La Asamblea General de la Asociación Médica Mundial (AMM) ha aprobado dos declaraciones: la ‘Declaración de Córdoba’, para proteger y fortalecer la relación médico-paciente; y otra para regular las pseudoterapias y reducir su daño a los pacientes

Ante una relación médico-paciente cada vez más “alejada”, los miembros de la Asamblea buscan “alcanzar lo que es más apropiado para los pacientes en base a evidencia científica, al mejorar su salud y bienestar mental y físico, y aliviar el dolor”, detalla el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), que se ha encargado de organizar esta cita mundial.
“Supone un enorme apoyo a este proyecto, que inició la profesión médica española para que la relación médico-paciente sea considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO”, explica el doctor Serafín Romero, presidente de la CGCOM.
Para este médico, “existe una quiebra en la relación que tiene mucho que ver con la empatía y el lenguaje no verbal”.
“Hay que evitar la pérdida de la humanización -añade- y tratar de que esta relación perdure, a pesar de los avances tecnológicos, que vienen a ayudar, no a sustituir”.
Crecientes tendencias a…
En la actualidad, aseguran los profesionales, la relación médico-paciente está en constante amenaza por influencias, tanto dentro como fuera de los sistemas de salud.

Explican que, en algunos países y sistemas de salud, estas influencias corren el riesgo de alejar a los médicos de sus pacientes y pueden dañarlos.
Desde la CGCOM, señalan una creciente tendencia a la “tecnologización” de la Medicina, que, a veces, lleva a una visión mecanicista de la atención médica.
Asimismo, los expertos apuntan a un debilitamiento de las relaciones de confianza entre las personas, “lo que influye negativamente en las relaciones sanitarias”. Además de un enfoque principal en los aspectos económicos.
Por ello, la asociación expone que “la relación entre médicos y pacientes nunca debe estar sujeta a interferencias administrativas, económicas o políticas”.
Recomendaciones médico-paciente
Según el CGCOM, reiterando su Declaración de Ginebra, el Código Internacional de Ética Médica y la Declaración de Lisboa sobre los Derechos de los Pacientes, la AMM y sus miembros constituyentes:
- Reafirman que la autonomía profesional y la independencia clínica son componentes esenciales de la atención médica de alta calidad y profesionalismo médico, que protegen el derecho de los pacientes a recibir la atención médica que necesitan.
- Instan a todos los agentes implicados en la relación médico-paciente a defender, proteger y fortalecer esta relación, en base a una atención de alta calidad, como un patrimonio científico, sanitario, cultural y social.
- Piden a los miembros constituyentes y a los médicos que defiendan este modelo de relación como núcleo fundamental de todo acto médico centrado en la persona.
- También demandan a estos miembros y médicos que defiendan la profesión médica y sus valores éticos, incluida la compasión, competencia, respeto mutuo y autonomía profesional.
- Reafirman su oposición a la interferencia gubernamental, de otros agentes y administraciones institucionales en la práctica de la medicina y en la relación médico-paciente.
- Revalidan su dedicación a proporcionar un servicio médico competente con total independencia profesional y moral, con compasión y respeto por la dignidad humana.
- Se comprometen a abordar los factores emergentes que podrían representar una amenaza para la relación médico-paciente y tomar medidas para mitigar esos factores.
Efectos secundarios de las pseudoprácticas
La ‘Declaración de Córdoba’ no ha sido la única aprobada durante la Asamblea Médica Mundial. Los expertos han creído necesario aprobar otra para regular y concienciar públicamente sobre las pseudoterapias y pseudociencias.
Unas técnicas, explican desde la CGCOM, que al principio parecían inofensivas, pero que, ahora, pueden llegar, incluso, a causar la muerte.
Los expertos apuntan a que, la práctica de estas “falsas” técnicas, pueden llevar al paciente a que abandone el tratamiento médico, tenga traumas psicológicos, daños económicos o que se produzca un retraso peligroso y pérdida de oportunidad en la aplicación de fármacos, entre otros efectos.
El doctor Jerónimo Fernández Torrente, coordinador del Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias de la OMC, es el impulsor de esta Declaración, que insta a los profesionales sanitarios a iniciar acciones legales y de denuncia ante estas prácticas.
Recomendaciones ante pseudoterapias
Las pseudociencias y las pseudoterapias, según los miembros de la asamblea, constituyen un sistema complejo de teorías, suposiciones, afirmaciones y métodos considerados erróneamente como científicos.
Y, aunque algunas estén aceptadas por la comunidad científica y aporten beneficios a la terapia médica principal, los expertos explican que, sin una debida regulación, pueden ser peligrosas y poco éticas.
Por todo ello, la AMM hace las siguientes recomendaciones:
- Es necesaria una regulación adecuada y rigurosa acorde con las mejores prácticas que aborde los riesgos y reduzca los daños potenciales que puedan ocasionar las pseudoterapias y las pseudociencias.
- Las pseudoterapias y pseudociencias no deben considerarse especialidades médicas reconocidas por la comunidad científica ni avaladas legalmente con un título de especialista o subespecialista en pseudociencias.
- Todos los actos de intrusismo profesional, las actividades de pseudoterapias y pseudociencias que pongan en riesgo la salud pública de la población deben denunciarse ante las autoridades competentes.
- El papel de los medios de comunicación generales y especializados en pro de la transparencia y la veracidad a la hora de aumentar la conciencia científica pública crítica resulta fundamental.
- Los médicos deben seguir ejerciendo la medicina como servicio basado en la aplicación del conocimiento científico crítico actual, en la destreza técnica y en el comportamiento ético.
- Los médicos deben mantener actualizadas sus habilidades con los avances en su ámbito profesional.
- El paciente ha de estar en todo momento debidamente informado sobre las opciones de terapia disponibles, su efectividad y riesgos, y poder participar a la hora de decidir cuáles son los mejores tratamientos.
- Los médicos deben ser formados para identificar las pseudociencias/pseudoterapias, las falacias lógicas y los sesgos cognitivos y aconsejar a sus pacientes en consecuencia.
- Los médicos deben ser conscientes de que algunos grupos de pacientes son particularmente vulnerables a los riesgos asociados al uso de pseudoterapias.
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