Puede resultar sorprendente para algunas personas, sobre todo para los hombres que lo sufren. El cáncer de mamá también ataca al varón y este desconocimiento provoca que, cuando acude al especialista, la metástasis ya ha aparecido; los casos en hombres son el 1 por ciento del total

Ocurre en la mayoría de los casos. Cuando el hombre decide ir al médico ya presenta cáncer avanzado en los ganglios axilares. Y es que no suele relacionar los síntomas que padece con un posible cáncer de mama.
“El varón reacciona incrédulo, piensa que no puede tener un cáncer de mama, pero tiene glándulas mamarias como la mujer. Al no ponerse en esa situación, cuando va al médico, lo hace en una etapa tardía, porque piensa que solo es una inflamación”.
Lo explica la doctora María Victoria Collado de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid que cada año atiende a 3 o 4 hombres frente a 300 o 400 mujeres, una estadística que coincide con la prevalencia mundial: 1 hombre con cáncer de mama frente a 100 mujeres.
La sorpresa de José
Uno de esos hombres es José Montoya que ahora vive tranquilo tras superar un cáncer de mama que en el año 2000 le fue diagnosticado cuando tenía 45 años.
“Duchándome detecté un pequeño bulto al lado del pezón, como un garbanzo”, cuenta este arquitecto que reside en Menorca. Primero fue al dermatólogo, quien lo derivó al cirujano para que extirpara el bulto y fue entonces cuando se comprobó que se trataba de un tumor maligno.
“Yo no sabía que el cáncer de mama también podía afectar a los hombres, cuando te lo dicen se te viene el mundo abajo”, recuerda.
Pero miró de frente al cáncer y se sometió a una mastectomía (extirpación de la mama), a una linfadenectomía (extirpación de los ganglios linfáticos), además de quitarle tejidos sospechosos de la otra mama. Durante cinco años tomó un tratamiento oral y anualmente no falta a la revisión.
Diagnóstico precoz, pronóstico favorable
Es más habitual que el cáncer de mama en hombre aparezca en torno a los 50 años. La doctora Collado insiste en la importancia del diagnóstico precoz y de acudir cuanto antes al especialista. Si el hombre detecta el crecimiento de una de las mamas y sobre todo si toca un nódulo, eso tiene muchas probabilidades de ser un cáncer de mama.

El aumento repentino de una de las mamas es un síntoma, aunque también puede responder a una ginecomastia o inflamación simple a veces por el uso de anabolizantes. Pero es importante que se consulte a un facultativo especializado para descartar un tumor.
“Claramente la sintomatología en el hombre es más evidente que en la mujer ya que en el seno femenino un bulto puede pasar desapercibido. Pero muchas veces operamos tumores no palpables, que se detectan por mamografía”, indica la doctora del hospital Ramón y Cajal.
Los tipos de cáncer de mama en el hombre son similares a los de la mujer y por tanto, los tratamientos, incluidas las terapias diana contra algunos casos agresivos como el HER2 positivo, también.
Normalmente, si el hombre presenta ganglio positivo (metástasis), se hace una linfadenectomía axilar (extirpación de la cadena linfática). Si es negativo, un mastectomía sin más. Se complementa según los casos con quimioterapia convencional y radioterapia.
“Hasta ahora el tratamiento del varón ha sido la mastectomía ya que, para quitar un tumor con márgenes libres dejamos alrededor un centímetro de tejido sano. Si, por ejemplo, el tumor del varón mide 2 centímetros, más un centímetro alrededor, abarca prácticamente toda la mama. Pero ahora nos estamos planteando en algún caso en el que son nódulos muy delimitados, si se podría hacer cirugía conservadora, pero son casos muy seleccionados y raros de poder hacer”, apunta la especialista.
El peso de la genética en el varón
La mayoría de los casos de cáncer de mama en hombre está relacionado con alteraciones en los genes BRCA1 y BRCA2. Por eso, cada vez que acuden a la Unidad de Patología Mamaria del hospital Ramón y Cajal se les practica un test genético, sobre todo a sus descendientes masculinos y femeninos.
Si los hijos u otros familiares del afectado dan positivo en la mutación genética, lo que significa que podrían desarrollar el cáncer, las opciones son diversas, desde vigilancia hasta mastectomía profiláctica (extirpar la mama antes de que presente malignidad), aunque cada caso debe ser analizado y seguir los protocolos sanitarios.
No es tan frecuente que el cáncer de mama en el hombre derive en cáncer de próstata, mientras que en la mujer, la alteración de los genes BRCA1 y BRCA2, puede afectar también al ovario.
El reto es atajar el cáncer de mama en el hombre sin que se haya extendido. Una llamada de atención para que los afectados puedan decir lo mismo que José Montoya: “Mi vida es ahora mejor que antes, el cáncer me abrió los ojos e hice un cambio radical. El trabajo ha pasado a un segundo término, hay que vivir un poco más.”
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