Apenas el 1% de los casos de cáncer de mama corresponden a los hombres. Y esa ha sido la razón por la que no ha habido suficiente investigación y se ha tratado igual que en la mujer. Sin embargo, hay algunas diferencias y , sobre todo, es necesario personalizar los tratamientos. Pero también es necesario concienciar para eliminar el estigma social y detectarlo de forma precoz.

Esta ha sido la razón por la que el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) y la Asociación de Cáncer de Mama Masculino INVI han firmado un acuerdo de colaboración para fomentar la investigación con la mirada puesta en identificar terapias más eficaces e individualizadas que contribuyan a disminuir las toxicidades y aumentar la supervivencia.
Y es que una de las principales diferencias con las mujeres radica principalmente en la supervivencia: el varón tiene una tasa de supervivencia menor que las mujeres fundamentalmente por diagnosticarse en una fase más avanzada (con mayor afectación ganglionar) y tener los pacientes mayor edad.
La finalidad de este convenio también pasa por informar y concienciar a la sociedad sobre esta patología en varones, que, aunque supone actualmente menos del 1% del total de casos de mama en España, está aumentando un 1,1%
anualmente, según estudios epidemiológicos recientes.
Miguel Martín, presidente del Grupo GEICAM, destaca que, debido a la rareza clínica de esta patología, en la actualidad se emplean las mismas herramientas terapéuticas que en las mujeres diagnosticadas y aparentemente, sí funcionan, pero no hay estudios específicos en el varón.
Por ello, GEICAM ha iniciado el registro cáncer de mama en el varón, para analizar de forma retrospectiva aproximadamente mil casos diagnosticados en España entre el año 2000 y 2017.
“Este estudio puede ser una fuente de información de gran interés a partir de la cual será posible definir y contestar nuevas preguntas de investigación en el manejo del cáncer de mama en el varón en España”, considera el oncólogo.
Los subtipo de cancér de mama en el varón
Por su parte, la doctora Noelia Martínez, una de las investigadoras de este estudio, miembro de la Junta Directiva de GEICAM, explica que con este proyecto se persigue realizar “una caracterización genética y molecular de los tumores que nos permita clasificarlos y evaluar su capacidad pronóstica frente a las características clínico-patológicas clásicas y los subtipos tumorales identificados en mujeres, que puede ser de gran utilidad para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes”.
Los subtipos más comunes de este tumor en los hombres, al igual que en las mujeres, son el luminal A y B, aunque en una mayor proporción.
De hecho, se diagnostican muy pocos casos de HER2 positivo y triple negativo, una cuestión que demuestra la necesidad de investigar este cáncer para desarrollar tratamientos diana para esta población en concreto.
Los factores de riesgo
En relación con los factores de riesgo, para la doctora Martínez es fundamental realizar estudios genéticos a los pacientes para determinar si la causa del tumor es una alteración genética como una mutación de BRCA, ya que es una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta.

Otros factores relevantes que predisponen al desarrollo de este tumor son la historia familiar, en caso de que haya varios familiares de primer y segundo grado que han tenido esta enfermedad.
La edad en la que se presenta es otra cuestión importante, siendo ligeramente superior en los hombres en comparación con las mujeres, pues es a partir de los 60 años cuando se producen más casos entre varones.
Por último, es importante el balance de estrógenos/andrógenos en el organismo, señala la también oncóloga médica en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Concienciar para mejorar la supervivencia
Para evitar que la supervivencia de estos pacientes sea menor, es necesario incidir en la concienciación social, de modo que el cáncer de mama también se relacione con los hombres.
En la actualidad, el diagnóstico en el caso de los varones se retrasa más que en las mujeres, entre seis y ocho meses desde los primeros síntomas, como comenta el presidente de la asociación de pacientes varones con cáncer de mama INVI Màrius Soler.
Esto se debe a que, ante los primeros signos, los hombres relacionan esa masa palpable indolora con un bulto de grasa o con una ginecomastia, lo que provoca un diagnóstico del tumor en fase más avanzada.
En concreto, el presidente de INVI señala que el 80% de los tumores de estos pacientes se encuentran en estadios con mayor afectación axilar, situación en la que el riesgo de recaída es mayor.
Estigma social
Estos pacientes también sufren efectos psicológicos por el importante estigma social que les lleva a esconder su estado a su entorno al relacionarlo con algo propio de la mujer.
Por eso, según el presidente de INVI, “la labor educativa y divulgativa es fundamental para ayudar a visibilizar y normalizar esta patología en varones y poder detectarlo antes”.
Para la doctora Martínez un buen punto de partida sería que en las campañas de comunicación de cáncer de mama también apareciesen hombres, ya que son un importante altavoz para llegar a toda la sociedad.
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