Los expertos del blog “Salud y prevención” tratan en un nuevo post el difícil trance de afrontar la despedida de un ser querido por Covid-19

Perder a alguien a quien queremos nunca es fácil. A nadie le gusta tener que despedirse de un ser querido antes de tiempo. Menos todavía si no podemos decirle adiós en condiciones, sin poder hacerle velatorio, ni tampoco funeral. Todo ha sido muy de repente, y encima tienes que estar confinado en tu casa sin poder despedirle bien. Incluso puede que tengas que estar solo para afrontarlo, sin salir de casa.
¿Cómo puedo canalizar esta pérdida y estas emociones?
El duelo es un proceso lento y, lamentablemente, a esto no ayuda el escenario que, por desgracia, estos días nos está brindando la pandemia del nuevo coronavirus: Personas que no pueden decir un adiós en condiciones a sus más allegados, siendo todo rapidísimo y en muchísimos casos algo inesperado. Los velatorios están prohibidos y a los entierros no pueden acudir más de tres personas, algo que hace más difícil todavía gestionar la pérdida.
Ante tal situación, el Ministerio de Sanidad ha elaborado una serie de pautas que pueden ayudar a aquellas personas que se encuentren en esta situación, y a las que se suma Quirónsalud estos días.
Así, la rabia, la impotencia, el sentimiento de culpabilidad suelen aflorar en las personas que han perdido a un familiar o amigo súper cercano estos días; una situación nada deseable a la que además se le debe de unir que no se pueda canalizar ni demostrar el dolor de esa pérdida a través del velatorio y del funeral, dos actos que ayudarían a normalizar ese duelo.
Ante el sentimiento de dolor, ya que ha sido todo tan inesperado y la frustración que puede sentir una persona, “todo podría haber sido diferente”, Sanidad recomienda dejar salir ese dolor, soltarlo, contárselo a uno mismo, así como compartirlo con los tuyos, llorarlo, escribirlo, gritarlo; no quedárselo dentro, vamos.
Además, este proceso debe durar los días que hagan falta. Hay que llorar las cosas, y cada uno el tiempo que necesite.
Puede surgir un sentimiento de culpabilidad, frente a la impotencia que puede generar no despedir a tu ser querido como se merece, como tú hubieras querido.
“Aunque sé que no fue decisión mía, que seguí lo indicado para evitar el contagio, y proteger a los demás, a veces me siento culpable”, se puede llegar a pensar en esta situación.
Ante ello: Se deben repasar los momentos de la relación con ese ser querido que hemos perdido, las veces que siempre os habéis apoyado el uno al otro en momentos de dificultad, todo lo que habéis compartido a lo largo de vuestras vidas. No hay que ser injusto con uno mismo, y centrar todo lo bonito y bueno que se ha vivido y compartido en vida en ese amargo último momento.
La importancia de la despedida
No poder contar con un velatorio y funeral, la forma más habitual de despedir a nuestros seres queridos, también puede suponer un ‘handicap’ más a la hora de canalizar nuestras emociones, normalizar el proceso de duelo.
Sanidad aconseja que quien se encuentre en este proceso de duelo debe mentalizarse de que cuando todo esto pase podrá hacer la despedida que a su ser querido y a él o ella le hubiera gustado.
Ahora es momento de hacerla en la intimidad, desde el corazón. Hay que concienciarse de que renunciar a estos ritos de despedida ha sido muy duro pero también es un gran acto de generosidad, un gran gesto de amor que deseo dedicarle a mi ser querido, honrándole de esta manera.
También puede producirse mucha tristeza el pensar en lo que nuestro ser querido pudo haber sufrido hasta que falleció, “no se merecía ese final”, y aún sabiendo que los sanitarios han hecho todo lo que estaba en sus manos.
La cartera ministerial que encabeza Salvador Illa cree que lo más conveniente cuando se tienen estos sentimientos es pensar que nuestro ser querido ya se ha liberado de esa situación, ya no la siente ni padece. “Revivirla es hacerla presente cuando ya no lo es”, advierte.
El hecho de estar confinado además acrecienta esa soledad. No lo pone más fácil a la hora de superar el duelo ante la pérdida. Eres consciente de que esa ‘distancia social’ sí ayuda a evitar el contagio pero, en cambio, en este momento tan importante y triste de mi vida, no me deja sentir el abrazo y el calor de mi gente, no puedo verlos, y en muchos casos no sé qué hacer ni a quién recurrir.
En este tipo de situaciones, Sanidad aconseja que se eche mano de la familia y de los amigos, así como de los vecinos que nos llaman todos los días, por teléfono, por videollamada. Hay que dejarse cuidar y mimarse más que nunca y, en caso de que ellos no me llamen, puedo tomar yo la iniciativa y llamarles. “Es sano pedir lo que se necesita”, asegura.
Además, es conveniente no pensar que uno solo no va a ser capaz de superar este trance, aunque nos desborde la situación y nos resulte demasiado. “Es posible que lo veas muy complicado”, afirma Sanidad, pero sostiene que cada uno lo tiene y puede conseguir, hay que concienciarse de que esa persona a la que tanto hemos querido no hubiera permitido que nos abandonásemos en esta situación. Si en otros momentos difíciles has salido adelante, tienes ahora recursos para volver a hacerlo. ¡Ánimo!
Y no por intentar superar la situación vas a olvidarle. Es necesario aprender a vivir sin ese ser querido. Puedes hacer una reunión virtual con tu familia para recordarle, para hablar de esa persona, para preparar el funeral que os hubiera gustado tener cuando se pueda.
“A veces es importante pedir ayuda y dejarse cuidar por familiares, por amigos, e incluso por profesionales”, reseña Sanidad. Precisamente, desde finales de marzo junto con el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España ha puesto en marcha un teléfono de atención psicológica para los familiares de personas enfermas o fallecidas como consecuencia del coronavirus; es el 917007989.
Pincha aquí para ver todos los post del blog “Salud y Prevención”