El cáncer es la enfermedad más compleja y heterogénea que existe y nadie conoce la solución para acabar con ella. Esta es la respuesta unánime de los distintos expertos consultados por EFEsalud. Sin embargo, la ciencia y la investigación van ganando terreno y ahora la gran mayoría de los tumores localizados y diagnosticados en fase precoz se curan, mientras que algunos tipos en fase avanzada se están cronificando

¿Qué nos impide acabar con el cáncer?
Metástasis. Foto: CIEMAT
  • 8 de abril, 2019
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

Pero aniquilar al cáncer, igual que se han erradicado otras enfermedades a lo largo de la historia, se presenta, hoy por hoy, como un imposible.

“Más que erradicar, el objetivo es poder curarlo y controlarlo. Tenemos que conseguir que no sea sinónimo de muerte en ningún caso”, apunta la presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la doctora Ruth Vera.

En la misma línea el presidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO), el oncólogo Vicente Guillem, considera: “Acabar con el cáncer es difícil, pero empezar a dominarlo es una realidad. Cada día se curan y se cronifican más casos”.

“El riesgo cero no existe”, advierte por su parte la investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) Nuria Malats en referencia a la combinación de factores que propician la aparición del cáncer.

Estas son algunas de las razones que impiden acabar con el cáncer:

1. Es multifactorial

El origen del cáncer se encuentra en una multiplicación anómala de las células que nuestro propio organismo puede eliminar mediante la apoptosis o muerte celular programada. Cuando falla ese mecanismo de defensa la célula anómala continúa multiplicándose hasta generar un tumor.

“Esas células anómalas tienen la capacidad de invadir los vasos sanguíneos y otros órganos” formando los tumores, explica Ruth Vera, también jefa del Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario de Navarra.

¿Qué agentes provocan esa multiplicación de células y el fallo de la apoptosis? Son múltiples los factores de riesgo. Y esta es una de las principales dificultades para evitar que el cáncer aparezca.

“Las alteraciones celulares no se producen de un día para otro, son fruto de años de exposición a factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, la obesidad, el sol, virus, factores ambientales o factores genéticos, estos últimos predisponen a unas personas más que a otras a desarrollar cáncer. Por eso decimos que el cáncer es multifactorial”, subraya la presidenta de SEOM.

Incluso el envejecimiento es un factor de riesgo ya que también se produce un envejecimiento celular, con los años las células acumulan mutaciones y se dividen con mayor facilidad.

2. El tumor tiene su propia fisiología

Otra complejidad es el hecho de que el tumor tenga su propia fisiología, sus propias características moleculares, mientras que en otras patologías el huésped o persona y la enfermedad comparten la misma fisiología, detalla la jefa del Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del CNIO, Nuria Malats.

“El huésped y el tumor son dos multisistemas que interaccionan. Y entra también en juego un tercer multisistema, el microbioma de la persona. Microorganismos que se relacionan con el tumor con riesgo de romper la simbiosis que tenían con el huésped”, indica la científica.

“Desconocemos cuándo los distintos factores de riesgo impactan en el inicio del proceso carcinógeno”, explica la doctora Malats, quien señala que la evolución de un tumor, desde que se inicia hasta que se diagnostica, puede ser de 15 0 20 años.

3. La falta de prevención

Los tres expertos consultados coinciden en destacar la necesidad de prevenir el cáncer mediante estilos de vida saludables que evitarían el 40% de los tumores, según datos de SEOM, sociedad médica que sitúa el tabaco como  responsable del 33 % de los tumores, el alcohol detrás del 12 por ciento y la obesidad como factor de influencia en un uno de cada 20 tumores.

“Necesitamos mayor implicación de la población para aumentar nuestro conocimiento sobre los factores de riesgo, pero también necesitamos medidas de concienciación desde la infancia. Todos sabemos la influencia del tabaco pero hay personas que siguen iniciándose en este hábito”, subraya Ruth Vera.

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EFE/Kiko Huesca

La tecnología es un aliado de la prevención y de la curación al permitir realizar diagnósticos precoces. Un ejemplo es la biopsia líquida “que en un futuro puede estar tan desarrollada que con solo una analítica podamos detectar las células tumorales en sangre y diagnosticar la enfermedad en fase precoz”, apunta la oncóloga.

La incidencia del cáncer en España se estima en 277.234 casos para 2019, un 12% más que en 2015, según el informe “Las cifras del cáncer en España 2019”, de la Sociedad Española de Oncología Médica.

4. La heterogeneidad del cáncer

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Biomarcadores en cáncer de pulmón contra los que dirigir los tratamientos. Infografía MSD

Hablar de hepatitis C, por ejemplo, es hablar de una sola enfermedad, hablar de cáncer es hablar de más de doscientas enfermedades distintas.

“No es lo mismo un cáncer de páncreas que otro de mama, los mecanismos moleculares implicados tanto en la incidencia como en el proceso de metástasis son absolutamente distintos”, explica el doctor Guillem, también jefe de Oncología de la Fundación IVO (Instituto Valenciano de Oncología).

Uno de los grandes avances ha sido conocer la biología molecular del tumor, aunque todavía queda mucho por saber.

Este conocimiento ha permitido desarrollar nuevos tratamientos, como las terapias diana y la inmunoterapia, en función de las distintas alteraciones tumorales personalizando el abordaje de la enfermedad.

5. La metástasis

Que la metástasis o diseminación del cáncer a otros órganos es el caballo de batalla de médicos e investigadores es otra de las conclusiones en las que han coincidido los tres especialistas.

“Pero son tantas las mutaciones que se producen en la célula cancerosa que es muy difícil saber exactamente cuáles de esas mutaciones son capaces de desarrollar un tumor que degenere en metástasis, lo que llamamos conductoras, y cuáles son pasajeras, mutaciones poco importantes o silentes que no tienen ninguna repercusión”, explica Vicente Guillem.

En pacientes y en tumores puede haber varias alteraciones conductoras y podemos atacar algunas, pero otras se escapan. Los mecanismo moleculares son tan complejos que, aunque cada día los conocemos mejor, todavía no hay una fórmula magistral para anularlos todos al mismo tiempo, no podemos hacer un off de todas las alteraciones moleculares”, expone el presidente de la Fundación ECO.

Para la presidenta de SEOM, “evitar la metástasis es nuestro punto débil, es lo que nos impide curar a los pacientes”, aunque la investigación la tiene en su punto de mira.

La doctora, no obstante, resalta otro de las avances: las terapias de última generación están permitiendo cronificar la enfermedad avanzada en determinados tumores alargando la supervivencia, como ocurre con algunos tipos de melanoma o de cáncer de pulmón.

La esperanza está en la ciencia, en la búsqueda de nuevos tratamientos e incluso en el desarrollo de vacunas que pudieran actuar contra las alteraciones moleculares del tumor.

“Soy muy optimista de cara a los próximos diez años, creo que se van a dar pasos espectaculares a medida que conozcamos mejor todos los mecanismos implicados y las mutaciones de cada tumor y en cada paciente”, concluye el doctor Guillem.