La alta relación entre los problemas mentales y el tabaquismo provoca que las personas que sufren estas patologías tengan que enfrentarse también a la adicción a los cigarrillos. Y los mitos sobre esta dualidad no ayudan demasiado. Por eso, la Sociedad Española de Patología Dual reclama mayor atención para estos pacientes
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Según la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), los pacientes con trastorno mental consumen el 40% del tabaco en España. Cifras alarmantes que se corroboran si tenemos en cuenta que el 70% de las personas con problemas psiquiátricos fuma en España, cuando menos del 30% de la población española se considera fumadora.
Los daños en el sistema cardio-pulmonar, y demás enfermedades derivadas del tabaco, se agravan y aceleran debido al principal problema del tabaquismo en personas con problemas de salud mental: el fumar de forma compulsiva. El doctor Nestor Szerman, presidente de la SEPD, señala que se trata de un “colectivo particularmente vulnerable al desarrollo de adicciones como el tabaquismo. Tratamos a nuestros pacientes de esquizofrenia, psicosis o trastorno bipolar entre otros, pero es de enfermedades asociadas al tabaquismo lo que los mata”.

Lo cierto es que en este Día Mundial de la Salud Mental muchos profesionales, pacientes, colectivos y asociaciones reclaman mayor atención a este grupo de la salud. Y es que, su situación de abandono e incomprensión se ve agravada al padecer una o más adicciones, algo no poco común en estos pacientes con problemas de salud mental.
Esta sociedad además está buscando nuevas herramientas que permitan el tratamiento de mantenimiento con nicotina, pues los pacientes psiquiátricos que intentan abandonar el tabaco sin que se les haya prescrito una fuente sustitutiva de nicotina presentan un mayor índice de rechazo al consejo médico. Puede que alguna de esas alternativas descanse en los famosos cigarrillos electrónicos (que según un estudio del Ministerio de Sanidad de Reino Unido es un 95% menos dañino que el tabaco), los parches, chicles, etc.
Para el doctor Szerman, “todos debemos hacer lo posible por comprender la doble dificultad que implica luchar contra una adicción como el tabaco y otra enfermedad mental”.
Desde la SEPD apuntan además que algunas corrientes moralistas han dificultado el abordaje del problema, unido además a falsos mitos sobre la patología dual y el tabaquismo. Para la sociedad, mitos que creen necesario desmentir:
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Los enfermos mentales fuman para mantenerse ocupados: falso, su adicción puede estar reforzada por los efectos positivos que produce la nicotina en el cerebro sobre los sistemas emotivos, perceptivos y cognitivos.
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Debido a su trastorno mental no tienen interés en dejar el tabaco: Sentencia que refuerza la teoría del “vicio” como origen de las adicciones, cuando se conoce que se puede elegir fumar, pero nadie elige ser adicto, situación clínica condicionada por factores individuales como la genética y diversos trastornos mentales.
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No tienen la voluntad necesaria para dejar de fumar: como cualquier paciente con adicción, es difícil para ellos imaginar vivir y funcionar sin el tabaco, aunque la realidad es que sí se les ofrece un tratamiento apropiado, pueden lograr una mejoría sustancial. La clave es incluir la adicción al tabaco en el tratamiento global del paciente con trastornos mentales.
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El tratamiento del tabaquismo interfiere con el de la otra patología: también es falso, ambos tratamientos pueden y deben coexistir siempre que se articulen de manera correcta.
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Los problemas causados por el tabaco no son tan graves como los psiquiátricos: los pacientes con un trastorno mental, incluidas otras posibles adicciones, tienen más posibilidades de morir por el tabaquismo que por su otro trastorno adictivo/mental concurrente.
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