposición física del útero por el crecimiento fetal, descomprimiendo la vejiga, y se relajan las fibras musculares por la acción hormonal”, dice.

“Además, para que no haya retención de orina hay que seguir bebiendo agua con frecuencia y vaciar completamente la vejiga cada vez que se vaya al baño”, añade.

Segundo trimestre, pataditas de bebé, tranquilidad y felicidad de mamá

“El feto ya percibe los latidos del corazón materno, la voz o los movimientos; comparte tus emociones, pero también tu estrés… tanto es así que incluso abre la boca, voluntariamente, como si quisiera hablar contigo para decirte que pronto os reconoceréis cara a cara, piel con piel… y todo esto, la futura mamá lo vive muy positivamente en su paz interior”, cuenta Rosabel.

Hacia la semana 20 de gestación, quizá se produzca secreción de calostro por el pezón -rico en proteínas y sales minerales, con casi nada de contenido en lactosa-, que es la primera leche que genera la mujer embarazada, lo que indica que las glándulas mamarias se están preparando para la lactancia.

Aparece la línea nigra en el abdomen de la mujer por la acción hormonal -estrógenos y progesterona-. Desde el pubis hasta el ombligo, o un poquito más arriba, la que fuera línea alba, confundida con el color de la piel, se transforma en una rayita oscurecida de poco menos de un centímetro de ancho. Se notará más en pieles claras.

“No debéis aplicaros cremas despigmentantes porque esta línea desaparecerá tras la lactancia, cuando las hormonas se hayan estabilizado. Tampoco es conveniente que os depiléis el vello que crecerá a su alrededor”, aconseja.

Otros cambios físicos, algo molestos, pueden ser la acidez o ardor de estómago provocado por el crecimiento del útero y el proceso de la digestión de alimentos, más lento por la acción hormonal. Para paliar este efecto gástrico, todas las medidas están orientadas a disminuir el reflujo y ayudar a la digestión, haciendo comidas más ligeras, menos grasientas o permaneciendo recostada o semitumbada después del almuerzo y la cena.

Psicológicamente, esta tranquilidad y bienestar que define el segundo trimestre del embarazo tiene un impacto realmente positivo en la mujer. Aumenta, con cierta intensidad, el deseo sexual que había desaparecido prácticamente en el primer trimestre debido el miedo y la preocupación por la gestación del embrión.