La plaga de mosquitos tigre del Mediterráneo no ha tardado en actuar. El primer infectado autóctono de la enfermedad vírica chikunguña es un hombre de sesenta años de Gandía, (Valencia), que tendrá que lidiar con el síntoma más grave de la enfermedad: el dolor articular crónico, que dura entre dos meses y un año

El doctor Fernando de la Calle, médico de de la Unidad de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital La Paz-Carlos III, describe que “ese dolor crónico de articulares del chikunguña suponen una pérdida de calidad de vida llamativa en gente joven, con vida laboral activa que no puede ir al gimnasio, subir las escaleras o abrir un bote”.
Este experto es también conocido por formar parte del equipo que asistió hace un año a los religiosos Miguel Pajares y Manuel García Viejo, que fallecieron por ébola, y Teresa Romero, quien superó la enfermedad.
El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) confirmó ayer el primer caso autóctono de chikunguña en España, un hombre de 60 años que reside en la localidad valenciana de Gandía. Por su parte, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha explicado, en los pasillos del Congreso de los Diputados, que las comunidades autónomas están estableciendo “programas de control” del mosquito tigre.
Las claves del chikunguña
Dos tipos de mosquitos, el “aedes albopictus” (el de España, el mosquito tigre) y el “aedes aegypti” son los transmisores de la enfermedad vírica del chikunguña.
Se han documentado otras dos formas de trasmisión aunque el doctor De la Calle las califica de “poco frecuentes y anecdóticas”. En la isla francesa de la Reunion, en África, se dieron casos de trasmisión vertical, de la madre al bebé en el parto. También existe la posibilidad, menos frecuente, de contagio por transfusión sanguínea.

El especialista del hospital La Paz reconoce que uno de los problemas del chikunguña, al igual que el ébola, dengue y otros virus, es que “al principio sus síntomas son bastante indistinguibles”. Aún así, el doctor ha apuntado tres grandes síntomas: fiebre alta repentina, dolores articulares y la erupción cutánea parecida al sarampión pero de corta duración.
En cuanto al tratamiento de la patología, De la Calle refiere que “no existe, como pasa casi siempre con los virus”.
Dolor crónico de articulaciones
Para los dolores en las articulaciones se recetan analgésicos como paracetamol e ibuprofeno, corticoides o fármacos para enfermedades reumáticas. En la actualidad, la vacuna para esta patología está en fase inicial de la investigación.
El grupo de riesgo de esta enfermedad lo forman las personas mayores de 65 años, los niños recién nacidos, diabéticos, personas en tratamiento de quimioterapia o con una inmunidad deficiente.
España, puerta de enfermedades
“España es un país con medios para controlar estos casos, pero hay que concienciar que las enfermedades viajan, que hoy día no hay fronteras y que somos una puerta de entrada a estas enfermedades”, determina el experto que, aunque rechaza el alarmismo, ha insistido en la importancia de la prevención.
El ministro de Sanidad también ha explicado que en el último año se han dado “unos 80 o 90” casos y que la “inmensa mayoría” han sido importados.
En el Hospital Universitario La Paz se han atendido un centenar de casos diagnosticados de chikunguña y solo en 2015 cerca de 60, por lo que aumenta el contagio. En 2014, los pacientes procedía en su mayoría del Caribe, sobre todo de República Dominicana.
Sin embargo, “en las últimas semanas estamos viendo mucha gente de Colombia, Ecuador o Venezuela, es curioso cómo migra el virus del centro al sur de América”, ha señalado el doctor De la Calle.
El chikinguña se dectectó por primera vez en Tanzania en 1952 y desde ahí migró a Asia y al resto de África, hasta el 2007 donde se notificó por primera vez la transmisión del virus en Europa, en un brote localizado en el nordeste de Italia.
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