El cribado de patologías cardíacas en los recién nacidos mediante pulsioximetría, dispositivo que mide el nivel de oxígeno en sangre, demuestra ser un método seguro, práctico, no invasivo y de bajo coste para diagnosticar precozmente estos problemas cardiológicos en las primeras horas después el alumbramiento, ya sea en el paritorio o en la habitación maternal
¿Cómo se detectan posibles cardiopatías en los bebés recién nacidos?
“Lo ideal sería descubrir los defectos cardíacos congénitos críticos (DCCC) durante la etapa de la gestación del bebé, debido a su gravedad y a las consecuencias de un diagnóstico tardío, pero este sencillo dispositivo nos ayuda a evitar sorpresas posnatales del corazón”, dice el Dr. Manuel Sánchez Luna, neonatólogo jefe del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Los defectos cardíacos congénitos representan un serio reto para la neonatología, por lo que es necesario un diagnóstico muy precoz antes de que aparezcan los primeros síntomas clínicos, que normalmente preceden al colapso circulatorio o la muerte del recién nacido.
Tanto el diagnóstico por ecocardiografía fetal como la exploración física tras el parto pueden ser insuficientes para diagnosticar un número importante de estos defectos cardíacos congénitos, sobre todo los de carácter crítico.
Ecocardiografía fetal y exploración posnatal, insuficiente en cardiopatías inesperadas
Según se estimó en una publicación a finales de 2017 de la Sociedad Española de Neonatología (seNeo), que preside el doctor Manuel Sánchez Luna, la incidencia de todas las formas de cardiopatías congénitas es de 75 casos por cada 1.000 nacidos vivos (6/1.000 en moderadas-graves y 19/1.000 al incluir la aorta bicúspide).
Además, alrededor del 30% de los defectos cardíacos congénitos críticos (DCCC) se diagnostican de forma tardía.
“Aún así, cada día es más frecuente que los defectos cardíacos congénitos se diagnostiquen antes del nacimiento -expone el Dr. Sánchez Luna-, situación que proporciona la posibilidad de que las mamás embarazadas puedan ser remitidas a los centros en los que pueden realizarse con garantía la estabilización y el tratamiento postnatal”.
- “Sin embargo, la variabilidad del diagnóstico antenatal, con ecocardiografía (la mejor opción diagnóstica), es amplia y en algunas situaciones no se alcanza el hallazgo de cardiopatías en el 40% de los casos”, apunta.
- “La exploración clínica después del nacimiento, incluso en manos de expertos, tampoco garantiza que se diagnostiquen el 100% de los casos y puede no detectar hasta el 20% o el 30% de ellos”, añade.
Cabe recordar que identificar un soplo en el corazón del bebé no es un factor determinante para un diagnóstico precoz de estas cardiopatías .
“Los soplos del corazón no siempre están presentes en los recién nacidos con cardiopatías congénitas y, para mayor abundancia, pueden aparecer hasta en un 60% de los recién nacidos sanos”, destaca.
En este mismo sentido, la observación clínica de la cianosis, color azulado de las mucosas (labios, encías, deditos de manos y pies), no es por sí sola eficaz para detectar la hipoxemia (disminución anormal del oxígeno en sangre).
“La cianosis (coloración azulada de la piel debida a la circulación de sangre baja en oxígeno) precisa de un alto grado de experiencia, y en algunos casos puede estar ‘artefactada‘ por el frío en las extremidades del bebé”, señala.
El pulsioxímetro, ideal para el diagnóstico precoz de cardiopatías en el bebé recién nacido
El objetivo del cribado de cardiopatías críticas es la detección de aquellos casos en los que el recién nacido, estando asintomático, pueda desarrollar de forma inesperada un cuadro clínico de difícil manejo que ponga en riesgo su vida y, además, provoque graves consecuencias en su corazón de forma aguda a medio y largo plazo.
El uso de la pulsioximetría (PO) se ha generalizado en todas las unidades de hospitalización, especialmente en las neonatales, al ser una técnica sencilla y no invasiva, de bajo coste y muy fiable para detectar la presencia de hipoxemia.
Los estudios han demostrado que la sensibilidad del cribado con pulsioxímetro se sitúa en el 76,5%, la especificidad en el 99,9% y el índice de falsos positivos en 0,14%.
“Es por ello que el pulsioxímetro se ha elegido como herramienta estándar en el cribado de las cardiopatías congénitas tras el nacimiento, ya que incrementa las posibilidades de detección muy precoz de las DCCC, siempre en combinación con el cribado antenatal y la exploración clínica”, subraya el Dr. Sánchez Luna.
El cribado se basa en el empleo de la pulsioximetría durante las primeras 24 horas tras el nacimiento en todos los recién nacidos asintomáticos, que no precisan ingreso en los servicios de neonatología, con el fin de detectar aquellas cardiopatías críticas que van a precisar de una intervención médica o quirúrgica urgente.
“Pero el cribado es más eficaz cuando se realiza en las primeras 12 horas desde el nacimiento”, recalca el neonatólogo.
La mayor efectividad de la pulsioximetría está relacionada con la colocación de uno o dos sensores en el cuerpo del bebé.
La colocación combinada de un sensor preductal (en la zona superior del cuerpo -mano derecha-) y otro sensor posductal (en la zona inferior -uno de los dos pies) alerta de un mayor número de defectos cardíacos congénitos.
La Sociedad Española de Neonatología (SENEO) ha actualizado recientemente estas recomendaciones, basadas en la evidencia empírica, para realizar tanto el cribado de patologías respiratorias como cardiopatías congénitas críticas en el periodo neonatal, “uno de los problemas más graves que pueda sufrir el recién nacido“, establece el galeno madrileño.
“Si los síntomas de una cardiopatía no se detectan a tiempo, la verdad es que, muchas veces, quizá ya sea demasiado tarde para llevar al paciente urgentemente a un centro hospitalario especializado donde se pueda solventar el problema cardíaco”, concluye el Dr. Manuel Sánchez Luna.
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