¿Qué importancia tienen los primeros 1.000 días de vida?
Mucha, es la etapa de mayor plasticidad y la más efectiva para realizar intervenciones con impacto positivo en la salud a largo plazo

1.000 días para cuidar toda una vida
El vínculo con la madre es clave para el desarrollo adecuado del bebé. EFE
  • 8 de marzo, 2022
  • MADRID/ EFE/ CLARA BARRIO
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Fundevas, una ONG formada por mujeres del sector de la ginecología, psicología, y la educación, entre otras especialidades, tiene entre sus objetivos promocionar la atención integral al bebé y a su familia durante sus primeros 1.000 días de vida para garantizar un correcto desarrollo.

Su finalidad es poner el foco en la neurociencia y construir un futuro adecuado para los niños.

Para esta asociación, influir de manera positiva en los 1.000 primeros días es una inversión en la salud, bienestar y felicidad a largo plazo del ser humano.

Para ello, se debe acompañar a los sanitarios y centros de salud y apoyar políticas públicas que garanticen el correcto desarrollo de los niños.

En esta etapa, el ser humano tiene una mayor plasticidad y desarrollo cerebral, por lo que es mucho más efectivo realizar intervenciones de detección y tratamiento de trastornos y optimización del desarrollo cerebral, según un estudio del Center of Developing Child de la Universidad de Harvard.

Esto supone una ventaja en términos de salud física, salud mental, desarrollo de memorias implícitas y conducta.

Así lo avalan diferentes informes de The Open University o Unicef, donde se demuestra que los resultados económicos, académicos y de salud de los adultos están influidos por esta etapa y piden una atención temprana adecuada.

El ser humano en el centro de la ecuación

Fabiola Cortés, presidenta de Fundevas, explica a EFEsalud que “debe haber un cambio de enfoque en el trabajo y las empresas”.

“Hay que cuidar a la persona y su salud física y mental. Con esta visión en cualquier institución se pensaría cómo podemos ayudar a las personas a encontrarse mejor y ellas mismas producirían más. El ser humano debe estar en el centro de la ecuación”, sostiene la experta.

Por ello, Fundevas establece seis prioridades:

  • Construir habilidades en las familias
  • Unir las intervenciones con las fuentes principales de estrés y con especial atención a colectivos más desfavorecidos
  • Incorporar expertos en identificación temprana, evaluación y tratamiento clínico
  • Apoyo a la salud física y emocional y la nutrición tanto de los bebés como de sus madres
  • Fortalecer la calidad del entorno público y familiar con intervenciones interdisciplinares
  • Establecer metas claras y definidas

Abordar estos retos permitirá un desarrollo de la resiliencia, inteligencia, autorregulación y la capacidad relacional de las personas y un óptimo desarrollo neuronal.

Razones científicas

En el ámbito científico, Fundevas señala que los primeros años se crean entre 10.000 y 15.000 conexiones neuronales, aunque la mayoría quedan establecidos antes del nacimiento.

Por otro lado, la facilidad de hacer un cambio en el sistema nervioso es mayor y menos costosa en esta etapa. Nuestro sistema de creencias, que condicionan nuestra vida, y el sistema límbico, responsable de afrontar el estrés y regular nuestro condicionamiento emocional, se configuran en estos momentos.

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Infografía sobre problemas derivados por una mala atención durante los 1.000 días de vida. Imagen cedida por Fundevas.

Por ello, los expertos señalan como objetivos científicos:

  • Evaluar científicamente el bienestar físico y emocional de la madre, del bebé y su tipo de apego
  • Financiar investigaciones de los métodos más eficaces para el desarrollo cerebral durante el embarazo y el primer año de vida
  • Dar pautas y establecer protocolos para las familias y los profesionales de la salud con el objetivo de optimizar el desarrollo neuronal de los bebés en el útero y los recién nacidos
  • Impulsar la creación de un laboratorio de neurociencia cognitiva aplicado a los bebés
  • Apoyar políticas públicas a través de protocolos integrales en la infancia temprana, con especial atención a los colectivos más desfavorecidos

La infancia, etapa de mayor retorno

En términos económicos, la inversión en la primera infancia supone un retorno seguro del 13 % y un ahorro en términos de salud pública e impacto social. Por ello, apostar por esta etapa significa rentabilidad en la educación, productividad y la salud a largo plazo.

En Estados Unidos, se estima que hay un ahorro de 670 billones en enfermedades físicas por año gracias a esta inversión.

La importancia del contexto

Desde el momento de la concepción, el ser humano se encuentra inmerso en un contexto social, político y económico que influye en su desarrollo. Los genes, el estado emocional de sus padres, las condiciones sociales y sus ancestros son factores determinantes.

La memoria implícita es otro aspecto clave a tener en cuenta. Esta es responsable de los hábitos, la sensibilización y el condicionamiento clásico de las informaciones y experiencias no procesadas conscientemente.

Estas memorias son las únicas posibles durante los dos primeros años de vida y abarcan desde el estado emocional y físico de los padres antes de la concepción hasta los primeros 1.000 días de vida de un niño.

Desde los primeros minutos de vida, los niños buscan de forma natural interactuar con adultos. Si no hay respuestas o no son confiables, la arquitectura del cerebro no se forma de manera adecuada. Esto supone un problema para el aprendizaje y el comportamiento.

Fabiola Cortés señala que “el bebé debe crecer en armonía para sentirse seguro y que pueda tener cubiertas todas sus necesidades básicas de amor, cuidado, respeto, calor y comida”.

“Tener cuidadores estables es un punto importante. Aunque la alimentación pueda darse de diferentes formas, siempre debería ser la misma persona. El objetivo es que el bebé interaccione con la persona que se lo da y no rompa ese vínculo”, recuerda la presidenta de Fundevas.

“La familia puede apoyar a esta mamá para que tenga las condiciones necesarias para atender a su bebé- añade- y se sienta segura. Al final debe ser una red que cree esa unidad y que cuide a las familias para que puedan tener hijos”.