“La tuberculosis, una patología infecciosa que se puede prevenir, tratar y curar, sigue siendo una epidemia mundial marcada por la injusticia social y sanitaria en forma de pobreza, marginación y carencia de financiación suficiente aportada por los países ricos”, subraya el Dr. Julio Ancochea Bermúdez, jefe del Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa
La tuberculosis, en los “Diálogos de Salud Respiratoria”
El profesor Julio Ancochea, también director de la Cátedra de Medicina “Inspirando Conocimiento en la Salud Respiratoria”, patrocinada por los laboratorios Chiesi España en colaboración con Neumomadrid y la madrileña Universidad Autónoma (UAM), entrevista al Dr. Francisco Javier García Pérez, experto en tuberculosis.
El Dr. García Pérez no solo es el actual presidente de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid), sino que es responsable de la Unidad de Tuberculosis del Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa y miembro del Consejo Asesor Científico de la Red contra la Tuberculosis y la Solidaridad (Red TBS Stop Epidemias).
Además de otros cargos y funciones, y una experiencia clínica sobresaliente, el Dr. García Pérez, albaceteño de Chinchilla, tiene algo de tiempo para su familia, la lectura, el cine, especialmente los clásicos norteamericanos de Hollywood, y el Atlético de Madrid, un club de fútbol que imprime valor, coraje y corazón.

¿Qué nos dice el informe de la OMS 2022 sobre la lacra social de la tuberculosis?
La tuberculosis, una amenaza global para la salud que afecta principalmente a los pulmones, se transmite de persona a persona a través de las gotículas que se expulsan al toser, al estornudar y cuando se excretan esputos, a veces mezclados con sangre.
Sospecharemos tuberculosis cuando el paciente, sin causa aparente, tiene tos continua durante dos o tres semanas. Si además se acompaña de fiebre, inapetencia, pérdida de peso u otra sintomatología orientativa se realizará una radiografía de tórax para detectar, si es el caso, la Mycobacterium tuberculosis.
La mayoría de las personas que contraen y desarrollan la enfermedad son adultos: el 56.5 % de los casos eran varones, mientras que las mujeres y los niñ@s representaron el 32.5 % y el 11 %, respectivamente.
Muchos de los nuevos casos de tuberculosis se atribuyen a cinco factores de riesgo: la desnutrición, la infección por el VIH, los trastornos por consumo de alcohol, el tabaquismo y la diabetes.
Los datos que refleja el informe mundial sobre la tuberculosis de 2022, publicado por la OMS, indican que sufren tuberculosis (TB) alrededor de 10,6 millones de personas, de los cuales fallecieron 1,6 millones por la enfermedad (187.000 seropositivas en VIH).
“Dentro del periodo 2015-2021, la incidencia de la tuberculosis solo ha disminuido un 10 % cuando tenía que haber disminuido un 20 % para cumplir los objetivos”, destaca el especialista.
“Respecto a la mortalidad, en la que se ha marcado una reducción del 75% en el periodo 2015-2025, solo se ha conseguido un paupérrimo 5,9 %, hasta el final del año 2021”, añade.

Aún así, estos datos suponen una pequeña luz frente a las cifras negativas de 2021 sobre 2020, un año descorazonador por culpa de la pandemia de la COVID-19.
“Por primera vez observamos dos contratiempos: una aumentó de la mortalidad por tuberculosis, que estaba en valores negativos desde 2005, y una caída de las notificaciones, situación que lleva aparejado un descenso de los tratamientos”, apunta.
Para el doctor García Pérez las cifras no engañan. La realidad, sin ambages, muestra toda su crueldad.
“La covid, la guerra de Ucrania y los conflictos en Oriente Medio y África han retrasado el cumplimiento de los objetivos marcados en la lucha contra la tuberculosis alrededor de cinco o seis años”.
Un mensaje que refuerza la directora del Programa Mundial sobre la Tuberculosis de la OMS, la Dra. Teresa Kazaeva: “Es necesario aunar fuerzas y redoblar con urgencia el ánimo para reactivar la respuesta a la tuberculosis”.
A pesar del estancamiento se han logrado algunos progresos.
Entre 2018 y 2021 fueron tratadas 26,3 millones de personas contra la tuberculosis (un 66 % del objetivo, situado en 40 millones para el periodo 2018-2022). Cifras en positivo que alcanzan una gran relevancia si nos fijamos en la gente que convive con el VIH: 6 millones de tratamientos previstos y 10,3 millones realizados.
Aunque la tuberculosis está presente en todo el mundo, hay 30 países que engloban la mayor carga de morbilidad:
Angola, Bangladesh, Brasil, China, Congo, Etiopía, Filipinas, Gabón, India, Indonesia, Kenia, Lesoto, Liberia, Mongolia, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nigeria, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, República Centroafricana, República Democrática del Congo, República Popular Democrática de Corea, República Unida de Tanzania, Sierra Leona, Sudáfrica, Tailandia, Uganda, Vietnam y Zambia.

