A los cinco años, 1 de cada 10 niños no controla el pis por la noche, a los diez todavía hay 1 de cada 20 que moja las sábanas. Un acto involuntario que puede desaparecer de manera espontánea. Conocer el problema ayuda a solventarlo

Enuresis, el primer reto del niño
EFE/Juan Castilla Jiménez
  • 5 de agosto, 2013
  • MADRID/EFE/MARIOLA AGUJETAS

Un niño es enurético cuando no controla el pis por la noche cuando ya ha cumplido los 5 años. Un buen momento para enseñarle a controlar la micción es cuando tiene año y medio. “Aunque muchos lo hacen en esta época veraniega porque es más fácil y es una buena razón para hacerlo sin necesidad de que la edad sea justamente esa”, indica Luis Miguel Rodríguez, miembro de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica.

“Un 15% del total de niños que tienen enuresis se le solucionaría espontánemente, pero no se puede dejar pasar; no es lo mismo que se le escape el pis a un niño de cinco años que a uno de diez” insiste el doctor.

“Los niños que empiezan más tarde a entrenar el control de esfínteres desarrollan con mayor frecuencia enuresis. Primero se consigue el control diurno, el nocturno es más tardío. Es mucho más frecuente que un niño tenga escapes sólo por la noche”, afirma el doctor.

Por qué se produce

Cuando se han estudiado las características del sueño de aquellos niños que se orinan mientras duermen se ha comprobado que son similares a los niños que no tienen este problema.

En ocasiones, la razón de que esto ocurra es la dificultad de despertar de algunos de ellos. “No es exactamente que tengan un sueño muy profundo; hay una diferencia que puede ser interpretada así por los padres. Los niños enuréticos tienen más dificultades para despertar, pero eso no significa que tengan el sueño más profundo. Los padres les levantan y luego no se acuerdan de que les han llevado a hacer pis” afirma el doctor.

Los principales motivos, según el doctor Rodríguez, para los escapes de orina en los niños son:

  • La herencia es un factor a tener en cuenta. “Está estudiado que, de padres que han tardado en controlar el pis durante la noche, aumenta las posibilidades de que sus hijos sean enuréticos. Si los dos padres lo han sido, las probabilidades aumentan hasta diez veces” asegura Rodríguez.
  • La vejiga ha alcanzado el máximo de su capacidad, debe vaciarse y esa necesidad no despierta al niño.
  • Una fabricación más abundante de orina por la noche de la habitual. El organismo está preparado para concentrar nuestra orina más por la noche que por el día; de este modo el pis, por lo general, no interrumpe nuestro descanso. Algunos niños ese mecanismo no lo tienen desarrollado y fabrican más orina.
  • La vejiga es como un globo con una pared elástica. Es un músculo que debe estar relajado mientras no orinemos y el músculo que lo cierra debe estar contraído. En algunos niños, sucede que de forma involuntaria, mientras duermen, se producen contracciones de los músculos que forman la pared de la vejiga y súbitamente su tamaño es menor. Esto produce la necesidad repentina de la salida de orina.
  • Otro factor a tener en cuenta es no ingerir mucho líquido al final de la tarde, para eso, es bueno que el aporte de líquidos se haga durante el resto del día.

Factores psicológicos, posturales y hasta de ocio

Los niños enuréticos no son distintos, desde el punto de vista psicológico, de los otros niños.

“Lo que es más probable es que el hecho de que se les escape el pis puede provocar una modificación de sus características”, señala Rodríguez.

“Lógicamente, no se puede castigar a alguien por algo involuntario. El pediatra de cabecera es el sitio natural donde acudir para afrontar este asunto”, asegura el doctor. Advierte que, entre los cinco y siete años, los tratamientos a base de fármacos debe ser bajos porque se ha comprobado que la tasa de éxito es muy similar a la de resolución espontánea.

Marcar un horario miccional es bueno para la incontinencia, así como enseñar a los niños a que hagan pis antes de ir a la cama. No está demostrado que levantar a los niños durante la noche sea imprescindible, pero si se hace, no hay por qué evitarlo, va a favor del sentido común de los padres el vaciar la vejiga”, apunta Rodríguez.

Enuresis
EFE/MAGNUM/Thomas Hoepker

Incorporar ciertas costumbres divertidas, de ocio, que quitan importancia y presión al asunto también son rutinas que pueden ayudar al niño.

“Cumplen distintas finalidades tener libretitas en las que los niños se hagan cargo de hacer el registro de lo que sucede cada noche,  si se hacen pis o no, con pegatinas, dibujos como soles si han amanecido secos o lluvia si no ha sido así. Estos pequeños detalles se van sumando para acortar el periodo de incontinencias”, explica el doctor.

Parece fácil, pero el pequeño debe aprender a hacer pis correctamente, evitando posturas inadecuadas para prevenir problemas. “La postura es importante. Los niños varones deben hacer pis de pie y sin echar el cuerpo hacia atrás. Si se sientan en la taza que apoyen los pies en un escalón. Aprender a hacer la micción de forma correcta disminuye la incontinencia. Uno de los factores que influyen en la incontinencia en adultos es haber adquirido malos hábitos miccionales en la infancia, como orinar en postura inadecuada: como las niñas echadas para atrás, es típico y con los pies colgando”, subraya el especialista.