Josune Tutor, portavoz de Osatzen, la Sociedad Vasca de Medicina de Familia y Comunitaria, considera que en la pandemia la “protagonista indiscutible” ha sido la atención primaria que impidió el colapso del sistema hospitalario y para la que pide mayor inversión y visibilización social tras meses de agotamiento y desgaste emocional de sus profesionales

Osatzen Bizkaia: La atención primaria, protagonista indiscutible de la pandemia
Una persona sale del ambulatorio de Olárizu de Vitoria, durante la primera ola de la pandemia. EFE/David Aguilar
  • 23 de agosto, 2021
  • EFE/HENAR FERNÁNDEZ/ANA SOTERAS

La doctora Tutor ha hecho estas declaraciones sobre la atención primaria en pandemia al programa de radio de EFEsalud, “El Bisturí”, dentro del proyecto de este canal para 2021, en el que semanalmente habla con un hospital o entidad sanitaria de una provincia española sobre cómo han vivido y viven esta crisis sanitaria.

La especialista en medicina familiar ha relatado cómo se vivió la primera ola de la pandemia en Bizkaia y ha valorado la llegada de las vacunas: “La actividad comunitaria más grande que se ha hecho en la historia”.

  • ¿Cuándo empiezan a notificarse los primeros casos de coronavirus en Bizkaia?

A finales de febrero de 2020, todos hospitalarios. El comienzo fue extraño, teníamos el precedente de la provincia de Araba con una semana de antelación se empezaban a notificar cada vez más casos de coronavirus. A mediados de marzo, en Bizkaia aumentaron los casos y los ingresos hospitalarios. Marzo y abril fueron los meses más duros de esa primera ola.

  • ¿Qué diferencia hubo entre la primera ola y el resto?

Sobre todo el desconocimiento, un hecho sin precedentes. Los profesionales sanitarios no teníamos ni información ni experiencia en el manejo de este virus y había incertidumbre y miedo tanto de la sociedad como de los profesionales.

  • ¿Cómo se organizaron los centros de salud en Bizkaia?

El municipio más azotado en el comienzo de la pandemia fue Basauri y teniendo la experiencia en Vitoria, con una semana de antelación, se vio la necesidad de establecer una nueva forma de trabajo que respondiese a esa pandemia, a esa incertidumbre… y lo que se planificó en un municipio con dos centros de salud, uno de cabecera que atendía a otros municipios, unas 68.000 personas con gran dispersión geográfica, es una zonificación. Consistió en atender la patología susceptible de covid en ese centro de salud.

Sin saber cómo iba a ser la evolución de la pandemia y poniéndonos en el peor de los casos (con sanitarios aislados por contacto de casos, por si nos quedábamos sin profesionales para atender, cosa que no sucedió, y con la población muy afectada) se planteó esa zonificación.

Los profesionales de los diferentes centros de salud venían a atender por turnos y se hacía esa atención centralizada. El mismo centro de salud se dividió en dos zonas con flujos independientes de entrada y salida e independientes para personas con síntomas de covid.

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Una sanitaria vacuna contra la covid a un hombre en el Pabellón Landako de Durango. EFE/ Luis Tejido
  • ¿Cómo ha afectado la pandemia a los sanitarios?

Han sido las dos caras de la moneda, el lado positivo de un trabajo de equipo, los nuevos roles que se han adquirido, cómo hemos aprendido a comunicarnos entre el primer nivel y el segundo..

Se ha dado más visibilidad a la importancia de la atención primaria de cara a la sociedad.

Por otro lado, ha sido muy agotador, hemos trabajado incansablemente, hemos atendido a una población cada vez más cansada, más enfadada y con mucho miedo. Los sanitarios también somos personas y también teníamos nuestros miedos y desgaste emocional. Como se alarga en el tiempo, ese cansancio, ese desasosiego que también vive la sociedad también se vive a nivel sanitario.

  • ¿Qué ha supuesto la vacuna?

Es la actividad comunitaria más grande que se ha hecho en la historia, nunca habíamos pensado que lo podríamos hacer. La vacunación ha supuesto un salto triple que no se había hecho, ni se esperaba hacer en cuanto a la citación, a llegar a toda la población, a cómo ser ágiles, a poner las medidas de seguridad…La vacunación ha recaído de forma mayoritaria en las enfermeras de los centros de salud que también llevan a cabo otros mil actos asociados con el coronavirus.

Ahora, con las vacunas, los casos que se están detectando son menos graves y los ingresos en uci han disminuido. Está claro que la vía debe ser esta.

  • ¿Qué hemos aprendido de cara al futuro en la gestión de pandemias?

La conclusión es saber que esto puede volver a pasar, somos todo muy ingenuos en este tema.

Las inversiones en atención primaria deben ser potentes porque, aunque no haya salido en los medios de comunicación, ha sido la protagonista indiscutible al evitar que colapse el sistema sanitario, ha atendido al 80% de los casos de covid y les ha hecho el seguimiento, pero también el seguimiento de los que recibieron el alta en los hospitales, ha participado en la red de rastreo en una proporción muy alta, tiene el papel principal en la vacunación…

Está claro que a la atención primaria tenemos que visibilizarla, fortalecerla y darle un papel más importante en la sociedad del que tenía. Sobre todo tenemos que cambiar y evolucionar como sociedad, como sistema sanitario y aprovechar esta catástrofe para reconstruirnos y formar algo que se adapte a la situación social actual.