¿Y cuál es la situación epidemiológica de España?
“En este informe OMS 2022 sobre 2021, nuestro país registra, según las cifras que trasladan las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad, alrededor de 3.800-3.900 casos, es decir, un 8,2 por cada 100.000 habitantes”, expone.
“Y cabe recordar que todos los países que tienen una cifra por debajo del 10 % están considerados por la OMS como países de baja incidencia, más allá de pequeñas bolsas de infradiagnóstico”.
Un apunte que corrobora el Dr. Ancochea, quien considera que las cifras reales son mayores a las publicadas y, por lo tanto, deben existir “más casos sin comunicar”.
Y para muestra, un botón.
En 2021 se redujeron las notificaciones en el Hospital de La Princesa en un 20%, por lo que han disminuido los tratamientos preventivos y ha aumentado la mortalidad.
El Dr. García Pérez aporta los datos de su propia consulta de tuberculosis, publicados en Red TBS: 16 casos en 2017 y 2018. En 2020 solo 8, y 6 en 2021. En lo que va de año 2022 se llevan contabilizados 11 casos.
En la Comunidad de Madrid, en 2019, se diagnosticaron 470 casos de tuberculosis, dos tercios de los cuales son personas inmigrantes. Muchos de estos 470 casos, además, están asociados a tabaquismo y diabetes.
La tuberculosis está en el “top ten” de las enfermedades más devastadoras, y por eso el objetivo de la Organización Mundial de la Salud es poner fin a esta pandemia reduciendo su tasa de incidencia en un 90% y el número de muertes en un 95% antes del año 2035.

¿Qué ha supuesto la biología molecular GeneXpert en el diagnóstico precoz de la tuberculosis?
“GeneXpert representa, hasta la fecha, un antes y un después del programa de control y eliminación de la tuberculosis (TB) a nivel mundial. Es un avance brutal en el manejo de esta enfermedad respiratoria“, responde con velocidad inusual.
En menos de dos horas, esta prueba de biología molecular sobre la muestra bacteriológica, sea un esputo o cualquier otra muestra respiratoria pertinente, confirmará el diagnóstico y la susceptibilidad a la Rifampicina (fármaco antimicobacteriano) de las cepas en estudio.
“En los casos de baciloscopia negativa (prueba que detecta bacterias en una muestra), la PCR (reacción en cadena de la polimerasa) nos va a decir que el diagnóstico final es positivo, que existe una alta sospecha basada en el material genético de la Mycobacterium”, detalla entre líneas.
“Asimismo, GeneXpert nos informará si concurre la multirresistencia (resistencia bacteriana a tres o más familias de antibióticos), ya que la prueba molecular testa también la resistencia al gen responsable de la inmensa mayoría de casos de resistencia genotípica a la Rifampicina”, completa con su argumento de pizarra.
“Aún más, con el fin de diagnosticar y tratar correctamente y de forma eficaz a l@s pacientes con tuberculosis multirresistente, las diferentes técnicas de biología molecular son capaces de identificar mutaciones genéticas de la bacteria cuyo fin sería esquivar los medicamentos antituberculosos con Isionazida, Amikacina, Quinolonas o Etionamida“, añade sin tiza.
¿Y qué valor han demostrado los nuevos fármacos orales?
“Cuando diagnosticamos a un o una paciente con tuberculosis lo imperioso es curar la enfermedad sin que haya resistencias terapéuticas o recidivas (recaídas en la enfermedad después de la convalecencia)”, aclara primero.
De hecho, el 85 % de todos los casos de tuberculosis del mundo evolucionan “satisfactoriamente”, según la OMS, y se podrían curar con una dosificación terapéutica más corta, de entre cuatro y seis meses.
“Los estudios clínicos de los últimos cinco o diez años nos han mostrado la eficacia de Inezozilib, muy activo para luchar contra la tuberculosis multirresistente, así como de Bedaquilina y Pretomanid, fundamentales para luchar contra la TB resistente, multirresistente y extremadamente resistente”, refuerza el planteamiento.
“En consecuencia, tratamos la tuberculosis con tres o cuatro fármacos orales durante un máximo de nueve meses. En el pasado, los tratamientos se mantenían un año y medio o dos años, con la indicación de seis o siete medicamentos, algunos de ellos inyectados”, respira, controla y pasa la palabra al Dr. Julio Ancochea.

