
Cuando el deporte se convierte en obsesión
La actividad física aporta innumerables beneficios para la salud física y mental; nos ayuda a desconectar del día a día, a combatir el estrés y frenar el envejecimiento, pero cuando se convierte en obsesión es fuente de trastornos como la vigorexia o la dismorfofobia, la depresión y la melancolía