Nos miramos al espejo y apreciamos que nos falta pelo, y cada vez más. ¡Por qué se me cae! Me alimento bien, lo lavo y lo cuido con mimo, el vino no se me sube a la cabeza, nada quiero saber del tabaco; ¿Entonces, será algún medicamento? No creo; ¿Y la herencia familiar? Claro… mi padre tenía entradas a los cuarenta y yo voy de cabeza a los sesenta