¿España financia ya la Bedaquilina o continuamos en la segunda división mundial?
“Por fin hemos subido a primera -afirma el neumólogo de La Princesa al recibir la pregunta-. Las gestiones y reivindicaciones de las diferentes sociedades científicas, como la SEPAR, de todas las Comunidades Autónomas o de la mismísima Red TBS han sido totalmente exitosas”.
“Hoy podemos decir con orgullo que la Bedaquilina, que era un fármaco que tenía un coste aproximado por tratamiento de 20.000 euros en España (21.120 dólares a día de hoy) ya está siendo financiado; lo que supone una ayuda inconmensurable hacia l@s pacientes que sufren tuberculosis multirresistente”, remata.
“Afortunadamente -sonríe-, en esto sí somos un país de vanguardia que se puede medir con los más desarrollados económicamente, puesto que tenemos registrados pocos casos de tuberculosis multidrogorresistente”.
¿Y cómo se frena la reacción insana de la tuberculosis?
“Es prioritario pasar página de la epidemia de SARS-CoV-2, el famoso coronavirus, para centrarnos en todas las enfermedades que acechan al ser humano, entre otras la tuberculosis; un mal pulmonar que siempre está agarrando ilegalmente la camiseta de cada hombre, mujer, niña y niño atrapados en la pobreza y la marginación social”, dice mirando a palco y tribuna.
“La crisis económica actual, junto al detrimento de recursos económicos que supuso la COVID-19, que afecta todavía a la tuberculosis, tiene que ser un acicate para todos y todas: en 2021 solo se han invertido 5.400 millones de dólares (5.110 millones de euros), algo menos de la mitad de lo que necesitamos con máxima urgencia”, da fe García Pérez sintiendo el escudo.
La tuberculosis se afronta con medidas diagnósticas y terapéuticas, pero también con medidas sociales que aminoren sistemáticamente la pobreza y las injusticias sociales en el mundo.
“Para ganar este campeonato del mundo y derrotar a la tuberculosis debemos seguir recaudando fondos y que las autoridades más pudientes sigan invirtiendo para controlar esta enfermedad global”, enmarca Ancochea antes de posar para los periodistas gráficos a pie de escenario.

“El compromiso de la Cátedra ‘Inspirando Conocimiento en la Salud Respiratoria‘ se sitúa al lado de los más desfavorecidos; siempre en la lucha médico sanitaria contra las enfermedades, como la tuberculosis, una patología infecciosa, pero de gran calado social”, dice Ancochea, también presidente de Asomega,
“Nuestro objetivo es una sanidad pública de calidad, sin fronteras, donde primen la solidaridad, la equidad y la accesibilidad”, recalca.
“La dimensión humana de la Medicina forma parte esencial del ADN de esta Cátedra colmada de valores, respeto a la vida, dignidad, equidad, solidaridad, generosidad o compromiso, sobre todo con los más pobres y marginados”, concluye el neumólogo Julio Ancochea, un orensano de A Pobra de Trives.
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