La enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Rosabel Molina Olías, matrona en el madrileño Hospital de El Escorial, explica cómo saber si una mujer embarazada está en la fase activa del parto: “Debemos fijarnos tanto en las contracciones, que adquieren un patrón regular, no cesan y son cada vez más intensas -a diferencia de las …
¿Cómo saber si estamos de parto?
La enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Rosabel Molina Olías, matrona en el madrileño Hospital de El Escorial, explica cómo saber si una mujer embarazada está en la fase activa del parto: “Debemos fijarnos tanto en las contracciones, que adquieren un patrón regular, no cesan y son cada vez más intensas -a diferencia de las contracciones falsas o de Braxton Hicks-, como en la dilatación del cuello uterino, que será de unos cuatro centímetros”.
Las contracciones del tercer trimestre, incluso en el segundo, sean verdaderas o falsas, forman parte de la preparación del útero para conseguir un parto natural. El músculo uterino se contrae y se relaja: produce presión en su parte superior que se extiende hacia la parte inferior para empujar y ayudar al feto a salir y convertirse en un nuevo y esplendoroso bebé.
Claves de la fase activa del parto
“A pesar de que cada parto dependerá de la fisiología de cada mujer embarazada y, sobre todo, del número de hijos e hijas que haya tenido previamente, la fase activa del parto es común para la inmensa mayoría de ellas: contracciones verdaderas y dilatación uterina, dos claves sintomáticas por las que se debe acudir a Urgencias, donde os esperamos las matronas”, dice Rosabel Molina.
Las contracciones verdaderas se van haciendo más intensas y adquieren un patrón regular muy claro… se irán acortando en el tiempo (primero cada 10 minutos, a continuación cada 5 minutos, luego cada 3… y ya no cesarán hasta la fase de expulsión y alumbramiento del feto.
Las contracciones van abriendo el cuello uterino poco a poco. Es una fase larga que con el primer bebé puede durar de 8 a 12 horas. El expulsivo dura 1 o 2 horas y el alumbramiento (la salida de la placenta), unos 20 minutos. Este tiempo es una media, ya que cada parto es distinto. Cuando la mujer ya ha sido madre en otras ocasiones todo el proceso suele ser más rápido.
Las contracciones más dolorosas se producen cuando el cuello uterino está a punto de alcanzar su máxima dilatación (entre ocho y diez centímetros). La futura mamá prácticamente dispone solo de un respiro entre contracción y contracción.
La dilatación del cuello del útero se mide mediante exploraciones vaginales o tactos practicados por la matrona o la ginecóloga. Primero se hablará de permeabilidad del útero, es decir, que se puede acceder con un dedo o dos (madres primíparas o madres multíparas), y más tarde se especificará la dilatación en centímetros.
El cérvix uterino se irá acortando hasta que se borre totalmente cuando la dilatación sea de al menos dos centímetros. La velocidad de dilatación será de un centímetro cada hora en mujeres primerizas y de medio centímetro más en el resto de madres ya experimentadas.
“Para estar de parto la exploración vaginal nos mostraría una dilatación de 4 cm, o más, hasta alcanzar los 10 cm, que es lo que se denomina dilatación completa. Si no se han alcanzado los 4 cm, todavía no ha comenzado la fase activa”, señala la matrona.
La expulsión del tapón mucoso no es sinónimo de estar de parto
El tapón mucoso, estructura gelatinosa que cierra el cuello del útero, se genera durante las primeras semanas del embarazo y sirve para proteger la placenta durante toda la gestación al crear una barrera física para luchar contra cualquier virus, hongo, bacteria o microorganismo que pueda intentar acceder al útero desde la vagina.
“Algunas acudís a Urgencias cuando se produce la expulsión del tapón mucoso, que es, como su propio nombre indica, un cúmulo de secreciones espesas, de aspecto mucoso, a veces incluso con restos de sangre marrón. Es importante saber que la expulsión del tapón mucoso no implica que el parto haya comenzado. De hecho, el parto puede comenzar varios días después de la expulsión del tapón mucoso”, concluye nuestra matrona.