El presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, ha defendido que anular las patentes no va a resolver el tema de la producción de las vacunas contra la Covid-19 y ha señalado que “el principal reto ahora es conseguir la distribución masiva para llegar a todo el mundo”

Durante su intervención en Foro Salud, organizado por Nueva Economía Forum, López-Belmonte ha destacado que lo que cuenta para aumentar la producción es el abanico de múltiples colaboraciones que se han abierto entre todas las firmas farmacéuticas de cualquier rincón del mundo.
Las citadas colaboraciones se han traducido ya en más de 260 acuerdos.
“La producción de vacunas en el mundo antes de la Covid era de 3.500 millones de dosis y ahora gracias a estos acuerdos se prevé producir en torno a 12.000 millones de dosis”.
Ello ha supuesto un esfuerzo “colosal” que permitirá “alcanzar al 70-75 % de la población necesaria para lograr la inmunidad de grupo”.
Vacunas COVID: patentes
Sus declaraciones han coincidido con el debate que tiene lugar en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) tras la propuesta de India y Sudáfrica para que se suspendan temporalmente las patentes de las vacunas Covid.
El planteamiento defiende que ello permitirá aumentar la producción de vacunas y otras tecnologías sanitarias para luchar contra el coronavirus. El grueso de los llamados países ricos están en contra de esta iniciativa.
En este contexto de negociaciones ha surgido una tercera vía, que rechazan las principales ONGs internacionales.
La misma aboga por promover acuerdos bilaterales entre las empresas que comercializan las vacunas —propietarias de las patentes— y otras compañías que tengan capacidad de fabricación, mediante la fórmula de licencias voluntarias.
Movilización sin precedentes
El presidente de Farmaindustria destacó en este Foro el hito que ha supuesto para el sector farmacéutico haber conseguido desarrollar vacunas eficaces contra la Covid-19 en tiempo récord .
“Hemos liderado una movilización sin precedentes de recursos científicos y económicos, y lo hemos hecho en colaboración entre compañías y con gobiernos y comunidad científica”.
Así, ha recordado, se han impulsado acuerdos con compañías de países como China, India o Sudáfrica y también entre empresas competidoras, y gracias a estos acuerdos se prevé multiplicar por cuatro la capacidad mundial de producción de vacunas.
Un ejemplo de esta colaboración es la que ha firmado Moderna con los laboratorios Rovi, de la que López-Belmonte es consejero delegado, para comenzar a producir la vacuna en su planta de Granada.
España, referente internacional
También ha recordado el presidente de la patronal de la industria farmacéutica que España es referente internacional en ensayos clínicos, y se ha mostrado convencido de que con una estrategia adecuada “podemos serlo también en la producción de medicamentos”.
La industria farmacéutica en España “ha jugado un papel fundamental” y el país se ha convertido “en el primero de Europa en ensayos clínicos contra el coronavirus”.
Por ello ha defendido que para que no se pierdan todos los esfuerzos, la investigación necesita de mayores y constantes recursos, tanto por parte del sector público como del privado.
La industria farmacéutica invierte del orden de 154.000 millones de euros en I+D al año en todo el mundo, y la competencia entre países por atraer esas inversiones es grande.
“Pero España parte de una ventaja competitiva porque ya es un país de referencia en la realización de ensayos clínicos, gracias al apoyo de la Administración, la solidez del sistema sanitario, la cualificación de sus profesionales, la participación de los pacientes y la fuerte apuesta de las compañías farmacéuticas”.

Agencia Europea del Medicamento
En opinión de este directivo, la institución que tiene que liderar las noticias sobre las vacunas es la Agencia Europea del Medicamento (EMA)” porque es la que aprueba los fármacos y tiene máxima solvencia”.
“Tenemos que seguir a pies juntillas las directrices que marquen las instituciones”.
El coronavirus “es un bicho muy malo y está haciendo un daño tremendo a la salud y provocando un sufrimiento social y económico en todo el mundo”; desde las compañías y las administraciones públicas “debemos mandar mensajes de seguridad certeros“.
Respecto a la vacuna de AstraZeneca, López-Belmonte ha sido muy claro al afirmar que si mañana le llamaran para ponérsela sería “el primero de la fila”.
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