Un aparato llamado acelerómetro colocado en la cadera de un paciente con artritis reumatoide mide de forma objetiva el tiempo y la intensidad del movimiento que realiza y lo vincula a la evolución de su enfermedad

Una técnica vincula la evolución de la artritis a la movilidad del paciente
El doctor Federico Díaz habla con EFE/Cristóbal Garcia
  • 23 de agosto, 2013
  • LA LAGUNA (TENERIFE)/EFE/BELÉN RODRÍGUEZ

Se trata de una nueva técnica que prueban reumatólogos del Hospital Universitario de Canarias, entre ellos, el doctor Federico Díaz, quien ha explicado a Efe que, según el estudio que ha concluido recientemente, todo apunta a que la inflamación de las articulaciones limita la capacidad de movimiento, incluso cuando la enfermedad no afecta a las caderas, rodillas, tobillos o pies.

La importancia de esta investigación reside en que relaciona la intensidad de la inflamación de la artritis reumatoide, una enfermedad que afecta a 200.000 personas en España, con la capacidad de movimiento de los pacientes.

El grado de movilidad se mide con una técnica objetiva, mediante la acelerometría, destaca el especialista, quien precisa que actualmente esta enfermedad crónica la evalúa el médico, con su exploración, y también el paciente, a partir de la evaluación "muy subjetiva" que hace de su propia enfermedad.

Actividad objetiva de la enfermedad

"Lo que intentamos es objetivar la medición de la actividad de la enfermedad, para evaluar de una forma más precisa la evolución de la artritis en cada momento", ha asegurado Vanesa Hernández, otra de las reumatólogas que participan en el estudio.

Para poner a prueba esta técnica los reumatólogos del HUC han entregado a 50 pacientes de artritis y a otras 50 personas que no padecen la enfermedad este aparato portátil llamado acelerómetro, que han llevado durante cinco días.

Al cabo de seis meses se volvió a realizar el experimento, que ha revelado que a medida que aumenta la inflamación disminuye la capacidad de movimiento, aunque las articulaciones afectadas por la artritis se encuentren en las muñecas, los codos y los hombros.

"Hasta el momento no se había visto con sistemas objetivos la relación entre inflamación y capacidad de movimiento en pacientes con artritis reumatoide", asegura el doctor Díaz, quien ha detallado que el 88 por ciento de los pacientes que se estudiaron eran mujeres, ya que ésta enfermedad les afecta más.

La investigación arroja que los enfermos se movieron de forma manifiesta una media de 23 minutos al día, frente a los 33 minutos que lo hicieron las personas que participaron en el estudio pero no padecían de artritis.

Por el momento los reumatólogos sólo han descrito que la actividad de la artritis reumatoide afecta a la capacidad del movimiento; en un futuro el objetivo es que esta nueva técnica sirva para ayudar en decisiones sobre cambios de tratamientos de los pacientes.

Por ejemplo -subraya el doctor Díaz-, si un paciente deja de moverse significa que está peor, por lo que habrá que ser más agresivo con el tratamiento.

La importancia del movimiento, señala el reumatólogo, reside en que la esperanza de vida de estos enfermos se acorta entre 5 y 7 años, ya que al reducir el movimiento se ven a menudo afectados por enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio.

Según el doctor, éstas enfermedades se ven favorecidas por la menor actividad física de estos pacientes, además de la inflamación de las articulaciones, que causa dolor y hace que el paciente se sienta anímicamente peor y con menos ganas de caminar.

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