Algo más de dos meses después de que la OMS declarara pandemia ante el ataque del nuevo virus, el mundo supera ampliamente los cuatro millones de contagios y llega a las 300.000 muertes, con América desplazando a Europa como el continente más golpeado, sobre todo por el impacto en Estados Unidos

El mundo suma 4,24 millones de casos y se acerca a los 300.000 muertos
EFE/EPA/Narendra Shrestha
  • 15 de mayo, 2020
  • GINEBRA/EFE

Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han confirmado más de 4,24 millones de casos de COVID-19 en todo el planeta, mientras que los fallecidos ascienden a 294.046, de acuerdo con las estadísticas del organismo con sede en Ginebra.

La cifra de nuevos casos diarios sigue estabilizada desde hace más de un mes en alrededor de 80.000 contagios, mientras que la gráfica de fallecidos, con muchos altibajos, parece tendente a la baja, con unas 4.000 muertes por jornada.

América se consolida como la región más afectada por la pandemia, con 1,81 millones de casos, tras superar esta semana los contagios de Europa, ahora 1,8 millones.

Otras regiones del mundo, como África, el Sureste asiático u Oriente Medio tienen cifras más bajas, de entre 50.000 y 300.000 casos, aunque sus gráficas de nuevos casos siguen en alza, mientras que en el continente americano y el europeo la epidemia parece remitir lentamente.

Estados Unidos, Rusia, Reino Unido y España, por este orden, son los países con mayor número de casos, de acuerdo con las cifras de la OMS.

Los pacientes recuperados en el planeta superan los 1,6 millones, más de un tercio del total, mientras que siguen en estado grave alrededor de 45.000, un 2 % de los pacientes activos.

Advertencias de la OMS: la fatiga de la pandemia

La “fatiga ante la pandemia” pone en peligro la lucha contra la COVID-19, ha advertido la OMS, que ha instado a mantener la vigilancia, cumplir con las indicaciones y seguir con las medidas de precaución.

“La fatiga por las restricciones amenaza los valiosos triunfos que hemos obtenido contra el virus. La desconfianza de las autoridades, las teorías de la conspiración y alimentar movimientos contrarios al distanciamiento social y físico” ponen en peligro a nuestras sociedades en un momento clave, ha señalado el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge.

sanitarios
Toñi (2i), enfermera en una clínica privada, posa junto a sus compañeros en una fotografía facilitada por ella misma. Superado el traumático pico de la crisis sanitaria del coronavirus, los sanitarios madrileños admiten que la situación en sus hospitales es “bastante mejor” que semanas atrás, pero advierten de que no se puede “bajar la guardia” y contemplan con “pánico” la posibilidad de un rebrote de la pandemia. EFE SOLO USO EDITORIAL

Katrine Habersaat, técnica de la OMS especializada en comportamiento social, ha explicado que este cansancio que se va notando de las sociedades ante la pandemia y sus consecuencias “se está expresando de formas distintas en diferentes países”.

Ha subrayado que puede tener que ver con “la salud mental, afectada por el aislamiento, la imposibilidad de tener el apoyo social que se tiene normalmente, puede estar relacionada con la situación económica y la necesidad de llevar pan a la mesa” o con factores culturales o sociales.

Kluge ha advertido de que el comportamiento que tengamos hoy, cuando empiezan a levantarse las restricciones, determinará el curso de la pandemia y “qué camino seguimos: uno que nos lleve a la nueva normalidad o uno que nos lleve de vuelta a las restricciones de movimiento y de interacciones sociales”.

Por ello, ha instado a “seguir las recomendaciones de las autoridades nacionales, limitar las interacciones sociales, lavarse las manos, mantener distancia física y reducir riesgos para los más vulnerables”.

Europa

En la región europea se observa una ralentización general de la pandemia. En la zona, se han registrado 1,78 millones de casos confirmados y 160.000 muertos, lo que representa un 43 % de casos y 56 % de las muertes globales. En los países del este de Europa aún se está viendo un aumento de los casos.

Dentro de la región, Rusia, España y el Reino Unido siguen figurando entre los diez países del mundo que reportan más casos diarios.

Hay ya 39 países en Europa que han iniciado el levantamiento de restricciones, un momento en el que “no hay lugar para la complacencia“, por lo que hay que seguir vigilantes, añade Kluge, quien ha recordado que “en la última semana han emergido grupos (de infectados) en sitios como Wuhan (China) y Corea del Sur, donde el virus parecía haber desaparecido, un recordatorio de que la amenaza de que resurja el virus nunca está lejos”.

“Hasta que una vacuna o un tratamiento estén disponibles para todos, limitar el virus requiere un acuerdo entre la gente y los políticos, un contrato social que va más allá de los países o los líderes” políticos, añadió.

Respecto al retorno del turismo y la apertura de fronteras de cara al verano, los expertos de la OMS evitan por el momento pronunciarse abiertamente y se limitan a indicar que dependerá del detallado análisis de riesgos que hagan los países, para entender cuál es el riesgo de transmisión local y de la interacción con los países de los que llegan los turistas.

Virus desconocido

Los datos, señalan, están ahora empezando a llegar, pero todavía se desconocen muchas cuestiones de la enfermedad.

“Vivimos en un planeta lleno de virus” y no sabemos aún lo que va a ocurrir con éste, ha remarcado Kluge.

atención primaria
Sanitarios de Atención Primaria en un Centro de Salud practican un test de detección del COVID-19. EFE/Cati Cladera

Podría ocurrir que el SARS-CoV-2 “se convierta en un virus endémico, como otros virus estacionales del grupo de los coronavirus, y otra opción es que pueda mutar”, y hay que vigilar de cerca “cómo se comporta el virus, cómo se comporta la población humana, y las intervenciones sobre las que podemos influir”.

“No es momento de celebraciones, sino de preparativos”, ha advertido este experto, quien también ha recordado lo devastador que ha sido el virus, que ha puesto en jaque a los sistemas de salud más fuertes en un par de semanas, por lo que es crucial trabajar en que estos estén mejor preparados para lo que pueda ocurrir en el futuro.