El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha reconocido este miércoles la posibilidad de que el nuevo coronavirus circulara por España ya en enero, aunque no generó entonces ningún brote, ya que la transmisión no se detectó hasta la última semana de febrero.

Simón se ha referido, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Técnico de Gestión del Coronavirus, a la petición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a aquellos países con muestras de pacientes con neumonías sospechosas de finales de 2019 para que las analicen con el objetivo de identificar posibles casos de COVID-19 anteriores a que China informara de esa nueva enfermedad.
“Sería de gran importancia que todos los países con casos sin especificar de neumonía en diciembre, o incluso en noviembre, realicen test, y algunos ya lo están haciendo”, destacó el portavoz de la OMS Christian Lindmeier.
La OMS reaccionó así a informes médicos procedentes de Francia y Estados Unidos que identificaron posibles casos de COVID-19 en esos territorios ya en el mes de diciembre, aunque China no notificó a la OMS de la existencia de casos por el nuevo coronavirus hasta el 31 de diciembre de 2019.
Simón ha explicado que podría haber casos de coronavirus en China a primeros de diciembre, incluso en noviembre, pero entonces no había pruebas para detectarlos.
“Sabemos que la infección podía haber salido y viajado al resto del mundo, aunque en un grupo pequeño de casos porque si no la pandemia se hubiera extendido antes”, ha comentado.
El director del CCAES ha recordado que el primer caso en España, importado, se detectó el pasado 31 de enero, un turista alemán que se encontraba en la isla canaria de La Gomera y había estado en contacto con una persona contagiada en su país.
A raíz de los positivos iniciales, se empezaron a hacer estudios en las muestras de los centros centinelas en algunos puntos del país con brotes “en los que costó detectar los posibles orígenes”.
Pero ninguno de ellos detectó algún positivo en coronavirus, si bien “sabemos que hubo algún caso que llegó antes de que fuera notificado”, como fue un caso de Valencia que murió el 13 de febrero tras haber estado en Nepal y que “probablemente se había infectado a mediados de enero”.
Asimismo, el primer caso de transmisión local detectado en Andalucía estuvo asociado a posibles casos importados “unas semanas antes a finales de enero o primeros de febrero”.
“Por lo tanto, sí que pudo haber circulado en España de alguna manera” y es “posible que llegara algún caso de infectado antes. Pero, desde luego, no generó un brote identificable”, ha precisado.
Sin embargo, la curva de la epidemia estacional de gripe común no presentó alteraciones hasta mediados de febrero.
“La transmisión en España por los estudios filogenéticos que se han hecho de los virus, parece que empezó a tener un nivel de transmisión suficiente a mediados de febrero. Los estudios hablan de la segunda quincena, si se asocian esos estudios a la evidencia epidemiológica de los casos que se han ido infectando en España y como han ido evolucionando a lo largo del tiempo se podrían circunscribir quizá a la última semana de febrero, pero sí que es cierto que pudo haber unos casos antes que pasaran desapercibidos y algunos que ya detectamos”.
“Los que no lo han sufrido, tienen menos percepción del riesgo”
Por otra parte, el representante del Ministerio de Sanidad, preguntado por corrillos o reuniones en la calle de personas durante los paseos permitidos ha recalcado que entiende que quienes no han sufrido la COVID-19 “tienen menos percepción del riesgo” y se ha dirigido todos estos jóvenes que se juntan sin las medidas de seguridad.
“Es posible que ellos no padezcan la enfermedad, pero sí pueden transmitir” el virus hasta que llega a los que lo sufren de verdad, ha advertido.
“Un paso atrás sería terrible, sobre todo para los sanitarios que no podrán aguantar una situación semejante”, ha enfatizado, a la vez que llamaba a la prudencia y a cumplir las normas en las salidas a la calle.

Por otra parte, Simón ha rechazado revelar la identidad de los miembros del equipo técnico, solo ha dicho que son 12, que estudia las solicitudes de las comunidades para pasar de fase para que “puedan trabajar con la suficiente libertad” y evitar presiones.
“En todo este proceso, las presiones que se dan por parte de la sociedad en general, y de los medios de comunicación en particular, acaban haciendo muy difícil que puedan trabajar con la suficiente libertad“, ha lamentado.
Este miércoles termina el plazo de presentación de solicitudes para pasar a la fase 1 el próximo lunes y Simón, sin desvelar qué comunidades lo han solicitado, ha señalado que entiende que “si mandan esa solicitud es porque consideran que están en una situación adecuada para pasar”.
Ha explicado que la decisión final “de si se pasa o no de fase” es del ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien se está reuniendo con las comunidades y “haciendo un esfuerzo importante” para garantizar que la información aportada “es sólida y de calidad y tenemos el margen suficiente para evaluarla”.
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