Hablar de enfermedades mentales es hablar de estigma. De prejuicios, estereotipos y de rechazo por parte de la población. En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, 10 de octubre, un estudio realizado por el Centro San Juan de Dios, especializado en atención psiquiátrica, muestra que ese estigma no solo está presente en la sociedad, sino también en las personas que sufren este tipo de trastornos y en los profesionales que les tratan

Autoestigma en los trastornos mentales, ¿una realidad?
EFE/EPA/Valdrin Xhemaj
  • 9 de octubre, 2019
  • MADRID/EFE/SARA MANCEBO

Para la elaboración de este estudio se ha analizado la visión de un grupo de personas con enfermedades mentales graves de larga duración -sobre todo esquizofrenia y trastornos de la personalidad-, de los profesionales de la salud que les tratan y de un grupo poblacional ajeno a este tipo de trastornos; un total de 200 personas, de las cuales 90 son pacientes.

Juan Jesús Muñoz García, psicólogo y coordinador de Rehabilitación del Área de Salud Mental del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos (Madrid), es el responsable de este trabajo que muestra que, aunque el estigma está presente en todos los grupos de estudio, donde mayor se aprecia a nivel global es en el de los pacientes.

“Muestran actitudes prejuiciosas, estereotipos e incluso niveles de discriminación mayores hacia la enfermedad mental y las personas afectadas por la misma”, resalta.

Los especialistas achacan este comportamiento a la baja conciencia de enfermedad de estas personas, que se niegan a aceptar que sufren este tipo de trastornos para sentirse diferenciados de los otros y poder preservar su identidad.

De ahí que tiendan a rechazar tanto a la enfermedad como a los otros enfermos: “Es una paradoja, la persona necesita decir `yo no soy como ellos, yo no tengo esto´ para sentirse bien, es su forma de garantizarse un `yo sano´”.

Sin embargo, explica Muñoz, esto contribuye negativamente a sus posibilidades de intervención e integración en la sociedad, ya que no les permite identificar los aspectos que deben modificar para tener una vida mejor y normalizada.

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Juan Jesús Muñoz García en su despacho/Foto facilitada por el Centro San Juan de Dios

En cuanto a los profesionales que les tratan, también se han detectado actitudes vinculadas a una visión negativa de las personas afectadas por estas enfermedades mentales aunque, como explica el psicólogo, “no en el sentido de rechazarles, sino en el sentido de creer que la enfermedad les afecta y les limita más de lo que pueda hacerlo en realidad. Se dejan invadir por una especie de pesimismo que hace que no confíen mucho en el resultado de los tratamientos”.

A niveles generales, el estudio elaborado por el Centro San Juan de Dios muestra que la población sigue presentando unos niveles muy altos de estigma.

“Este tipo de enfermedades son vistas de forma muy negativa, la gente cree que los afectados tienen muchas más dificultades de convivencia de las que pueden tener realmente, no creen en sus posibilidades de incorporación a la sociedad”, dice el especialista.

Algo que los expertos atribuyen a la mala visión que tenemos, y que se sigue transmitiendo, de la enfermedad mental: “Se relaciona muchas veces con situaciones negativas como suicidios o asesinatos y pocas veces se habla de los logros que se consiguen en este campo. Este tipo de situaciones son mucho más anecdóticas de lo que podemos imaginar, pero al final son las que permanecen en el subconsciente colectivo”.

“Todo ello nos hace ver la necesidad de intervenir en el estigma desde todos los niveles: con los pacientes a través de terapias dirigidas a minimizarlo para poder aumentar su conciencia de enfermedad y garantizar los buenos resultados del tratamiento; con los profesionales a través de métodos de reciclaje enfocados a la prevención de ese `pesimismo terapéutico´ y, a nivel general, es importante seguir incidiendo en campañas que normalicen la atención a la enfermedad mental grave, que se hable de los logros conseguidos y, sobre todo, que se trabaje en prevención”, resume Juan Jesús Muñoz.

Y es que, aunque acabar con el estigma es algo que los especialistas tildan de “pretencioso”, no deja de ser un fenómeno que existe y en el que hay que intervenir pero, sobre todo, prevenir. ¿De qué manera? Como explica el psicólogo, “a través del acercamiento a la salud, no solo física, sino también mental, desde etapas iniciales del desarrollo de las personas. Que la sociedad vea y comprenda que existe la salud mental, que existen profesionales que pueden ayudarnos a trabajar en ella, y que se puede llevar una vida normal teniendo un trastorno de este tipo”.

Salud mental, datos

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Portada de la Guía para periodistas de la Confederación Salud Mental España

Estos datos sobre salud mental en España han sido recopilados por la Guía de Estilo para periodistas “Las palabras sí importan”, de la Confederación Salud Mental España:

  • Entre el 2,5% y el 3% de la población adulta tiene un trastorno mental grave. Esto supone más de un millón de personas.
  • Dos millones de jóvenes de 15 a 29 años (30%) han sufrido síntomas de trastorno mental en el último año.
  • El 9% de la población tiene algún tipo de problema de salud mental y el 25% lo tendrá en algún momento a lo largo de su vida, según la OMS.
  • Más  la mitad de las personas con trastorno mental que necesitan  tratamiento no lo reciben, y un porcentaje significativo no recibe el adecuado.
  • Ocho de cada diez personas con problemas de salud mental no tiene empleo (82%).