La marihuana puede causar daños duraderos en la inteligencia y afectar la atención y la memoria si se consume antes de los 18 años, según un estudio de la revista “Proceedings of the Nacional Academy os Sciences”

El consumo de marihuana en adolescentes puede afectar a su inteligencia
Luis Eduardo Noriega/ EFE
  • 28 de agosto, 2012
  • WASHINGTON/EFE

Esta investigación, realizada durante años por un equipo internacional de científicos entre más de 1.000 jóvenes neozelandeses, detectó que aquellos que comenzaron a fumar marihuana en la adolescencia y continuaron consumiéndola tuvieron, en efecto, una disminución en su coeficiente intelectual.

La reducción fue de ocho puntos al comparar el coeficiente intelectual de los participantes en el estudio a los 13 años y a los 38 años y, según Madeline Meier, de la Universidad de Duke e investigadora principal, dejar de consumir esa droga no parece que revierta los efectos.

La clave está en la edad a la que se empieza a consumir en relación a la etapa de desarrollo del cerebro, explica Meier, ya que quienes no consumieron marihuana hasta la edad adulta -cuando ya está formado por completo el cerebro- no mostraron este descenso en sus facultades.

La experta explica que antes de los 18 años el cerebro se está desarrollando y puede ser mas vulnerable a los daños que provocan las drogas, por lo que la marihuana, en este caso, también tiene un efecto en los jóvenes. Meier advierte:

“La marihuana no es inofensiva, especialmente para los adolescentes”

El estudio, dirigido por Terrie Moffitt y Avshalom Caspi, psicólogos de Duke y del Instituto de Psiquiatría del Kings College de Londres, siguió la evolución de un grupo de 1.037 niños nacidos entre 1972 y 1973 en Dunedin (Nueva Zelanda), desde su nacimiento hasta los 38 años.

Del total del grupo, aproximadamente el 5 por ciento fueron considerados dependientes de la marihuana o consumían más de una vez a la semana antes de los 18 años.

Efectos nocivos en el intelecto

Se considera consumidor dependiente a aquel que continúa fumando a pesar de que pueda acarrearle problemas de salud, sociales o con su familia.

Cuando cumplieron los 38 años, todos los participantes en el estudio se sometieron a pruebas psicológicas para probar su memoria, la rapidez mental, el razonamiento y la atención visual.

Los resultados fueron peores entre aquellos que utilizaron marihuana de forma habitual cuando eran adolescentes.

Los familiares y los amigos de los participantes también respondieron preguntas a lo largo de los años y era más habitual que detectaran falta de atención y problemas de memoria entre los consumidores habituales de cannabis.

Los expertos señalan que aunque 8 puntos en la escala de 100 puntos para medir el coeficiente intelectual pueda parecer poco, el coeficiente intelectual está relacionado con una mayor educación e ingresos, una mejor salud y una vida más larga.

Por ello, “alguien que pierde ocho puntos de CI de adolescente puede estar en desventaja, en comparación con sus compañeros de la misma edad”, dijo Meier.

Por su parte, el psicólogo Laurence Steinberg, de la Universidad de Temple (EEUU), no vinculado a la investigación, destacó que se trata de uno de los primeros estudios que ha logrado distinguir los problemas cognitivos de aquellos que aparentemente causa la droga.

Este estudio subraya la “vulnerabilidad” de la adolescencia y demuestra lo que ya ha sido detectado en animales pero que ha sido difícil de hacer en las personas, señala Steinberg.

En los estudios a los que se refiere se ha demostrado que el uso habitual de nicotina, alcohol y cocaína antes de que el cerebro esté formado puede producir cambios cerebrales a largo plazo.