“Del registro seNeo sobre la incidencia del coronavirus en las mujeres embarazadas y sus bebés se deduce, hasta noviembre de 2022, que la práctica totalidad de los recién nacidos de mamás covid no presentan la infección; tanto es así que el contacto piel con piel y la lactancia materna son dos estrategias indispensables para su salud”, destaca orgulloso el Dr. Manuel Sánchez Luna, presidente de la Sociedad Española de Neonatología

Coronavirus, madre y bebé: no hay trío posible

Coronavirus, madre y bebé: no hay trío posible

“Las hospitalizaciones de los recién nacidos se han debido a causas heterogéneas, nunca relacionadas con la pandemia SARS-CoV-2: la posible transmisión del virus de la madre a su bebé se ha producido solo en el 1,3% de los casos, una cifra insignificante, y la afectación siempre fue de carácter leve”, subraya.

“Podemos asegurar, en base a los datos del registro SeNeo, que la COVID-19 no ha sido una pandemia de afectación neonatal“, afirma el también jefe del Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

“Por lo tanto, de este resultado se deduce que las medidas sanitarias tomadas en nuestro país han resultado muy eficaces a la hora de preservar la salud y los cuidados habituales tanto en los recién nacidos como en sus madres”, añade.

Coronavirus y embarazo, una relación prácticamente inexistente

El registro de casos covid de la Sociedad Española de Neonatología se crea para conocer el impacto de la infección por SARS-Cov-2 en los recién nacidos; un conjunto de “datos propios” recopilados tanto de madres infectadas y sus recién nacidos -situación perinatal- como de aquellos otros bebés que se infectaron en periodo posnatal.

El objetivo principal de este registro seNeo era y es computar toda la estadística clínica sobre embarazos y nacimientos durante la pandemia con el fin de elaborar una serie de recomendaciones basadas en la evidencia científica.

COVID-Dr. Manuel Sánchez Luna.“Esta base de datos, exhaustiva, alimentada por centenares de profesionales, coordinados por el grupo de enfermedades infecciosas de seNeo, bajo el liderazgo de la Dra. Belén Fernández Colomer, neonatóloga del Hospital Central de Asturias, ha mejorado enormemente nuestras estrategias frente a una enfermedad desconocida e imprevisible a principios de 2020″.

No sabíamos a lo que nos enfrentábamos, puesto que las informaciones clínicas y artículos de investigación procedentes de nuestros colegas chinos, europeos y estadounidenses eran alarmantes”.

Dr. Manuel Sánchez Luna

A día de hoy, en el registro SeNeo han participado 138 hospitales, prácticamente toda la red hospitalaria pública y privada española, incluyendo en este gran estudio analítico a 6748 madres y 6872 recién nacidos.

La mayoría de las mamás gestantes (77%) se han infectado durante el tercer trimestre, y la tasa de cesáreas ha sido del 22% de los casos, inferior a la media nacional fuera de la epidemia (25% en el año 2019).

“Al principio de la pandemia observamos una tasa elevada de prematuridad debido a que la enfermedad era extremadamente grave en las mujeres, infectándose básicamente en el tercer trimestre de gestación. Las madres sufrían insuficiencia respiratoria y nos vimos obligados a sacar a los bebés muy pronto”, dice.

Las infecciones más graves en embarazadas se registraron, sobre todo, en mujeres obesas y con diagnóstico de preeclampsia.

“Estos bebés no tenían problemas infecciosos debidos a la transmisión de la madre por vía de la placenta, sino dificultades orgánicas generadas por la prematuridad”, resalta.

La gravedad disminuyó claramente con el inicio de la vacunación en las embarazadas.

“Las vacunas supusieron un antes y un después, ya que modificaron el perfil de gravedad; siendo ahora muy poco frecuente la necesidad de ingreso en la UCI de mujeres gestantes vacunadas”, atestigua.

A su vez, conociendo mucho mejor al virus, se consiguió disminuir significativamente el número de partos prematuros: “La tasa global de prematuridad, afortunadamente, ha ido descendiendo a lo largo de la pandemia”, insiste.

Coronavirus y maternidad en España

Magníficos resultados de la estrategia SeNeo ante la pandemia de la COVID-19

Desde que se empezaron a valorar los casos durante la primera ola pandémica, el perfil de las mujeres embarazadas se situó en una horquilla de edad entre 31 y 33 años; y el 73% de ellas –dato de febrero de 2022– estaba previamente sana, a pesar de mostrar una alta prevalencia de obesidad.

En ese periodo, las embarazadas -80% de los casos analizados- no sufrieron patologías gestacionales; siendo la preeclampsia la complicación más frecuente en este grupo de mujeres.

“Las madres que ingresaron en UCI por la covid desarrollaron la enfermedad en el tercer trimestre, probablemente por el mayor compromiso respiratorio. En este grupo de pacientes se describieron más casos de obesidad y preeclampsia”, reitera.

“Debemos tener en cuenta que las formas graves de la covid son más habituales entre embarazadas que en mujeres no gestantes”, expone el Dr. Manuel Sánchez Luna.

La la Sociedad Española de Neonatología (SeNeo) recomendó, al poco tiempo del inicio de la pandemia, y tras comprobar la escasa afectación del virus en los recién nacidos, que el parto se realizara en las mismas condiciones que en ausencia de infección por el SARS-CoV-2.

“Se aconsejó expresamente la no separación de la madre de su hijo y mantener en lo posible la hospitalización conjunta y el contacto piel con piel entre ambos tras el parto, así como la lactancia materna”, recalca el galeno madrileño.

A la vez, SeNeo estableció las medidas de higiene oportunas para prevenir la infección desde las mamás gestantes a sus recién nacidos tras el parto y también hacia el personal sanitario.

Siguiendo estas indicaciones, los datos en enero de 2022 de SeNeo estimaron que el contacto piel con piel se había conseguido en el 80% de los casos, el alojamiento conjunto en la habitación hospitalaria en el 97% de los casos de recién nacidos asintomáticos y la lactancia materna se mantuvo en el 88% de los casos.

“Ha sido muy interesante observar cómo la tasa de infección en los bebés que no se separaron de sus madres resultó ser más baja que la del grupo de bebés a los que fue necesario separar de sus madres; y además, en los que se mantuvo la lactancia materna la tasa fue inferior a los que recibieron leche donada de otras madres”, conclye el Dr. Manuel Sánchez Luna.

En noviembre de 2022, las cifras se han consolidado y ofrecen tranquilidad a los bebés recién nacidos, a sus madres y padres, a las familias, a l@s profesionales sanitarios y a al resto de la población.