La moda de otoño-invierno insiste en elevar a la mujer a las nubes. Zapatos y botas con tacones de infarto que pueden superar los dieciséis centímetros. Aunque el tacón es el gran aliado para estilizar la figura, los expertos alertan de que más de cuatro centímetros de altura atentan contra la salud

Tacones de infarto
EFE/ Matteo Bazzi
  • 8 de octubre, 2012
  • Madrid/ EFE/ Verónica López

El podólogo Jorge Barnes, presidente del Colegio Profesional de podólogos de Andalucía, explica que el pié humano está diseñado para soportar el 70% del peso corporal en el talón y 30% en la parte delantera. Cuando se aumentan dos centímetros se equilibran, pero cuando se añaden dos más se invierten los patrones, lo que obliga a que todas las estructuras superiores (cadera, espalda...) adopten posturas compensatorias.

EFE/ Cézaro De Luca

“Dos centímetros de altura, que es lo que suelen tener los zapatos masculinos, ofrecen una ventaja porque el tacón facilita el paso, pero más de 4centímetros hace que las líneas de trasmisión de carga vayan a la zona metatarsal, es decir, a la parte de delante del pie. Además, cuanto más alto es el tacón más corto es el paso, entonces tenemos un mayor gasto energético”, afirma Barnes.

El doctor Matías Alfonso Olmos, especialista del departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra, coincide en que la zona que más se sobrecarga con el uso de tacones altos es el antepié. “Los tacones pueden producir problemas en los metatarsianos, callosidades e irritación de los nervios pudiendo agravar o provocar el neuroma de Morton”, explica.

El neuroma de Morton es el engrosamiento del nervio que transcurre entre el tercer y cuarto metatarsiano, y a veces también entre el segundo y el tercero, un problema que se puede agravar con el uso de zapatos muy estrechos y de tacón.

El traumatólogo destaca además que la curva lumbar se acentúa y puede provocar mayor sobrecarga a las articulaciones superiores, incidiendo negativamente en problemas que ya existan en la columna.

Semana de la moda de Milán, septiembre de 2012. EFE/ Daniel Dal Zennaro.
El uso de zapatos de tacón a edades muy tempranas es desaconsejable porque puede producir problemas a largo plazo. En palabras del podólogo Jorge Barnes, “la madurez de la columna vertebral se puede establecer desde los 18 años y las malas posiciones que se generen antes de estas edades pueden traer problemas después”.

Por otra parte, el doctor Vicente Concejero, jefe del Servicio de Traumatología de la Clínica Cemtro, especifica que, además de a los pies, el uso de tacones muy elevados afecta fundamentalmente a la rodilla porque no se puede estirar bien y aumenta la compresión de la rótula contra el fémur.

El zapato perfecto

Un zapato ancho, que de estabilidad y que no supere los 4 centímetros de altura, como el zapato de caballero sería, según los expertos, el mejor aliado para nuestros pies. Sin embargo, la estética y la moda nos guía por otros parámetros.

El podólogo Jorge Barnes indica que las plataformas ayudan a la altura y a una mayor estabilidad pero producen mucha rigidez en el pie y sobre todo al doblar los metatarsianos por la dureza de la superficie, además de que los músculos de la parte de atrás de la pierna tienen que hacer más presión.

EPA/ Divyakant Solanki

 “La toma de contacto con el suelo se pierde con las plataformas, lo que ha provocado algunos accidentes de tráfico por no controlar los movimientos de acelerador o el freno”, advierte Barnes.

También los materiales del zapato son importantes. Los especialistas siguen recomendando los materiales nobles en contra de los materiales de uso más común como las gomas sintéticas que pueden provocar problemas en la piel del pié.

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