El oncólogo Javier Cortés califica de “importante descuido” el hecho de que el doctor Josep Baselga no siempre haya reportado su relación con la industria farmacéutica. En un artículo defiende al médico español que ha dimitido como director médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York

“En defensa de Josep Baselga”, artículo del oncólogo Javier Cortés
Doctor Javier Cortés, jefe de las unidades de mama del Instituto of Oncology (IOB) y del hospital Ramón y Cajal de Madrid. Foto IOB
  • 16 de septiembre, 2018
  • MADRID/OPINIÓN DOCTOR JAVIER CORTÉS

La dimisión de Josep Baselga se produjo el pasado viernes después de que se conociese que no había divulgado, como es preceptivo, pagos millonarios de la industria que podían poner en cuestión sus artículos de investigación.

“Me responsabilizo por no hacer las revelaciones apropiadas en revistas científicas y médicas y en reuniones profesionales. Ya actualicé las divulgaciones en publicaciones médicas y continuaré haciéndolo hasta que el registro esté completo”, dijo en su carta de renuncia.

En su defensa, el oncólogo Javier Cortés ha escrito una tribuna remitida a EFEsalud en la que pone en valor la figura de este oncólogo de prestigio internacional con el que ha compartido carrera profesional tanto en el Hospital Vall d’ Hebrón de Barcelona, como en el IOB (Instituto de Oncología) que Baselga fundó y dirigió.

En defensa de Josep Baselga

Por el doctor Javier Cortés, jefe de Sección de Oncología Médica en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, investigador clínico asociado en VHIO (Vall d’Hebron Instituto de Oncología) y responsable del programa de Cáncer de Mama del IOB Institute of Oncology.

He tenido el privilegio de trabajar junto a Josep Baselga durante muchos años en Barcelona, cuando él dirigía el Departamento de Oncología del hospital Vall d´Hebron, llegándose en esos momentos a ser uno de los cinco centros europeos de mayor prestigio en oncología.

Como no es de extrañar, al cabo de unos años, primero la Universidad de Harvard y luego el hospital Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, buscaron a Josep para trabajar con ellos, como jefe de oncología de uno de los mejores hospitales de Boston, primero, y como director médico en Nueva York, después.

Doctor Josep Baselga
Imagen de archivo del doctor José Baselga. EFE/ Toni Garriga

Josep es una persona excepcional; es indudable su carácter duro, su determinación en buscar siempre lo mejor de cada persona; una persona a veces difícil, pero siempre directo. Es una persona justa, que dice las cosas de frente, que jamás da la espalda y que ha tenido sus puertas abiertas en todo momento para quién le ha necesitado verle.

Maestro de maestros, su indudable búsqueda en mejorar los tratamientos para los pacientes con cáncer, su positividad y su fuerza contagiosa han levantado muchísimas envidias en España y fuera de ella. Y, por lo tanto, se ha creado muchos enemigos.

Tras una vida de trabajo incansable, llevando la marca de nuestro país por todo el mundo y habiendo hecho que la oncología en España sea hoy una de las mejores del mundo, sólo podemos rendirnos a uno de los mejores médicos españoles de todos los tiempos.

Pero todo esto no es suficiente. Además se le exige ser perfecto. Pues no, no lo es. Pepe Baselga no es perfecto, pero ojalá hubiera más personas en este país tan imperfectas como él.

Todos los médicos que publican en revistas científicas y/o dan conferencias han de reportar cualquier relación con la industria farmacéutica. El doctor Baselga también lo ha hecho; sencillamente, cada vez con más frecuencia ha ido alejándose de esta obligación, por un importante descuido, pero no por esto deja de ser ético o falsea las conclusiones de los estudios.

Esto es, sencillamente, una aberración y manipulación del intachable trabajo de un gran médico y científico. ¿Cómo, si no, se explica que en algunas revistas sí lo haya puesto y no en otras? Cuando se oculta algo, no se pone ninguna vez; no unas veces sí y otras no. Repito, que es un importante descuido, pero nada más.

No entiendo el ataque tan virulento contra Josep Baselga. Pero si sé una cosa; el cáncer hoy ha ganado una batalla. Sólo me queda dar las gracias en nombre de tantos y tantos pacientes que hoy viven un poquito más y mejor, en parte gracias a Josep; de parte de muchos oncólogos de todo el mundo que vemos en él a un maestro.

Y gracias en mi propio nombre por haber sacado lo mejor de mi y haber tenido el privilegio de poder compartir con Pepe algunos éxitos en la lucha contra el cáncer de mama. Estoy seguro de que haga lo que haga ahora, y desde donde lo haga, el doctor Baselga volverá a brillar con esa luz que le caracteriza. Gracias Pepe.