El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han acordado este jueves en Zaragoza acotar el control de casos de coronavirus a los graves y el seguimiento de brotes a los que se den en entornos vulnerables, en riesgo de exclusión social y en otros ámbitos que se consideren de interés. La retirada de las mascarillas en interiores no se ha tratado.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha leído la “Declaración de Zaragoza” que abre una transición hacia un nuevo modelo de vigilancia integral de salud pública, acordado por unanimidad, que se implementará en 2023.
Incluye el compromiso de implementar la vigilancia centinela de las infecciones respiratorias agudas leves (IRA) en atención primaria y las graves (IRAG) en atención hospitalaria, en todo el territorio nacional, antes de que acabe el primer trimestre de 2023, para lo que se constituirá un grupo de trabajo con la participación del Ministerio y las comunidades.
En el caso concreto de la vigilancia de la covid, y hasta que se implante ese sistema centinela, habrá antes una fase de transición restringida a los casos más graves y las personas vulnerables pero no será hasta al próxima semana cuando se decida el momento en el que comience a aplicarse.
Esta nueva estrategia de vigilancia de salud pública supone un cambio de paradigma al abrirse a enfermedades no transmisibles, salud animal y seguridad alimentaria, el concepto “One health” (una sola salud) y se ha debatido durante dos días en las Jornadas del Sistema Nacional de Salud sobre Vigilancia en Salud Pública celebradas en Zaragoza.
En rueda de prensa, la ministra ha anunciado que los datos epidemiológicos (incidencia, contagios, muertes o hospitalizaciones), ahora diarios, se darán a partir de la semana próxima los martes y viernes, día este último en el que se conocerá el informe de vacunación.
Darias ha explicado que durante la fase de transición hasta la implementación completa del sistema de vigilancia centinela de infecciones respiratorias agudas leves (IRAs), se mantendrá un sistema capaz de detectar aumentos de la incidencia en la población general, que permita la detección precoz de nuevas variantes y la medición de la efectividad vacunal.
Un sistema que incluirá, al menos, “la vigilancia individualizada de los casos de COVID-19 en ámbitos vulnerables y casos graves” y “la vigilancia y seguimiento de brotes epidémicos en entornos vulnerables, en riesgo de exclusión social y en otros ámbitos que se consideren de interés”.
También “el mantenimiento de los sistemas de información desarrollados específicamente para el seguimiento de la COVID-19, en concreto SERLAB y SICAH, ante el riesgo de cambios negativos en el curso de la pandemia y aportar la información de los casos detectados en atención primaria”.
Además, se garantizará “la capacidad suficiente de medios diagnósticos para la detección de nuevas variantes, con un nivel adecuado de secuenciación”, según la ministra de Sanidad.

Sanidad, las comunidades y ciudades autónomas en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III “determinará el tamaño muestral necesario para la futura vigilancia epidemiológica de la población centinela” de las enfermedades respiratorias.
El acuerdo supone la implementación de la vigilancia centinela de las infecciones respiratorias agudas leves (IRAs) en atención primaria y graves (IRAG) en atención hospitalaria, en todo el territorio nacional, antes de fin del primer trimestre de 2023.
Para ello, se constituirá un grupo de trabajo con la participación del ministerio de Sanidad, comunidades y ciudades autónomas
Las mascarillas
En conferencia de prensa, la ministra ha asegurado que la obligatoriedad de utilizar mascarillas en interiores no ha sido objeto de debate en la reunión de Zaragoza y que, aunque entiende el interés y esta decisión está cerca, “para nosotros es importante ponernos de acuerdo tanto en el cuándo como en el cómo”.
Los datos: se frena el descenso
La incidencia acumulada se sitúa este jueves en 429 casos por 1000.000 habitantes, tan solo un punto menos que ayer y 43 menos que el jueves pasado.
La ralentización del ritmo de decrecimiento de esta sexta ola queda patente y hay algunas comunidades autónomas que están subiendo ligeramente en número de casos.
Canarias está a la cabeza de la incidencia acumulada con 865 casos, seguida de Galicia (782) y Extremadura (725).
Las cifras siguen mostrando una tendencia a la baja salvo en la incidencia a 7 días, que se ha incrementado en la última semana hasta superar los 211 casos por cada 100.000 habitantes.
Un repunte al que, sin embargo, “hay que darle el valor adecuado”. “Ahora es posible que podamos tener este ligero incremento”, pero hay que fijarse, ha dicho Darias, “en los datos de impacto” esto es, los ingresos hospitalarios y en uci.
El Ministerio de Sanidad ha comunicado este jueves 22.615 casos desde ayer y 126.097 desde el pasado jueves. Desde el inicio de la pandemia se contabilizan 11.204.1255 casos.
La tasa de positivos por pruebas diagnósticas es del 17,05%, unas décimas más que ayer.
Respecto al número de fallecimientos, se han notificado 85 respecto a ayer y 664 desde el pasado jueves.
El total de muertes por covid desde el inicio de la pandemia es de 101.077.
La presión hospitalaria sigue bajando. En uci hay 725 pacientes (890 el pasado jueves), el 7,9% de ocupación, mientras que en planta y uci hay 4.891 (5.989 el jueves).
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