El 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, una fecha impulsada por la International Diabetes Federation (IDF) para visibilizar esta enfermedad, cada vez más prevalente. “Si ahora no, ¿cuándo?” es el lema escogido para esta ocasión, que incide en la necesidad de acabar con la desigualdad en el acceso a los cuidados de la diabetes y garantizar un buen control de la enfermedad, lo que permitiría un ahorro de hasta 900 millones de euros en gasto sanitario

Las cifras actuales que se manejan sobre la diabetes son alarmantes: 463 millones de adultos (1 de cada 11) padecían diabetes en 2019 y se espera que para 2045 el número de afectados alcance los 700 millones en el mundo.
A la elevada y creciente prevalencia, se suma la escasa visibilidad social de esta enfermedad y una alta tasa de infradiagnóstico.
Además, muchas de las personas que la padecen no tienen acceso a todos los recursos necesarios, tanto terapéuticos como educativos, para gestionarla correctamente.
Se estima que en el mundo 1 de cada 2 personas con diabetes que necesitan insulina no pueden acceder a ella o pagarla.
Sobre esta problemática gira el Día Mundial de la Diabetes (DMD), que en esta ocasión pone el foco en la necesidad de impulsar la igualdad en el acceso a los cuidados de la diabetes.
La Sociedad Española de Diabetes (SED), su Fundación y la Federación Española de Diabetes (FEDE) se suman a esta reivindicación y reclaman un acceso mayor y más equitativo a los recursos disponibles, también en España.
Y es que sin tratamiento ni apoyo suficiente, las personas con diabetes corren el riesgo de sufrir complicaciones graves y potencialmente mortales, como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular, la insuficiencia renal, la pérdida de visión o la amputación de los miembros inferiores.

Una enfermedad invisible e infravalorada
“Casi la mitad de los casos de diabetes no están diagnosticados, y un 40- 50 % de las personas diagnosticadas no alcanzan los objetivos de control”, denuncia el doctor Antonio Pérez, presidente de la SED.
Por ello, la SED reclaman una reactivación y transformación progresivas del sistema sanitario que permita “la aplicación del modelo de atención a la cronicidad de forma eficiente, incorporando al paciente como elemento central activo y la coordinación entre niveles asistenciales”.
Aunque la situación es preocupante, también hay “motivos para el optimismo”, asegura el presidente de la SED, sobre todo relacionados con estudios que avalan la importancia de una terapia intensiva desde el comienzo de la enfermedad, nuevas terapias más eficaces y seguras, y sistemas de monitorización de la glucemia incruentos, entre otras innovaciones.
Desigualdades en el acceso a los recursos entre CC.AA.

Muchos de los recursos fundamentales para el control de la diabetes están fuera del alcance de millones de personas que los necesitan.
El problema es especialmente frecuente y dramático en los países menos desarrollados, pero también en España se advierten algunas limitaciones significativas en el acceso a los recursos para hacer frente a la diabetes.
“Los recursos profesionales y el grado de acceso a determinados recursos asistenciales y novedades terapéuticas es heterogéneo entre CC.AA., y también entre centros y áreas sanitarias dentro de la misma comunidad o localidad”, lamenta el presidente de la SED.
“Existe una necesidad de garantizar que, independientemente del lugar donde se encuentren, las personas con diabetes puedan beneficiarse de un estándar de atención basado en las mejores prácticas para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la monitorización y la educación diabetológica”, demanda el doctor Pérez.
También desde la FEDE se subraya este problema, puesto que “en nuestro país no hemos conseguido un acceso equitativo a los recursos para combatir la diabetes”, señala su presidente, Juan Francisco Perán.
“Los gobiernos, tanto a nivel central como autonómicos, deben ser conscientes de que la diabetes es una patología crónica, con multitud de complicaciones, y que su abordaje debe ser multidisciplinar, adoptando políticas centradas en el paciente y con proyección de futuro”, añade Perán.
El peso económico de la no atención
Garantizar un mejor control de la diabetes tiene un impacto directo en la calidad de vida de los pacientes, pero también a nivel económico.
La carga económica de la diabetes en España corresponde al 8,2 % del total del presupuesto sanitario, lo que implica 5.809 millones de euros anuales, de los cuales más de 2 millones son debidos a las complicaciones de la enfermedad, según el ‘Informe sobre el Impacto Económico de la diabetes tipo 2 en España’, elaborado por FEDE.
Un paciente con un buen control de su diabetes supone 883 euros anuales de gasto al sistema, mientras que el que no lo está puede llegar a un gasto de 2.133 euros anuales.
Por ello, garantizar el acceso a los cuidados y la educación diabetológica constituye un pilar fundamental. España podría ahorrar cerca de 900 millones si se invirtiera en educación y prevención de complicaciones de la diabetes.
Impacto de la covid-19 en la gestión de la diabetes

La situación de desigualdad en el acceso a los recursos ya existía antes de la pandemia, pero se ha visto agravada desde su irrupción.
La pandemia supuso la paralización o reducción drástica de tres de los aspectos fundamentales de la atención diabetológica: visitas médicas y de enfermería, educación diabetológica y realización de analíticas y exploraciones en los centros sanitarios
Según el doctor Antonio Pérez, “durante la pandemia la mayoría de personas con diabetes, especialmente aquellas con DM2, estuvieron desatendidas”.
“Durante el confinamiento se suspendieron la mayoría de sus revisiones presenciales y esto ha pasado factura, pues muchos pacientes no contaban con la formación adecuada para poder gestionar su patología de una manera autónoma”, subraya el presidente de FEDE.
Sin embargo, como aspecto positivo, la doctora Sonia Gaztambide, presidenta de la Fundación SED, destaca que “la telemedicina ha ocupado un lugar importante durante la pandemia y ha venido para quedarse, no de forma universal pero sí ocupando una parcela importante de la atención”.
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