Con motivo del Día Mundial del Sueño, 13 de marzo, la Sociedad Española de Neurología (SEN) señala que más de cuatro millones de españoles sufren algún trastorno de sueño crónico y grave, y afirma que solo un tercio duerme las horas necesarias durante los días laborables

El Día Mundial del Sueño tiene como objetivo sensibilizar sobre su importancia e impacto en la salud.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que más de 4 millones de personas en España sufren algún trastorno de sueño crónico y grave.
Aunque los estudios realizados en la población española parecen señalar que los problemas de sueño son más frecuentes en mujeres y en personas de edad avanzada, aproximadamente el 20-25 % de la población infantil sufre algún tipo de trastorno.
Además, según los estudios disponibles, solamente un tercio de los españoles duerme las horas necesarias durante los días laborables.
Otros datos de la SEN indican que entre un 20 y 48 % de la población adulta española sufre, en algún momento de su vida, dificultad para iniciar o mantener el sueño y más de un 30 % de la población se despierta con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o finaliza el día muy cansado.
A pesar de estas cifras, que muestran que no dormimos nada bien, la SEN estima que más dos tercios de las personas que padecen problemas de sueño no buscan ayuda profesional.
“Existen muchos tipos de trastornos del sueño, pero el insomnio, el síndrome de las piernas inquietas, el síndrome de apneas-hipopneas del sueño, la narcolepsia, la hipersomnia idiopática, el trastorno de conducta durante el sueño REM, parasomnias NREM o trastornos del ritmo circadiano, son los más habituales entre la población española”, explica el doctor Carles Gaig, Coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.
“Algunos trastornos son muy prevalentes, ya que el insomnio puede llegar a afectar hasta a un 30 % de la población, y también se dan muchos casos de patologías graves, al menos un 10 % de la población los sufre de forma crónica y grave”, añade.
Son numerosos estudios los que han demostrado que un sueño de calidad es básico para una buena salud. Dormir de forma adecuada mejora nuestro rendimiento mental y corporal y reduce el riesgo de accidentes laborales y de tráfico, expone la Sociedad Española de Neurología, quien agrega que un sueño de calidad protege el cerebro ya que, durante el sueño, se restaurara la función cerebral en aspectos como el aprendizaje, la memoria o el estado de ánimo.
“Por el contrario, los trastornos del sueño pueden alterar el sistema inmunológico de las personas o dañar las estructuras del cerebro. La privación parcial crónica de sueño también causa déficits cognitivos, favorece el incremento de peso y la obesidad, así como la hipertensión arterial y produce un aumento de la incidencia de trastornos, principalmente los relacionados con el riesgo vascular, a su vez muy relacionados con enfermedades neurológicas como el ictus o el Alzheimer”, comenta el doctor Carles Gaig.
Por lo tanto, el riesgo de mortalidad aumenta de forma significativa en aquellas personas que duermen menos de 6 horas diarias.
En cuanto al sueño en pacientes neurológicos, los trastornos del sueño pueden ser factor cronificante de la migraña, son frecuentes en la esclerosis múltiple y presentan comorbilidad frecuente en pacientes con epilepsia.
Diversos estudios epidemiológicos han mostrado que la duración y calidad del sueño se relaciona con deterioro cognitivo y alteraciones de biomarcadores de la enfermedad Alzheimer en población cognitivamente sana.