Aurora Pérez Cornago es una joven dietista-nutricionista volcada en la investigación. Ahora participa en un proyecto de la Universidad de Navarra que estudia, entre otros parámetros, si las personas obesas y con síndrome metabólico que siguen una dieta hipocalórica personalizada consiguen perder peso y pueden reducir sus síntomas depresivos

Con 26 años, esta soriana de Ólvega tiene muy claro que su camino es la investigación, aunque para ello cree que tendrá que salir de España, algo que por el momento puede evitar. Está centrada en el proyecto RESMENA, sobre obesidad y síndrome metabólico, que desarrolla la Universidad de Navarra, donde obtuvo su diplomatura. Tras cursar dos máster oficiales sobre alimentación y metabolismo (E-menu) y sobre salud pública y formarse en The European Food Information Council (EUFIC) de Bruselas y en el University College de Dublín, donde trabajó en metabolómica, el siguiente paso es terminar la tesis doctoral.
- Como experta, ¿cuál es su radiografía de la nutrición en España?
- ¿En qué consiste el proyecto del Departamento de Ciencias de la Alimentación y Fisiología de la Universidad de Navarra sobre obesidad y síndrome metabólico.
Cien voluntarios con obesidad y síndrome metabólico participaron en este proyecto durante seis meses en los que siguieron dos dietas diferentes (ambas saludables) para la pérdida de peso y las dos con un restricción energética del 30% de la energía. Una es la dieta equilibrada propuesta por la Asociación Americana del Corazón (AHA) y la otra es la dieta RESMENA, basada en la crononutrición o ritmo de vida de cada persona, en la educación nutricional y con una elevada adherencia a la dieta mediterránea. El grupo de investigación multidisciplinar de la Universidad de Navarra que colabora en dicho estudio pertenece además al CIBERobn, Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición.
- ¿Cuáles son las primeras conclusiones de esta investigación?
Los primeros resultados acaban de ser publicados en revistas científicas de impacto dentro del área de Nutrición. La aplicación práctica de esta investigación es muy importante, ya que la dieta RESMENA se presenta como una buena alternativa a la dieta propuesta por la AHA. Los resultados obtenidos en los pacientes a los dos y seis meses de seguimiento de esta dieta, muestran beneficios que van más allá de la pérdida de peso y grasa corporal, mejorando además otras complicaciones metabólicas adicionales. Por ello, la dieta RESMENA, se propone como una alternativa a otras avaladas científicamente, estando indicada para pacientes obesos que sufren síndrome metabólico.
- Su participación en el proyecto está enfocada en los factores psicológicos de los voluntarios y cómo influyen en la dieta.
Durante esos seis meses hubo un control del estado psicológico de los voluntarios en el que estudiamos tanto facetas de personalidad como el estado depresivo y de ansiedad de los individuos a lo largo del estudio. Se ha demostrado que los factores psicológicos están fuertemente relacionados con la obesidad y el síndrome metabólico. Estamos observando, todavía de forma preliminar, una relación entre depresión y ansiedad con la ingesta dietética. Aquellas personas con mayores síntomas depresivos y de ansiedad siguen patrones dietéticos menos saludables. Además, estamos aún comprobando que la reducción de peso ayuda a disminuir síntomas depresivos en esta población con síndrome metabólico.
- Cada año surgen dietas nuevas, “fórmulas mágicas” que prometen una pérdida rápida de peso. ¿Cuál es el mejor método para perder peso, tanto en casos de obesidad como de sobrepeso?
No existe una “fórmula mágica” para la pérdida de peso. Lo mejor es ponerse en manos de un dietista-nutricionista para que nos paute una dieta personalizada, variada y equilibrada. Que sea personalizada es muy importante para que se ajuste a nuestras necesidades nutricionales y energéticas y también para su seguimiento. Hay que tener en cuenta la historia clínica del paciente y sus preferencias para que sea capaz de seguir la dieta. Además, la dieta junto con una buena planificación de actividad física, le ayudará a perder peso y a no recuperarlo.
- España vive una crisis económica e institucional preocupante. ¿Cómo considera que puede repercutir en la investigación?
Los investigadores nos encontramos, no solo sin financiación para poder investigar, sino también sin becas o contratos. Lo que a mi me toca más de cerca es el tema de becas para la realización de la tesis doctoral. Tengo la suerte de tener una beca de la Asociación de Amigos de la Universidad de Navarra, pero estoy viendo a gente muy preparada y con muchísimas ganas de trabajar, que no tiene financiación para realizar la tesis. La mayoría de organismos han reducido el número de becas para investigación o ni siquiera han sacado la convocatoria correspondiente a este año. La situación es muy preocupante y está poniendo en peligro la investigación en España.
- ¿Qué aportan los jóvenes a la investigación?
Los jóvenes tenemos la inquietud y las ganas de aprender necesarias para dedicarnos a la investigación. En esta profesión hay muchos altibajos; en la primera etapa te encuentras con problemas para conseguir financiación, una vez que tienes el soporte económico puede que no te salgan los experimentos, y cuando te salen cuesta muchísimo publicar tu trabajo en revistas científicas de alto impacto! Creo que los jóvenes, por nuestra facilidad de adaptación, superamos estas difíciles situaciones con entusiasmo y con ganas de enfrentarnos a nuevos retos profesionales.
- ¿Cuál es el camino actualmente de la investigación en materia de nutrición? ¿Qué podemos esperar de la nutrigenómica y la nutrigenética?
Existen numerosas líneas de investigación dentro de la nutrición, siendo las disciplinas ómicas (genética, epigenética y metabolómica) y la cronobiología, de las más punteras. En nuestro departamento estamos estudiando estos aspectos en colaboración con otros centros de investigación.
La nutrigenómica y nutrigenética son metodologías emergentes que tratan de conocer el efecto de la dieta sobre los genes y la respuesta genética a la ingesta dietética. Aunque todavía queda mucho por descubrir, en un futuro estas disciplinas permitirán un tratamiento dietético-nutricional mucho más personalizado.
- ¿Cuáles son sus retos particulares en la investigación dietética? ¿Cuál es su sueño profesional?
A mi me apasiona la investigación, por eso mi sueño es poder seguir dedicándome a esto. Tengo asumido que si quiero ser investigadora tendré que irme unos años al extranjero cuando acabe la tesis. Es una pena que España me esté formando y que otros países se vayan a aprovechar de esta formación porque aquí no hay cabida para la investigación. Pero espero que la situación económica en España mejore, y se le de a la investigación la importancia que se merece, porque me gustaría poder volver y aplicar todo lo que estoy aprendiendo aquí.