La campaña de vacunación contra la COVID-19 en España no está alcanzando los datos esperados. Ante la necesidad de concienciar a la población de la importancia de la vacuna, la Organización Médica Colegial (OMC) y el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) lanzan mensajes en favor del programa vacunal

Claves para agilizar la campaña de vacunación contra la COVID
Campaña de vacunación contra la covid-19 en la residencia Servisenior de Vilagarcia (Pontevedra). EFE/Sergas

La Organización Médica Colegial (OMC) respalda la campaña de vacunación COVID-19 de las autoridades sanitarias españolas.

Por ello, apela a responsabilidad y solidaridad de los ciudadanos a participar activamente para protegerse y proteger a los demás.

En este contexto, han lanzado un claro mensaje de apoyo participando de la necesaria campaña de información a favor de la vacunación.

Esta divulgación debe estar liderada por la profesión médica junto a otros profesionales sanitarios.

Estos, con su experiencia en la lucha contra la COVID-19, son los primeros colectivos motivados para vacunarse, reafirmando su férreo compromiso en la lucha contra la pandemia.

A través de los siguientes epígrafes, la Organización Médica Colegial muestra su apoyo al programa de vacunación contra la COVID-19:

1. Hay que vacunarse

Todas las evidencias disponibles de los ensayos clínicos con las nuevas vacunas contra el SARS-CoV-2 arrojan resultados positivos de eficacia y seguridad, motivos que están llevando a las agencias reguladoras a aprobar su utilización.

2. La necesidad de información adicional no debe disuadir de la vacunación

La COVID-19 ha sido, y sigue siendo, una pandemia de efectos devastadores tanto por su propia morbimortalidad como por la sobrevenida saturación de los servicios sanitarios.

No hay referentes similares en el pasado reciente; el mundo profesional y científico ha respondido al reto global construyendo en tiempo récord instrumentos y medios diagnósticos, de manejo clínico, tratamientos y, ahora, de vacunación.

repunta incidencia acumulada
Preparación de las vacunas contra la covid-19 en la residencia Oms-Sant Miquel de Palma, este domingo 27 de diciembre. EFE/ Cati Cladera/POOL

En el ámbito de las vacunas debe extremarse la seguridad y control de los posibles efectos secundarios que puedan generar en personas sanas.

Los resultados de los ensayos clínicos, de momento, no parecen mostrar problemas de seguridad. En todo caso, es tarea de las agencias reguladoras hacer el balance final con los resultados de los laboratorios.

Por ello, la sociedad debe hacer un depósito de confianza en las agencias reguladoras y autoridades sanitarias.

Sin embargo, esa confianza no debe ser ciega: hay que exigir que la farmacovigilancia post-autorización se haga de forma solvente y sistemática, se recojan y analicen de forma continuada los datos del Registro de vacunación y se haga un seguimiento de la efectividad del programa.

3. Las críticas a costes son legítimas, pero no impugnan la necesidad actual de vacunarse

La COVID-19 llega cuando el sistema de generación y aplicación del conocimiento está siendo sometido a críticas.

El mundo industrial de fármacos y tecnologías se ha globalizado llegando a una espiral de concentración y aumento de beneficios económicos exagerados.

Esto exige respuestas de los poderes públicos para contrapesar su excesiva influencia en los sistemas de fijación de precios que pueden afectar al objetivo común del acceso universal a la vacunación.

Pese a ello, las críticas a la actual configuración de este entorno, aunque legítimas, no son específicamente aplicables para desacreditar las vacunas contra la COVID.

En todo caso, llevarían a modificaciones estructurales aplicables en el futuro para conseguir la difusión de innovaciones efectivas para los pacientes.

4. NO a la "obligatoriedad"; SÍ a la información liderada por profesionales

Hay que ser conscientes de la situación: las vacunas pueden presentar problemas que no son detectados en los ensayos clínicos, pero sí cuando se aplican en personas.

En la situación actual, conviene actuar de una forma proporcional; no hay que obligar a vacunarse, sino persuadir.

Además, es importante informar claramente a la población de las incertidumbres que acompañan a esta campaña de vacunación y por supuesto, respetar el derecho a tomar decisiones bien informadas por parte de la ciudadanía.

La obligatoriedad de vacunar no es una opción oportuna. En España las vacunas no son obligatorias y se han alcanzado coberturas muy altas mediante la persuasión y el convencimiento.

En esta línea, deberían ser los profesionales sanitarios los que asumieran el liderazgo en la comunicación pública a favor de la vacunación, y ejercieran con su ejemplaridad personal el mensaje.

5. Cambios estructurales

Es necesario llevar a cabo una serie de cambios estructurales como los sugeridos en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados.

El Sistema de investigación, desarrollo e innovación es una pieza clave para mejorar la lucha sanitaria contra enfermedades prevalentes y epidémicas.

vacunación COVID
Campaña de vacunación de la covid-19 en la ciudad de Badalona. EFE/ Enric Fontcuberta

Por ello, es necesario un Sistema de Salud potente y capitalizado que proteja de forma efectiva la salud de la población.

6. Ya hay dos vacunas efectivas disponibles

No hay que olvidar que ya hay dos vacunas seguras, efectivas y disponibles, la de Pfizer/BioNTech, que se administra desde el pasado 27 de diciembre; y la de Moderna, aprobada por la EMA el 6 de enero, y que llegará en unos días.

Aún así, hay que seguir manteniendo las medidas de protección y seguridad, higiénicas y distanciamiento social; y las cuarentenas, en caso de caer enfermos.

Colaboración del sector privado

Ante los porcentajes de vacunación no demasiado elevados hasta el momento, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) ha expresado la "absoluta disponibilidad del sector sanitario privado en todas las CCAA para agilizar el proceso de vacunación".

Vacunar al mayor volumen de población en el menor tiempo posible es imprescindible. Por ello, la suma de todos los esfuerzos, recursos materiales y humanos posibles que ofrece el sistema en su doble vertiente de titularidad es clave, señalan.

Para esta tarea, la sanidad privada cuenta con 458 hospitales, más de 12.000 centros médicos y cerca de 270.000 profesionales.

La disponibilidad de la sanidad privada desde el inicio de la pandemia y en sus diferentes fases ha demostrado el compromiso del sector, reiteran.

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